MADRID -- El ex jugador del Real Madrid y el Barcelona, Luís Figo, anunció que presentará su candidatura a la presidencia de la FIFA en las elecciones que se celebraran el próximo mes de mayo.
Harto de los "escándalos" que ensucian la imagen del futbol, el luso aseguró que intentará "limpiar el nombre de la FIFA" ya que "el futbol no merece esto" .
Tras conceder una entrevista a la cadena CNN en la que explicaba sus motivos, el luso confirmó sus intenciones a través de su cuenta de twitter en la que escribió que "Es el momento de retribuir. Soy candidato a la presidencia de la FIFA".
Según reconoció ante la cadena de noticias, el portugués intentará competir con Joseph Batter, quien lleva 17 años en el cargo, para cambiar "la imagen" del organismo debido a los numerosos escándalos de corrupción que se ha desatado en los últimos años.
"Me preocupo por el futbol y la imagen de la FIFA; no sólo ahora, sino en los últimos años, no me gusta. Si buscas la palabra FIFA en Internet, lo primero que sale es 'escándalo', una palabra no muy positiva. Debemos cambiar y tratar de mejorar la imagen de la FIFA", expresó el ex jugador de 42 años, ganador del Balón de Oro en 2000.
"El año pasado estuve en Brasil (en la Copa del Mundo) y vi la reacción de todos los aficionados con respecto a la imagen de la FIFA y creo que es algo que tiene cambiar. Cambiar en el liderazgo, la transparencia y la solidaridad, y creo que ahora es el momento para eso", señaló.
El también ex jugador del Inter de Milan, quien se dijo "harto" de la situación, señaló la falta de transferencia con el Informe García sobre el proceso de adjudicación de los Mundiales de Rusia y Qatar como el detonante que lo llevó a tomar su decisión.
En octubre pasado, Transparencia Internacional pidió a la FIFA que publicara el Informe para comprobar si hubo corrupción en el proceso de elección de las sedes de los Mundiales 2018 y 2022 y que de ser así, que los responsables fueran castigados. Dicho informe, preparado por el antiguo fiscal de Nueva York, Michael García, detalla la manera en que se desarrolló el proceso de elección de las sedes, particularmente, Rusia.
Sin embargo, la FIFA se negó a hacer de conocimiento público las conclusiones a las que llegara el fiscal e incluso mantuvo la postura de que no se había detectado ninguna irregularidad.
Según informó e aquel momento el presidente de la Cámara de Decisión del Comité de Ética del organismo, Hans-Joachim Eckert, el informe no encontró "ninguna violación o incumplimiento de las normas".
A pesar de ello, dos semanas después, el organismo presentó una denuncia ante la Fiscalía Federal de Berna para aclarar las irregularidades detectadas en dicho informe. Según informó la FIFA en un comunicado, el organismo detectó trasferencias sospechosas que consideró que necesitan ser investigadas, aunque se mantuvo firme en que el desenlace "no alterará la organización de los dos Mundiales", posición que Blatter reiteraría previo a la final del Mundial de Clubes celebrado en Marruecos en diciembre pasado.
"Los expertos que han estudiado el Informe García no han concluido en que haya razones para revisar la decisión sobre las sedes de los Mundiales", señaló Blatter en aquel momento, pese a que el escándalo está lejos de quedar esclarecido.
Para Figo, el momento en que Blatter impidió que se hiciera público el informe dejó en evidencia la necesidad de un cambio en el liderazgo.
"En ese momento pensé que algo había que hacer. Si eres transparente y no tienes nada que ocultar, ¿por qué no hacer público ese informe? Si hay nada que ocultar, tienes que hacerlo. Si la FIFA pidió el informe y después que no publican, no es una buena decisión", señaló Figo, quien no teme encontrarse en desventaja ante el actual presidente que a los 78 años opta a su último mandato. Nadie es intocable en esta vida", afirmó Figo, quien detalló que "Blatter es una persona que lleva en la FIFA mucho tiempo, desde el año 1998, y el resto de candidatos pueden ser favoritos, pero puedo decir que para mí es un gran reto tratar de convencerlos", declaró el astro portugués.