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Boletos para el Super Bowl podrían ser los más caros de la historia

BRISTOL -- Los aficionados que esperaban un boleto accesible se están quedando sin opciones, al tiempo que el Super Bowl XLIX podría resultar el más caro en la historia.

A las 11:00 ET (10:00 CT) del jueves, el boleto más barato para ver el juego de los New England Patriots ante los Seattle Seahawks era de 8,070 dólares.

¿Por qué son tan caros los boletos?

La respuesta recae en lo que sucede tras bambalinas con los corredores de boletos, muchos de los cuales prometieron los boletos de forma adelantada pensando que serían capaces de obtener una buena ganancia conforme se acercara la fecha.

Durante los últimos años, el Super Bowl se había convertido en un negocio lucrativo para los corredores, y es muy fácil percibir dinero.

Con miras en "encoger" el mercado, un corredor suele enlistar boletos de una sección genérica del estadio y no determina exactamente dónde estarán los asientos hasta el miércoles previo al juego, cuando sitios como StubHub y Vivid Seats les requieren escoger exactamente las locaciones o cancelar la compra.

La idea de los corredores es obtener dinero de los compradores cuando los boletos alcancen un precio más alto tras las Finales de Conferencia, después compran los boletos días más tarde conforme descienden los precios. La facilidad del proceso ha hecho que cada vez haya más corredores.

El domingo, los corredores que no había comprado sus boletos, comenzaron a comprar boletos de más de 5 mil dólares cada uno, perdiendo tanto como 3 mil dólares por asiento sólo para conservar la integridad de su negocio, de acuerdo con algunos revendedores anónimos.

La supuesta colusión entre los revendedores también se filtró hasta los sitios que lideran el mercado de los boletos. Empresas como StubHub garantizan que los boletos vendidos sean entregados, así que la compañía empezó a comprarlos para protegerse de la gente que vende boletos, pero no parecen tener la habilidad de entregarlos realmente, dijeron fuentes a ESPN.

Datos internos de ventas obtenidos desde el sitio web de StubHub, muestran exactamente lo que pasó. El 18 de enero, cuando se determinó a los participantes del Super Bowl, la página vendió 874 boletos en precio promedio de 2,764 dólares cada uno. Ese fue el último día que el precio promedio del boleto era menor a 3 mil dólares. También fue la fecha en que se vendieron más.

Una semana después, los precios continuaron incrementando y los corredores enfrentaron la realidad de tener que comprar sus unidades con pérdida, mientras los aficionados, que contaban con una caída en los precios como había sucedido en el pasado, comenzaron a comprar las entradas antes de que subieran más. El 25 de enero, StubHub vendió únicamente 107 boletos, según sus datos internos, pero el precio promedio del boleto --que tiene un precio de carátula entre 500 y 1,500 dólares-- era de 5,326 dólares.

Al día siguiente, el lunes, mientras una tormenta de nieve impactó New England, los precios bajaron a un promedio de 3,917 dólares por los 180 boletos vendidos. Eso se debió, en parte, al temor de aficionados Patriots de no poder viajar a Arizona por el clima. Pero esa tendencia duró muy poco. Los precios se incrementaron nuevamente al punto que, durante tres horas de la noche del miércoles, el precio del asiento más barato en reventa se elevó por más de 2 mil dólares.