MÉXICO -- La historia que todos empezaron a perseguir en cuanto los Pittsburgh Steelers vencieron a los Denver Broncos en la Final de la Conferencia Americana, era el regreso de Jerome Bettis a la ciudad que le vio nacer y en la cual anunció que se retiraría sin importar el resultado ante los Seattle Sehawks de Matt Hasselbeck, sí, el mismo que aún defendió los colores de los Indianapolis Colts en la temporada 2014.
Constantemente relegado por su estatura, Hines Ward dio gala de su enorme calidad en un Super Bowl que también vio por última vez al entrenador en jefe Bill Cowher en las laterales y que abrió un nuevo camino al éxito para una de las franquicias más emblemáticas de la NFL.
Creo que algunas de las historias en torno a este partido --como la ya mencionada de Jerome Bettis o la disputa en micrófonos del ala cerrada Jerramy Stevens ante los backs defensivos de los Steelers, entre otros-- vieron más hojas de papel llenarse que el mismo partido en sí, aunque no hay que demeritar lo que hizo nuestro Jugador Más Valioso en esta ocasión.
El elegido: Registrado con una altura de 6-0 pies en el libro de medios de los Steelers, Hines Ward mostró su enorme corazón y entrega ante una defensiva que tenía a fuertes golpeadores como Marquand Manuel, Jordan Babineaux, Marcus Trufant, entre otros; su inteligencia y habilidad le permitieron encontrar los espacios suficientes para dejar sin argumentos a los comandados por Mike Holmgren.
Los argumentos: A decir verdad, ha sido uno de los Super Bowls más flojos que me ha tocado presenciar y vaya que en la última época hemos vivido palizas como la que los Tampa Bay Buccaneers le endilgaron a los Oakland Raiders o la que los mismos Seahawks propinaron a los Denver Broncos en la edición XLVIII, pero estábamos hablando de la edición XL, ¿cierto?
Ni siquiera el acarreo más largo en la historia del Super Bowl --75 yardas de Willie Parker-- fue suficiente para eclipsar lo que hizo Hines Ward, quien totalizó 123 yardas de las 166 que tuvieron los Steelers por la vía aérea, amén que su conexión con Antwaan Randle El selló el compromiso para el equipo de Pennsylvania.
La controversia: Un joven Ben Roethlisberger no tuvo el mejor de sus debuts en el compromiso por el campeonato: un par de intercepciones lo dejaron fuera de la ecuación.
Willie Parker consiguió un acarreo de 75 yardas, pero fuera de eso fue limitado a un promedio de dos yardas cada vez que tocó el ovoide.
Antwaan Randle El destacó en la jugada que puso el punto final a la historia en el Ford Field, pero sus trayectorias fueron de poca utilidad para Roethlisberger.
Finalmente, Jerome Bettis, quien estaba destinado a acabar su carrera con broche de oro ante su gente finalizó con 43 yardas en 14 acarreos, lejos de sus mejores números.
El resultado: Pese a que el resultado no muestra lo disparejo que estuvo el juego (21-10), los Steelers dominaron de principio a fin a unos Seahawks que contaban con uno de los mejores corredores de la época en la figura de Shaun Alexander. La defensiva de Pittsburgh sacó los mejores consejos de sus defensivas de antaño para limitar a tan solo 10 puntos a la que fuera la mejor ofensiva de la temporada 2005.
A la franquicia comandada por la familia Rooney le bastaron tres cuartos para conseguir su quinto anillo de Super Bowl y el primero desde 1980 cuando se impusieron a los St. Louis Rams.