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El que es perico, donde quiera es verde

LOS ÁNGELES -- Por allá por el terruño de este escriba, en Colima, México, circula un refrán popular que dice, más o menos así: "el que es perico, donde quiera es verde...".

Lo traigo a las discusiones a propósito de la nueva indumentaria de la Selección Mexicana, en la que no aparece la tradicional camiseta verde.

El hecho que sido catalogado como sacrilegio, por algunos, mientras que otros aprovechan para ver moros con tranchete, cuando lo verdaderamente transcendental son los resultados que obtenga el representativo nacional en el rectángulo de juego, sin importar cómo vaya vestido, a condición de que cumpla con el reglamento respectivo.

Porque todo lo demás, en cuanto al equipamiento, colores, diseños, estilos, modas, son aspectos que va dictando la mercadotecnia, las exigencias de los patrocinadores y el reclamo de un valor comercial, siempre a la alza, del Tricolor Azteca, en todo el continente americano.

En ese sentido, el aficionado mexicano debería sentirse halagado porque su selección nacional ya juega en las grandes ligas, se habla de tú con los mejores en el mundo.

México está rankeado entre los primeros cinco del planeta futbol, no en las clasificaciones de la FIFA, en títulos, goles anotados o en resultados recientes, no. El Tri se cotiza entre los más encopetados del balompié global, en cuanto a la venta de camisetas y al valor de su divisa.

Durante el más reciente Mundial, el de Brasil 2014, las ventas de la camiseta del seleccionado de Miguel Herrera, superaron el millón y medio de ejemplares, solo por detrás de Alemania, los dueños de la Copa FIFA, que vendieron más de dos millones de camisetas.

El Tri se codeó, en ese rubro, con Argentina y Colombia, de acuerdo a reportes de la firma Adidas que, en consecuencia, ha extendido el convenio que lo liga con la Femexfut, como proveedor de la indumentaria deportiva de sus selecciones nacionales, hasta el Mundial de 2022.

De esa forma, la empresa alemana de las tres barras se convierte en la primera en vestir a la selección nacional a lo largo de cuatro ciclos mundialistas y a un costo aproximado de 20 millones de dólares anuales.

La camiseta del Tri se encuentra, también, entre las más vendidas de todo el futbol, junto a las de los clubes más populares de la comarca, Real Madrid y Manchester United, que venden anualmente 1.4 millones de camisetas y el Barcelona (1.15 millones), entre otros.

Chelsea, Bayern Munich, y algunos otros equipillos similares, no alcanzan ni el millón.

Los cambios constantes de color y diseño para el jersey nacional mexicano obedecen a una simple cuestión de negocio, pues de esa forma se mantiene al aficionado cautivo en los vaivenes de la moda y retratándose, religiosamente, en la caja registradora.

Y, al final de cuentas, para quienes se espantan o se rasgan las vestiduras por la ausencia del verde, ese mismo color que no le gustaba a Hugo Sánchez en su época de seleccionador, asegurando que los jugadores terminaban confundidos con el césped de la cancha, ese color no ha sido necesariamente la identidad constante del Tri.

La verde empezó a utilizarse durante el Mundial de Suecia en 1958, ya que a partir de su debut en Copas Mundiales, en Uruguay 1930, el seleccionado azteca había vestido una camiseta guinda, que se convirtió en la indumentaria alternativa al verde hasta los mundiales de Chile en 1962 e Inglaterra 1966, las últimas veces que se usó.

Luego, han pasado por la vitrina otros colores, como el blanco, el negro, que apareció en Sudáfrica 2010 con mucho éxito en cuanto a ventas, y en la pasada edición, esa camiseta entre rojo y anaranjado que también fue criticada.

Otra indumentaria extraña que usó el Tri en una Copa Mundial fue en Argentina 1978, una sus peores actuaciones, por cierto, con una camiseta blanca con dos franjas, rojo y verde, verticales en el pecho.

Fue la única vez que la marca Levis, la de los pantalones de mezclilla, vistió a la selección nacional. Ese material podría explicar la torpeza mostrada por los jugadores, en las goleadas frente a alemanes, polacos y tunecinos.

En ese sentido, otras firmas que han estado asociadas con el representativo azteca han sido, ABA Sports, Garcis, Atlética, Umbro, Nike y Adidas y que también generaron leyendas urbanas dignas de contarse.

Se dice que alguna de estas firmas ni siquiera contaba con una máquina de coser de su propiedad y que mandaba maquilar todos los artículos que entregaba al Tri.

A otra más reciente le tomó fuera de base el nuevo convenio como proveedor del seleccionado mexicano, en el tema de producción, por ello, las primeras camisetas que ofreció al Tri eran algunas que habían sobrado de Irlanda del Norte.

Asimismo, durante el régimen de Umbro, rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994, hubo un conflicto muy serio porque en lugar de utilizar los suéteres que proporcionaba la marca patrocinadora, Jorge Campos vestía sus coloridos diseños de manufactura particular.

En el Mundial de México 1986, Alfredo Tena fue borrado de la selección nacional debido a que contaba con un patrocinio para utilizar ciertos zapatos de una marca diferente a la que vestía al Tri.

Algo similar le había sucedido al ídolo Enrique Borja, a quien se daba como titular indiscutido para ocupar el eje de ataque del seleccionado mexicano, como lo había hecho en Inglaterra 1966, donde anotó el único gol del equipo de don Nacho Trelles, sin embargo, en la cita de México 1970, el titular fue Javier 'Cabo' Valdivia, el goleador de Chivas, mientras que Borja se fue a la banca.

Total que las historias sobre el tema, no tienen fin.

Lo que sí es un hecho es que al final de la ecuación lo que vale es cuántas veces estos jugadores, alguna vez identificados como 'ratoncitos verdes' y que durante este proceso comercial-mundialista al menos van a liberarse de ese ofensivo estigma, logran meter la pelotita en la portería rival.

Poco debe importar si van vestidos de verde, amarillo, azul, morado o con el arco iris porque al final de cuentas, como dicen en mi tierra y aquí a aprovecho para relatarles el final del cuento: "El que es perico, donde quiera es verde... y el que es -beep-beep-beep- donde quiera pierde".

PD: Disculpe usted el beep, es que esos colimotes son muy mal hablados.

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