MÉXICO -- El 1° de febrero del 2004, Tom Brady selló su boleto en camino a la inmortalidad al guiar a los New England Patriots a la victoria sobre los Carolina Panthers en el Super Bowl XXXVIII.
Los Patriots ganaron su segundo título en tres años en camino a convertirse en la dinastía dominante de la NFL en la década del 2000.
El elegido: Brady fue seleccionado como el Jugador Más Valioso del partido, por segunda ocasión en su carrera, guiando a los Patriots a anotar 10 puntos en los últimos 2:51 de juego para llevarse un dramático triunfo.
Luego que Carolina empatara el marcador con 1:08 por jugar, con lo que parecía el partido se iría a tiempo extra, Brady recorrió el campo y puso al equipo en posición para que Adam VInatieri anotara el gol de campo del triunfo mientras el tiempo expiraba.
Los argumentos: Brady terminó con tres pases de touchdown y 353 yardas tras completar 32 de 48 pases en un partido que fue parejo desde el principio.
Brady se combinó con Jake Delhomme de los Panthers para 677 yardas y seis pases de anotación entre ambos, en uno de los Super Bowls más emocionantes de los que se tenga memoria.
La controversia: A pesar de la gran actuación de Brady, el pasador estelar lanzó una intercepción y se benefició de un ataque terrestre que contribuyó con 127 yardas.
El receptor abierto Deion Branch terminó con 10 recepciones para 140 yardas y tuvo argumentos suficientes para recibir el galardón, sobre todo considerando que con una recepción suya los Patriots quedaron en posición de buscar el gol de campo del triunfo.
El resultado: New England se llevó la victoria 32-29, ganando el segundo título de los tres que ha logrado en su historia.