BUENOS AIRES-- De a poco, la Unión Argentina de Rugby empieza a armar ese histórico plantel de la franquicia que jugará el Super Rugby en 2016. Tras algunas semanas de charlas y negociaciones, ésta semana que pasó dejó a los primeros tres contratados: Martín Landajo, Guido Petti y Pablo Matera. Tres casos diferentes, que simbolizan a lo que apunta la UAR de cara al futuro.
Landajo es el que está desde el principio. De los actuales 64 Seniors él es el único que se entrena con el Plan desde que se formó en 2009. Apostó a la UAR durante seis años y su confianza, valió la pena. Nunca se fue al exterior, pese a que seguramente ofertas habrá tenido, sobre todo desde que empezó a sumar rodaje en Los Pumas en 2012 con la vidriera del Rugby Championship.
Cuando daba sus primeros pasos en el PladAR, él tenía apenas 20 años y competía con Francisco Albarracín y Agustín Figuerola por el puesto de medio scrum. Luego también estuvo Nicolás Bruzzone para la Vodacom en Sudáfrica en 2010, a la que Marta no fue citado por el flamante entrenador de Pampas XV Daniel Hourcade, hoy head coach Puma. En ese primer grupo de 31 que había dado la UAR estaban Gonzalo Camacho, Martín Bustos Moyano, Leonardo Senatore, Benjamín Urdapilleta, Juan Figallo, Santiago Fernández y Mariano Galarza, entre otros, todos con presente europeo.
El 9 formado en CASI, que ahora tiene 26 años, simboliza el que se quedó. Pese a todo, porque por esas discusiones infinitas en la URBA casi que no pudo jugar en su club todo éste tiempo, con lo que eso implica. Hay otros que si bien no estuvieron desde el primer día también apostaron al Plan made in Argentina. Santiago González Iglesias, único que viajó a todos los torneos con Pampas XV, y Tomás Cubelli son otros dos ejemplos. Manuel Montero, también. Tres que podrían sumarse a la franquicia próximamente.
La historia de Matera fue diferente. Después del Mundial Juvenil 2013 con Los Pumitas explotó. Tal es así que debutó en Los Pumas con nada más que 20 años y fue titular indiscutido en su primer Rugby Championship. El poderoso Leicester posó sus ojos en él y se fue. La poca continuidad y el distanciamiento de sus seres queridos no le hicieron fácil su aventura europea. Demoró todo lo que pudo el sí a un nuevo contrato con los Tigers en éste 2014 y una lesión en el hombro en Salta frente a Sudáfrica lo terminó obligando a quedarse para recuperarse.
Pero él quería volver con sus 21 años y una carrera prometedora. Estar cerca de su familia, amigos y el club, aunque juegue poco y nada. Matera simboliza el que regresa, porque hoy ser profesional Argentina es una opción.
Y distinto es lo de Petti. Su documento marca que apenas sopló 20 velitas. Ya tiene dos Mundiales Juveniles encima, una Pacific con Pampas XV y se estrenó con el seleccionado en noviembre pasado. Fue titular en los triunfos Pumas en Genova contra Italia y en París ante Francia. Una verdadera revelación en un cierre de año más que positivo para el equipo de Hourcade.
El segunda línea del SIC es el proyecto. Es la apuesta a futuro y a su vez a su presente porque es una realidad. Es el que ahora no hay que dejar ir a Europa, como pasaba antes con los que se lucían con la camiseta argentina y ya el mercado del Viejo Continente se lo llevaba de buenas a primeras.
En las próximas semanas la UAR seguirá armando ese plantel para el Super Rugby. Y distintos jugadores, con diferentes historias, se irán sumando. Landajo, Matera y Petti quedarán como los primeros. Los símbolos de la nueva realidad del rugby argentino.