Luis Vasavilbaso 9y

Drew Brees, con un toque de genialidad de Payton, obtuvo el JMV

MÉXICO -- Dos de los mariscales de campo más espectaculares en la época reciente se veían las caras en un duelo que presagiaba una gran batalla en Miami y la verdad es que no decepcionaron en lo más mínimo, aunque fue un error de Peyton Manning lo que terminó por decidir el partido ante una defensiva que logró lo que venía haciendo durante toda la temporada y como ejemplo lo que consiguieron en el Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional ante los Minnesota Vikings de Brett Favre, generar entregas de balón.

Drew Brees y Peyton Manning, dos mariscales de campo quirúrgicos en sus envíos y que hacen ver fácil superar las 300 yardas por partido, al tiempo que consiguen pases de anotación por caudales, llegaban a la disputa por el Vince Lombardi tres ediciones después que el egresado de Tennessee por fin había conseguido otro anillo para la ciudad de Indianapolis mientras que los Saints buscaban terminar con la sequía de títulos para el equipo negro y oro.

Fue una genialidad de Sean Payton lo que más se recuerda de este partido, aunque no hemos de demeritar lo que hicieron los protagonistas en el emparrillado.

El elegido: Drew Brees respondió a la confianza brindada por los Saints tras haberse sometido a una cirugía en el hombro que ponía en riesgo su continuidad en la NFL. Cuatro años después de abandonar las costas californianas para irse al pintoresco New Orleans, la historia de fracasos en una franquicia quedó sepultado bajo el cálido clima de Florida. 

Los argumentos: Pese a no tener enfrente a una de las mejores defensivas de la liga --número 14 contra el pase-- Brees dejó atrás una primera mitad en la que la mejor ofensiva de la temporada 2009 se vio limitada a sólo seis puntos para aprovechar el envión anímico que supuso haber recuperado la patada corta al iniciar el tercer cuarto y así iniciar el camino al título.

Brees terminaría el partido con 32 pases completos en 39 intentos para 288 yardas y un par de envíos a las diagonales; su mejor aliado fue Marques Colston amén de sus siete recepciones para 83 yardas, al tiempo que encontró en la zona de anotación a Pierre Thomas y al ala cerrada Jeremy Shockey.

Sólo en una ocasión la ofensiva de los Saints tuvo que salir del campo después de solo tres jugadas, y lograron armar series de 60, 71, 58 y 59 yardas.

El resultado: La defensiva de Indianapolis había encontrado la manera de limitar a una ofensiva muy explosiva que necesitó de una de las jugadas con más agallas en la historia para revertir lo que se estaba viviendo en el emparrillado y a partir de ahí sólo verían a los Colts de Jim Caldwell en el retrovisor.

Tracy Porter, quien también había jugado un papel fundamental en el duelo por el trofeo George Halas, finalmente se aprendió la trayectoria de rápido dentro de Reggie Wayne y Marvin Harrison para atravesarse en el vuelo del balón y así sellar el compromiso cuando faltaban 3:12 por jugarse en el último cuarto tras regresar el ovoide 74 yardas y así poner el marcador final 31-14.

En la consiguiente serie Manning logró mover con gran eficacia a la ofensiva ante los espacios cortos que concedía la defensiva comandada por Gregg Williams, quien unos días después fue señalado como el principal responsable, al igual que Jonathan Vilma, por el tema de recompensas para lesionar a los oponentes.

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