Sergio Dipp 9y

Los Patriots y Tom Brady harán crecer su dinastía en el SB XLIX

MÉXICO -- ¿Les ha pasado que tienen algo tan cerca frente a ustedes, que no alcanzan a observarlo totalmente?

¿Alguna vez han tenido que echarse un poco hacia atrás, para ver todo el cuadro y apreciarlo completamente?

Me está pasando a mí. Me está pasando esta noche. Me está pasando con este partido. Tenemos tan cerca ya el Super Bowl XLIX, que no alcanzamos a entender lo que viene.

Se nos fue la primera de dos semanas, hablando de los balones desinflados de los Patriots. Y el inicio de la segunda semana, hablando de Marshawn Lynch. Por lo que realmente llevamos solo tres días analizando una cita de la que hablaremos el resto de nuestras vidas.

Este domingo se hará historia. Pase lo que pase y gane quien gane, será una noche inolvidable en Arizona.

Si gana New England, Tom Brady empatará a Joe Montana y Terry Bradshaw como los únicos mariscales con cuatro anillos de Super Bowl. Pero lo que vivirá Brady, sólo lo han vivido dos personas en este mundo. Mike Lodish y Don Beebe.

Mike Lodish, jugó 10 años como liniero defensivo en la NFL, cuatro con Buffalo y seis con Denver. Llegó a cuatro Super Bowls con los Bills y los perdió, y a dos Super Bowls con los Broncos y los ganó. Beebe recorrió el mismo camino con Buffalo y participó en otro par con los Green Bay Packers. Ganó el XXXI como receptor abierto.

Así que Brady hoy le hará compañía a Lodish y Beebe en ese exclusivo club de tres. Pero no se sientan mal si nunca habían escuchado esos nombres. Por alguna extraña razón, todos sabemos quién es Tom Brady y muy pocos quiénes fueron Mike Lodish y Don Beebe.

Por otra parte, nadie ha ganado más partidos de postemporada en la historia que Bill Belichick. Y hoy quiere su triunfo número veintidós, mientras consigue su cuarto Super Bowl.

Rob Gronkowski tiene el físico y el potencial para terminar siendo el mejor ala cerrada que ha existido. Y si quiere serlo, debe ganar hoy y ser parte clave del juego.

Mientras que si gana Seattle, Russell Wilson tendrá un inicio de carrera épico. Ganando dos Super Bowls en sus primeros tres años en la liga. Algo que sólo ha hecho un tal Thomas Edward Patrick Brady Jr.

Pete Carroll seguiría acercándose a la inmortalidad como entrenador en jefe, ganando un campeonato colegial y dos Super Bowls. Algo que solo ha logrado Jimmy Johnson. Pero lo más especial, sería lo de la defensiva de los Seahawks.

Después de haber humillado hace un año a Peyton Manning, hoy podrían ganarle a Tom Brady. Y de hacerlo, sin duda, entrarían a la plática de las mejores defensivas de la historia, ganándole en años consecutivos a los dos mejores QBs de esta era.

Pero me quedo con las historias de New England. Me quedo con la dinastía. Me quedo con el mejor pasador de todos los tiempos. Con el más ganador, con el más exitoso, con Tom Brady.

Él, más que Bill Belichick y Robert Kraft, es la razón por la que creo en los Patriots.

Porque nadie creía en Tom Brady. Porque hasta su papá pensaba que era mejor jugador de béisbol que de fútbol americano. Porque ni sus entrenadores en Michigan lo hicieron titular indiscutible en su universidad. Porque todos los equipos de la NFL le negaron la oportunidad en el draft del 2000. Porque ese año eligieron a 198 jugadores antes que a él. Porque todos vieron su pobre físico, no su gran corazón. Pero sobre todo, porque cuando nadie creía en él, él creyó en sí mismo.

La vida y sus cosas, el deporte y sus revanchas. El 3 de febrero del 2008, en el mismo estadio donde se jugará esta noche, los Giants le robaron su temporada perfecta a los Patriots.

Por eso, este 1° de febrero del 2015, Tom Brady se va a robar la historia.

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