Jordi Blanco, Corresponsal en Barcelona 9y

Remontadas y estrellas

BARCELONA -- Hay remontadas y remontadas. Rabiosas y contundentes como la del Madrid el sábado y trabadas y complicadas como la del Barça el domingo. Mucho tiene que ver el ánimo del rival porque mientras el equipo de Ancelotti se encontró la autopista que le concedió la Real Sociedad, el Villarreal apretó los dientes y mostró galones ante el de Luis Enrique para no concederle tregua hasta el último suspiro.

Se explica así que el equipo de Marcelino llevase 18 partidos sin perder (desde el 6 de noviembre) y se entiende igualmente que acumule 25 consecutivamente marcando al menos un gol. Anotó dos en el Camp Nou y si no le fue suficiente para mantener la racha sí le sirvió, al menos, para demostrar su categoría en la Liga.

¿Triste consuelo? Probablemente, pero suficiente para que el Barça esté avisado ante la semifinal de Copa que les enfrentará dentro de escasamente 10 días. Tan avisado, eso sí, como debe estarlo el submarino amarillo, que dobló la rodilla ante la genialidad de esos futbolistas que marcan las diferencias. Y que apuntan seguir haciéndolo.

"Esto es el Barça. Tiene los mejores jugadores del mundo y en un momento te fulmina", convino Marcelino al acabar el partido, admitiendo que el peso específico del equipo catalán pasa por la extraordinaria trascendencia de Messi y Neymar, quienes no necesitan acumular 90 minutos a pleno rendimiento para ser decisivos y les bastan un instante de chispa para desnivelar cualquier igualdad.

Obligado a aparcar el contragolpe por el sistema del Villarreal, el Barça se sintió durante muchos minutos incómodo en el terreno de juego. Bien posicionado, el submarino amarillo le cerró espacios y le obligó a tocar con paciencia. No le descentró pero sí le hizo dudar. Hasta que apareció la pillería de Neymar para encontrar el desmarque ideal en el momento oportuno.

Y luego la derecha de Messi. Hay quien mantiene que aún está por debajo, un peldaño al menos, de Maradona, pero Leo tiene algo que Diego no tuvo: el atrevimiento para soltarse con la pierna derecha, esa que el legendario D10S utilizó para acompañar a la zurda divina y que la Pulga usa para sorprender con disparos tan estratosféricos como el que le sirvió para derrotar al Villarreal.

Con Busquets exigido, Iniesta apagado y Suárez negado, el Barça mostró una imagen muy mejorada de Rafinha, pero apoyó su triunfo en su pareja de oro. No podía ser de otra manera.

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