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Serena, en el centro de la escena

Serena y Venus Williams, juntas en Buenos Aires para disputar la Fed Cup. Getty Images

PILAR -- Intenta camuflarse en un grupo de cinco, pero no puede. Las cámaras, preguntas y miradas van hacia ella. Se las nombra como "las Williams", aunque el real interés se posa sobre ella. Sentada al lado de su hermana Venus, con quien intercambia constantemente risas y comentarios, se convierte en el centro de la escena sin quererlo. Serena Williams, dueña de la atención en una serie con contrastes.

Pasa una señora y pregunta si "ya se asomaron y saludaron por el balcón [de la Municipalidad]". Ante la negativa, gesticula y sigue su camino no sin antes decir que era lo mínimo que deberían haber hecho. La pintura parece excesiva. Tránsito cortado, seguridad privada, accesos restringidos una vez comenzada la conferencia, salida por puerta trasera para el equipo estadounidense, escolta de policía a la combi oficial. Todo muy de película. Y no más de 50 curiosos.

A un año y dos meses de su anterior visita a la Argentina, Serena tampoco da lugar. Sus respuestas son cortas, sin entregar muchas precisiones. Recibe una, dos, tres, diez preguntas. La mayoría van hacia ella. Incluso contó con la reiteración de una consulta ante una mala formulación de la traductora y una respuesta negada por parte de la AAT, tal como el jueves lo había hecho Mary-Joe Fernández, ante la indagación por su presencia en Indian Wells después de 14 años.

No es una serie más en la cancha, es claro. La número uno encabeza una formación de lujo con tres Top 35, mientras que Argentina sólo cuenta con una jugadora dentro de las 150 del mundo. Pero tanta parafernalia intimida fuera del polvo de ladrillo. La escena, a pesar de intentar llevarla con soltura, inevitablemente también intimida a Irigoyen. El saludo para la foto, por ser su rival del sábado, encapsuló excesivo respeto. No sabía dónde pararse ni cómo y cuándo saludar. Y eso que María tiene 16 series encima y siete años dentro de la competencia. La que lleva adelante el partido, ya desde la Municipalidad de Pilar, es la N°1.

La salida de Serena del reducto, al tono con el cuadro propuesto para el viernes. Gente detrás de un cordón a los pies de una escalera (por la cual bajaron las jugadoras) con su cámara de foto o celular encendido a la espera de una placa. Al estilo paparazzi. Muy rock. Como su escape por la puerta trasera y en el bus oficial lindando una cancha montada en la calle y que minutos después tendría al equipo argentino jugando con unos chicos entre la gente. Otro de los grandes contrastes entre unos y otros.

Las miradas y los flashes , siempre con Serena.