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Ivan Rakitic quiere ganarlo todo con el Barcelona

BARCELONA -- Tranquilo, próximo y relajado, Ivan Rakitic es un tipo que en las distancias cortas poco recuerda al nervio que ofrece en el terreno de juego. Vino a Barcelona para "seguir ganando títulos" por cuanto no aparca el orgullo con que recuerda la Liga Europa que conquistó con el Sevilla la temporada pasada, pero mantiene un discurso sereno y la sonrisa franca de quien se ha adaptado a su nueva ciudad "sin ningún problema".

A diferencia de la mayor parte de sus compañeros, Rakitic eligió el centro de Barcelona para vivir. "Es cómodo, lo tenemos todo a mano, salimos a menudo, tenemos el colegio para la niña... Es ideal" asegura, admitiendo que siendo conocido a menudo no se siente "en absoluto" incómodo en la vorágine de una ciudad "muy diferente" a Sevilla.

"No por ser jugador de fútbol quería cambiar mi forma de vivir" proclama con una sonrisa, confirmando que, además, ha encajado sin problemas en un vestuario lleno de futbolistas de "clase mundial" pero "de excelente trato".

Dos décadas después de que Goran Vucevic y Robert Prosinecki pasaran con escaso éxito por el Camp Nou, Rakitic se convierte en el tercer futbolista de origen croata en vestir la camiseta del Barça. Y se diría que desde el primer momento entendió qué significa pertenecer a este club.

"En el Sevilla tenía compañeros que me guardaban la espalda y aquí debo adaptarme yo a eso" reconoce humilde, sonriendo cuando recuerda que en su antiguo equipo era el líder y aquí está rodeado de ellos. En su adaptación se contempla un dato que explica por si solo la diferencia.

A estas alturas de la pasada temporada había completado 26 partidos con el Sevilla que con el Barça se han reducido a 12. Lleva anotados cuatro goles de azulgrana por los 12 que había marcado como sevillista hace un año y, por encima de todo, a las órdenes de Unai Emery tomaba todo el protagonismo mientras que con Luis Enrique entiende que ese papel le corresponde compartirlo con sus compañeros, cuando no cedérselo.

"Un partido no provoca la sensación que hayamos cambiado la forma de jugar" sentencia cuando se le recuerda la forma en que el Barça venció al Atlético de Madrid en el Calderón y eso le lleva a proclamar lo que siente por formar parte de una filosofía futbolística que admiró desde el otro bando.

"El Barça hace muchos años que tiene una forma de jugar especial y la mantenemos. Lo veo en los entrenamientos, lo disfruto y me engancha" conviene, a la vez que se sonríe cuando se le recuerdan las 'tormentas' que han acechado al vestuario. Lo resume rápido.

"Es que el Barça es el mejor club del mundo, el más grande, y todo se magnifica" advierte, dejando claro que el ambiente en el vestuario "es fantástico".

Rakitic no es ajeno al frío que durante estas fechas se 'sufre' en Barcelona y que pocas veces sintió durante las tres temporadas y media que vivió en Sevilla, pero no es ajeno a ello.

"En Suiza y Alemania hace más frío" se sonríe al recordar su etapa en el Schalke, de donde salió en enero de 2011, dos meses antes de que Felix Magath fuera relevado del banquillo por Ralf Rangnick.

"Quiero seguir ganando títulos" es su discurso deportivo.

"Estamos en las tres competiciones y podemos aspirar a conseguirlo porque hay calidad en el equipo y tenemos los objetivos claros" sentencia, admitiendo que aquella derrota en el campo de la Real Sociedad "acabó por no ser tan mala. No es que sea bueno perder, pero la dinámica que hubo a partir de ahí ha sido fantástica".

Sonriente y receptivo, acaba por firmar una camiseta del Barça, por hacerse una fotografía con quien se lo pide y marchándose tras despedirse sin urgencias, con calma y una proximidad que invita a desearle lo mejor.