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Mariscales de campo que lucen bajo presión deciden los Super Bowls

BRISTOL -- El Super Bowl XLIX estableció récords para audiencia de televisión y emoción, con la jugada más importante de cada uno de los mariscales de campo contribuyendo de manera importante al dramático final del encuentro que nos mantuvo al filo de la butaca.

Tom Brady guió a los New England Patriots a remontar una desventaja de 10 puntos en el último cuarto para tomar la delantera con 2:02 por jugar. Momentos más tarde, Russell Wilson llevó a los Seattle Seahawks hasta la yarda 1 de New England, colocando a Seattle en posición inmejorable para conseguir su segundo título consecutivo.

Es una tendencia que hemos visto repetirse en muchos de los últimos Super Bowls.

Brady perdió dos Super Bowls con Eli Manning, quien ejecutó grandes series finales para llevarse el triunfo en ambas osasiones. Y después de enfrentar una gran desventaja en la primera mitad en el Super Bowl XLVII, Colin Kaepernick tuvo tres oportunidades dentro de la yarda 10 de los Baltimore Ravens para concretar una improbable victoria, pero se quedó corto.

Es fantástico desde el punto de vista del entretenimiento que muchos mariscales de campo son suficientemente buenos para guiar a sus equipos en series anotadoras que suman gran cantidad de yardas mientras consumen tiempo en el reloj, haciendo que las últimas posesiones sean mucho más fascinantes. El domingo pasado, Wilson sólo necesitó cinco jugadas y 29 segundos para montar una serie de touchdown de 80 yardas en los segundos finales de la primera mitad. Una pobre selección de jugadas evitó que montara otra larga serie anotadora al final del encuentro.

Me agrada que las franquicias y los entrenadores se den cuenta del valor de las grandes defensivas. Adoro que los entrenadores aprecien un ataque terrestre de calidad. Pero en los minutos finales de los Super Bowls, es el mariscal de campo quien finalmente decide quién gana o pierde el partido.

Dicen que las defensivas ganan campeonatos. Pero los mariscales de campo que saben jugar bajo presión han sido un factor clave en determinar quien termina levantando el Trofeo Lombardi.