Alejandro Caravario 9y

Fútbol para todos (los gustos)

BUENOS AIRES --  Finalmente, el tan meneado torneo de 30 equipos sube a escena. La última creación de Julio Grondona antes de dejar la cancha empezará a probar su consistencia este viernes. Aún permanecen sin aclararse las razones que llevaron a semejante aglomeración de clubes en una sola competencia, pero la etapa del debate y las objeciones ha sido superada.

La pelota ya está en movimiento. Habrá una sola rueda de todos contra todos, con un solo partido repetido: los clásicos. Ya sean reales o ficticios, pues a los clubes que no tengan pareja histórica entre los 30 se les asignará un oponente. De modo que, aunque la duración se extiende, la característica del torneo breve -la ronda única- se mantiene. Por lo tanto, si no sonara ridículo, podría afirmarse que se trata de un torneo corto, pero largo.

Se dijo que la ampliación de la grilla permitiría una mayor federalización del fútbol, pero tal propósito no se ha conseguido. Los equipos siguen concentrados en la CABA, la provincia de Buenos Aires y la de Santa Fe. Fuera de estos distritos, sólo hay clubes de Mendoza, San Juan, Córdoba y Misiones. ¿Y el sur? El equipo más austral es Olimpo de Bahía Blanca. ¿Y el norte, donde existen instituciones de enorme convocatoria, que marcaron los antiguos campeonatos nacionales, por ejemplo en Tucumán? Crucero del Norte representa en solitario la parte superior del mapa argentino.

Los 10 ascensos permitieron la movilidad social rápida de algunos chicos con escaso y remoto rodaje en Primera (Temperley, Sarmiento de Junín), pero no aportaron casi nada a federalizar la gran mesa del fútbol. De todos modos, para lograr tan noble cometido, habría que rediseñar los campeonatos del interior, en todos sus niveles, y la distribución de plazas y ascensos (tarea para el hogar).

Con la promoción masiva a Primera retomaron su lugar cuatro históricos que robustecen la jerarquía del certamen: Argentinos Juniors, Huracán, actual campeón de la Copa Argentina, Colón y Unión. Se señaló más arriba que Temperley y Sarmiento acreditan experiencia en Primera. Otro tanto sucede con Nueva Chicago y Aldosivi, también integrantes del lote de recién llegados y más identificados con las categorías de ascenso.

El único de los 30 que hace su debut absoluto es Crucero del Norte. Fundado por la empresa de transportes homónima, el club también es, por mucho, el más joven del torneo: su nacimiento data del año 2003. Por entonces jugaba en la liga posadeña. Sobra decir que su carrera fue vertiginosa y, gracias a una estrategia coherente, ayudada tal vez por la chequera corporativa, llegó a las ligas mayores, donde empezará su aventura ante Tigre.

Defensa y Justicia vivió una situación semejante en el torneo pasado, cuando aterrizó por primera vez en su historia en la divisional de los grandes. Deportivamente, lo que puede deparar el torneo es, más que nunca, un enigma. Se supone que el grueso de los clubes chicos, más los recién ascendidos, bregarán por consolidarse (habrá dos descensos).

Entre los grandes, Boca parece el más enfocado en quedarse con el premio mayor (ciertas necesidades electorales así lo exigen). Tendrá doble fajina por la Copa Libertadores, pero se ha reforzado convenientemente, incluso con una figura internacional como Daniel Osvaldo. El resto de los equipos más importantes, salvo Independiente, también estará abocado al torneo continental.

Tal golosina (que endulza fundamentalmente las arcas de los clubes) puede inducirlos a postergar la liga doméstica, como ha ocurrido otras veces. Y acaso algún tapado aproveche la hipotética distracción.

Son todas conjeturas. La única verdad -la realidad- comenzará a revelarse en un par de días.

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