Jordi Blanco | Corresponsal 9y

Luis Enrique iguala la racha de once victorias de Josep Guardiola

BARCELONA -- Superadas las mejores rachas de Tito Vilanova (siete partidos) y Gerardo Martino (ocho), Luis Enrique igualó este domingo las 11 victorias consecutivas que enlazó el Barça de Guardiola entre el 16 de septiembre y el 4 de noviembre de 2008, noche en la que el Basilea empató en el Camp Nou y cortó la cabalgada del primer proyecto del entrenador catalán que dio paso a la mejor época deportiva en la historia del club.

¿Está en camino el entrenador asturiano de equipararse a Guardiola? Obviamente está a una distancia sideral de lograr la consideración que alcanzó aquel equipo, pero tras superar una crisis que hoy nadie recuerda aunque que llegó a ponerle en cuestión dentro del club, Luis Enrique ha tomado una autopista de la que parece difícil apartarle.

El Barça ha enlazado 11 victorias dando un paso adelante en su propio fútbol. Entre el toque y el vértigo, entre la combinación y la verticalidad, el equipo azulgrana parece una versión en ocasiones mejorada del pasado. Si Rijkaard modificó a Van Gaal y Guardiola hizo lo propio con Rijkaard, se han necesitado dos temporadas y media para que se contemple un nuevo paso adelante bajo el mando de Luis Enrique.

Siete partidos le quedan al Barça si quiere igualar su mejor racha, que estableció bajo la dirección de Frank Rijkaard en la temporada 2005-06, cuando enlazó 18 victorias entre el 22 de octubre de 2005 y el 22 de enero de 2006. Allí ya estaban Xavi e Iniesta. Y Messi, jovenzuelo a la sombra del mejor Ronaldinho, ya alumbraba hacia el futuro. Ese es, se supone, el reto futuro.

El Levante, un rival amable en el Camp Nou, sorprendió plantando cara de entrada. Si extrañó ver a Messi por el centro ocupando la plaza de Luis Suárez como la multitud de cambios que introdujo el entrenador, valió la pena contemplar cómo el Barça ha acabado adaptándose al libro de ruta del técnico, quien ha impuesto sus ideas en la misma medida que ha entendido la necesidad de no enrocarse en sus ideas.

Estirado y valiente cuando pudo, el equipo de Lucas Alcaraz mantuvo el tipo un cuarto de hora. Pero a la que Messi se cansó de ser un espectador por el centro y se fue a la banda derecha se acabó el sueño visitante. Leo regaló una asistencia mayúscula para que Neymar, con fortuna, abriese el marcador y el Barça volvió a la cabalgada de los triunfos.

Busquets, Xavi, Pedro y Messi se alinearon ante el Levante para mantener viva la llama de aquella época, de hace siete años, cuando a las órdenes de Guardiola el equipo azulgrana fue aparcando la depresión del último curso de Rijkaard para recuperar el sabor del éxito. En ese tránsito está otra vez el Barça.

Deprimido después de la etapa de Martino, Luis Enrique significó un verdadero tsunami en todas las estructuras deportivas del club. Atravesó problemas pero mantuvo la idea. Fue fiel a si mismo en el fútbol pero flexible en su relación con el vestuario. Y a partir del hundimiento de San Sebastián emergió con furia.

Y el Barça, alcanzadas las 11 victorias, empuja en busca de más. "Cuantos más partidos ganas, más cerca estás de perder" es una obviedad que un día regaló Bobby Robson a los periodistas de Barcelona y que tradujo con una sonrisa socarrona José Mourinho, por aquel entonces su asistente. En aquel equipo, temporada 1996-97, jugaba Luis Enrique, quien al cabo de 18 años y desde la banda está en camino de esa derrota, o empate, que rompa la racha.

Hasta que eso ocurra, cada partido será un reto, un desafío en todas direcciones. En el mejor de los casos la visita del Manchester City al Camp Nou le ofrecería la posibilidad de igualar las 18 victorias del record de Rijkaard. El redondeo, sin embargo, sería magnífico: el siguiente encuentro es el Clásico frente al Real Madrid. Y ese día se podría conseguir la marca absoluta de 19 victorias.

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