Jorge Morejón 9y

Cambios en el mapa beisbolero

El mapa de las Grandes Ligas cambió drásticamente durante el invierno y al menos en el papel, hay equipos que pasaron de ser sotaneros en el 2014 a potenciales contendientes en el 2015.

La llegada del venezolano Pablo Sandoval y el dominicano Hanley Ramírez a los Medias Rojas de Boston cae como una bocanada de aire fresco en Fenway Park.

Sandoval y Ramírez se unen a David Ortiz y Dustin Pedroia para formar la columna vertebral de un equipo que tratará este año de repetir el patrón del 2012 y 2013.

Los Medias Rojas fueron últimos de la división Este de la Liga Americana en el 2012 y ganaron la Serie Mundial un año después.

Su ofensiva luce demoledora, aunque el pitcheo no se ve tan confiable y carece de un as como lo fue Jon Lester en los últimos años.

Pero Boston puede ser considerado el favorito divisional, sobre todo cuando sus archirrivales Yankees de Nueva York se han preocupado más por el resolver el diferendo con Alex Rodríguez que en reconstruir un equipo que se cae a pedazos.

Del otro lado del país, los Padres de San Diego remodelaron por completo sus jardines con el arribo de Matt Kemp, Wil Myers y Justin Upton y sumaron a los derechos James Shields y Brandon Morrow a la rotación, para convertirse en serios aspirantes a dominar el circuito Oeste de la Liga Nacional.

Hace un año, los Dodgers de Los Angeles lucían como dueños y señores de la división, pero las salidas de Hanley, Kemp y el segunda base Dee Gordon le cambian la cara por completo al equipo.

La línea central defensiva es casi totalmente distinta, con el veterano Jimmy Rollins y el no menos experimentado Howie Kendrick alrededor del segundo saco, en tanto el cubano Yasiel Puig debería pasar de la pradera derecha a la central.

Por cierto, ahora veremos de qué está hecho el impredecible Puig, cuando tenga que demostrar un mayor liderazgo dentro y fuera del terreno.

A la batalla entre Dodgers y Padres súmenle a los Gigantes de San Francisco, campeones de la Serie Mundial, con todo y la ausencia del Kung Fu Panda.

Si Matt Cain consigue regresar a su mejor forma será un complemento ideal para Madison Bumgarner en el tope de una rotación que suma demasiados años con Tim Hudson y Jake Peavy.

Chicago, Chicago

Si Frank Sinatra viera a los Yankees y los Mets actuales, se avergonzaría de cantar New York, New York.

Quizás entonces miraría a Chicago, donde sus dos equipos han puesto a soñar a los fanáticos en la Ciudad de los Vientos.

Los Medias Blancas de Chicago trajeron al dominicano Melky Cabrera para engordar una alineación que se formará en torno al cubano José Abreu.

Adam LaRoche compartirá con Abreu la custodia del primer cojín y la gerencia añadió una pieza necesaria con el multifuncional quisqueyano Emilio Bonifacio, al tiempo que se necesita de un venezolano Avisaíl Garcia saludable.

Jeff Samardzija vino a sumarse a los zurdos Chris Sale y el colombiano Jose Quintana para conformar un trío de abridores que dará mucho de qué hablar.

Las posibilidades de los Medias Blancas crecen ante el debilitamiento de los Tigres de Detroit, que perdieron en la agencia libre a su as Max Scherzer y las operaciones a las que fueron sometidos los venezolanos Miguel Cabrera y Víctor Martínez.

Cabrera y Martínez no llegarán al 100 por ciento de su forma para el día inaugural y el peso de la ofensiva recaerá en los cubanos Yoenis Céspedes y J.D. Martínez, hasta tanto los venezolanos se pongan a punto.

Y del lado norte de la ciudad, los Cubs han ido desarrollando a jóvenes talentosos que podrían estar a punto de dar la clarinada que sus fanáticos llevan esperando por más de un siglo.

Joe Maddon es la mano experta que guiará a los prometedores Cachorros, entre los que sobresalen el cubano Jorge Soler, el puertorriqueño Javier Báez y el dominicano Arismendy Alcántara, ya con tiempo de juego en las Mayores, junto al esperado debut de Kris Bryant.

A esos productos del sistema de granja del equipo se sumaron los experimentados Jon Lester y el venezolano Miguel Montero para redondear un equipo que parece cerca de romper la maldición de la cabra.

Poder dominicano en Seattle

El venezolano Félix Hernández ha sido uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas en la última década y si a esta altura no suma más de sus 125 victorias ha sido en muchas ocasiones por falta de apoyo ofensivo.

Para tratar de solucionar esto, la gerencia de los Marineros de Seattle sumaron en el invierno al dominicano Nelson Cruz, único bateador con 40 jonrones en las Mayores el pasado año.

Cruz recibió un contrato por cuatro campañas y 57 millones y formará un tándem ofensivo con su compatriota Robinson Canó que será la columna vertebral del ataque de los Marineros.

Pelea entre dos

Y el Este de la Liga Nacional se antoja en una pelea entre dos equipos, los Nacionales de Washington y los Marlins de Miami.

La capital del país recibió con alfombra roja a Max Scherzer y ahora lo que tienen de sobra los Nacionales son pitchers abridores de calidad.

Jordan Zimmermann, Stephen Strasburg, el cubano Gio González, Tanner Roark y Doug Fister ya de por sí conformaban una rotación de lujo, que se reforzó con la llegada de Scherzer.

Para ofrecerle oposición a Washington están los Marlins, reconstruidos en torno al mayor contrato en la historia del deporte profesional en Estados Unidos.

Giancarlo Stanton, con sus 325 millones de dólares, es el ancla del conjunto de la Capital del Sol, que tiene nuevas caras en el 2015, como el venezolano Martín Prado, el veteranísimo japonés Ichiro Suzuki en su cacería de los 3,000 hits y Michael Morse, poderoso bateador, pero una interrogante en cuanto a su salud.

El dominicano Marcell Ozuna podría explotar a un nivel superior en el 2015 y el equipo espera la reincorporación a mediados de año de su astro José Fernández, para sumarse al venezolano Henderson Alvarez, quien en el 2014 asumió con dignidad el liderazgo de la rotación ante la lesión del cubano.

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