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De vuelta a lo suyo

Madison Bumgarner llegó a los entrenamientos listo para ser el as de los Gigantes. Mark J. Rebilas/USA TODAY Sports

SCOTTSDALE, Ariz. -- Existen rumores de que Madison Bumgarner se despertaba a las 5 o 6 de la mañana durante la temporada baja para mover pacas de heno, dárselas a los caballos y vacas, y hacer todas las tareas necesarias en su granja en Hickory, N.C. Así que parece un tanto irónico que, luego de completar su primera sesión de lanzamientos en el campo de entrenamientos primaverales de los Gigantes de San Francisco el jueves, tuviese que contestar muchas preguntas sobre cómo se preparó para manejar la carga de trabajo que le tocará.

Han pasado casi cuatro meses desde que Bumgarner se convirtiera en una especie de híbrido entre Randy Johnson, Terminator y Paul Bunyan en la corrida de cuatro semanas de San Francisco hacia el cetro de la Serie Mundial. Su asombrosa actuación le ganó el premio de Deportista del Año de la revista Sports Illustrated, un honor que provoca una auténtica oleada de emociones en él a causa de la compañía élite con la que está ahora. Otros que han recibido dicho premio incluyen miembros de la realeza del béisbol tales como Sandy Koufax, Stan Musial, Cal Ripken Jr. y Derek Jeter.

Pero durante todo ese tiempo en su casa, Bumgarner nunca sintió la urgencia de sentarse a ver un DVD para revivir todas las emociones de octubre o vanagloriarse de su actuación. Si su excelente actuación en el béisbol dio lugar a un auge de bebés llamados Madison en el área de la Bahía, él está ajeno a dicho fenómeno.

"Creo que la cosa se ha exagerado un poco", dijo Bumgarner, cuando se le preguntó sobre la posibilidad.

Sin embargo, su estatura en el camerino y el orden jerárquico que ocupa en la rotación se han cimentado. Mientras Matt Cain trabaja para recuperar su forma tras su cirugía de codo y Tim Lincecum intenta volver a los primeros planos a los 30 años, Bumgarner ha abrazado el rol de ser el as de la rotación de San Francisco. El manager Bruce Bochy no ha confirmado del todo que Bumgarner sea el abridor del Día Inaugural aunque tendrá que atender algunas formalidades antes de oficializar que Bumgarner abrirá el primer juego de San Francisco en Arizona el 6 de abril.

"Tengo que hablar con él primero", dijo Bochy. "Tengo que hacer las cosas en orden".

Entonces Bochy bromeó sobre el hecho de que los Gigantes quizás tengan un ligero problema, porque Bumgarner también está pautado para abrir el Juego 2.

En medio del rampante monitoreo de entradas que provoca nervios sobre los conteos de pitcheos entre Bob Gibson, Jim Bunning y otros veteranos en estos días, Bumgarner es el caballo de los caballos. Lanzó 217 entradas durante la temporada regular 2014, seguido de 53 más ante Pittsburgh, Washington, San Luis y Kansas City en octubre. Antes del Juego 7 de la Serie Mundial, los escritores se prepararon para llamarlo "héroe" si podía venir del bullpen con apenas dos días de descanso y dar dos entradas ante Kansas City. Y todo lo que hizo Bumgarner fue salir del bullpen en el Kauffman Stadium y hacer 68 lanzamientos en cinco entradas, permitiendo apenas dos hits sin carreras para acreditarse el salvamento.

Su lanzamiento final -- una recta alta que provocó un débil elevado de foul conectado por Salvador Pérez que aterrizó suavemente en el guante de Pablo Sandoval -- fue el ofrecimiento número 4,074 de la temporada (sin contar los que hizo en los entrenamientos primaverales).

La belleza de Bumgarner -- y la razón por la que sus compañeros han aprendido a confiar en él -- es su visión de túnel y su negativa a desviarse de la metodología probada a lo largo del tiempo. Luego que los Gigantes terminaran con marca de 76-86 y terminaran en un distante tercer lugar en la División Oeste de la Liga Nacional en el 2013, él fue a su casa en Hickory y se abstuvo de lanzar hasta que el calendario llegó a enero. En esta temporada baja, se retiró a Hickory y no comenzó a lanzar hasta enero. Y nada más y nada menos que a su cuñado.

"Es Tanner Saunders, si quieren poner su nombre en el artículo", dijo Bumgarner. "Suele hacer un trabajo bastante bueno".

Si Bumgarner no mira hacia atrás asombrado por sus logros en octubre, sus compañeros, los fanáticos de San Francisco y la prensa están contentos de hacerlo por él. Su corrida dominante en octubre lo dejó con efectividad de 0.25 en 36 entradas en Series Mundiales y una tasa de ponches a boletos en postemporada de 77-a-15 -- números que lo colocan en la estratósfera donde están John Smoltz-Curt Schilling como un "lanzador de dinero" de grandes momentos.

Si alguien va a invertir la tendencia moderna de mimar a los lanzadores, bien podría ser un muchacho granjero de 25 años, sin pretensiones, que mide 6 pies 5 pulgadas y que pesa 235 libras. Bumgarner enfrentó muchas preguntas sobre su habilidad para manejar las cargas de trabajo a principios de su carrera, y se graduó de lanzar 141 entradas en el 2009 a 214 episodios en las menores, mayores y postemporada en el 2010. En ese momento apenas tenía 20 años.

"Hacen demasiado alboroto con todo esto, con los conteos de pitcheos y demás", dijo el abridor de San Francisco Jake Peavy. "Por favor, denme un respiro. ¿Qué creen ustedes que piensa Nolan Ryan cuando escucha la frase '270 entradas?' No es como que el cuerpo humano no pueda hacerlo. Yo sé que este es un juego diferente ahora. Pero no es como que nos estén pidiendo que caminemos en la luna".

Dijo el relevista de los Gigantes Javier Lopez: "Yo miro a Bum, y no es solo su cuerpo de trabajo, sino su cuerpo en general. Hablando en términos generales, él está construído para durar".

La frase operativa favorita entre sus compañeros es "fuerte como un campesino". Bumgarner genera mucho poder de sus piernas y su sección media, y su mecánica de envío es fluída y repetible en épocas de crisis.

Y además se pone a trabajar desde el momento en el que el bateador coloca un pie en la caja de bateo. Bumgarner ha promediado entre 15.5 y 15.9 lanzamientos por entrada en sus cinco temporadas en las mayores, y ha mejorado su porcentaje de primer pitcheo como strike y se ubicó noveno entre los abridores de MLB con una tasa de 66.7 por ciento en esa categoría en el 2014.

Bumgarner no suele compartir muchos secretos con las masas, pero sus compañeros dicen que é les un estudioso del juego y un autodidacta que le gusta mejorar todo el tiempo. Luego de expresar su deseo de contribuir más en el plato, bateó .258 con cuatro jonrones, 15 remolcadas y OPS de .755 el año pasado, y ganó el premio de Bate de Plata entre los lanzadores en la Liga Nacional. Su objetivo principal en el entrenamiento primaveral es controlar su recta en ambos lados del plato para que todo esté en perfecto orden una vez comience la temporada regular.

La adulación y la comodidad por el estrellato en la Serie Mundial se manifiestan de maneras sutiles en Bumgarner. Cambió de proveedor de guante, de Rawlings a Mizuno, y consiguió un contrato de endoso con la ropa interior Jockey tras una aparición con Jimmy Fallon en el "The Tonight Show." Pero por lo demás poco ha cambiado en torno a él. Si llega un momento en el que necesite un respiro, Bumgarner le dará a Bochy, al coach de pitcheo Dave Righetti o al cuerpo de entrenadores físicos una señal y quizás ellos se ajusten. Pero hasta que llegue ese día, no hay porqué preocuparse por cruzar un puente al que quizás nunca tengan que ni acercarse.

Bumgarner muestra un lado juguetón y un ingenio agudo en sus entrevistas o en su interacción en el camerino con sus compañeros, pero él es tan disciplinado en sus hábitos de trabajo que canaliza el mismo enfoque en una sesión de bullpen a finales de febrero que como lo haría en un partido de postemporada ante un estadio a reventar y una audiencia de TV a nivel nacional. Poco importa si las esperanzas de los fanáticos de los Gigantes, su historia y su legado personal están en la línea.

El gran zurdo de San Francisco tiene un corazón competitivo. Pero a menos que sea el jardinero de los Dodgers Yasiel Puig el que esté en la caja de bateo, en raras ocasiones se pone palpitar rápido.

"Así es él", dijo el intermedista de los Gigantes Joe Panik. "Él tiene esa mentalidad de, 'Voy a salir allá afuera y hacer lo mismo.' No importa lo bien o lo mal que él haya lanzado. Su actitud es siempre la misma a pesar de todo el éxito. Para nosotros sigue siendo el mismo viejo Bum".

La Serie Mundial ya quedó en el pasado, y Madison Bumgarner -- el mismo viejo Bum -- llegó a los entrenamientos con altas expectativas y una volutad para trabajar. Los Gigantes tienen planificado ensillar a su as y montarlo cuantas veces puedan.