ROSARIO -- El Gobierno de la Provincia de Santa Fe evalúa clausurar parcialmente el estadio de Rosario Central tras la agresión sufrida por el entrenador de Tigre, Gustavo Alfaro, en el encuentro del pasado sábado, por la segunda fecha del campeonato.
"No está resuelta la sanción, seguramente será la platea desde donde provino el proyectil. Cuando los hechos se producen con mayor frecuencia y gravedad en un estadio se deben tomar medidas para que se cree conciencia", anticipó el secretario de Coordinación de Seguridad en Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos de Santa Fe, Pablo Farías.
En esa dirección, en diálogo con LT2 de Rosario, agregó: "Nos reuniremos con las autoridades del club porque una medida sola no sirve si no está acompañada por un plan dirigido a mejorar la seguridad".
La medida se aplicaría en el próximo partido de Central como local, por la quinta fecha ante Temperley.
Además, se evalúan sanciones económicas para la institución, además de la imposición de amonestaciones por parte del Tribunal de Disciplina de la AFA.
Alfaro sufrió un corte en el cuero cabelludo cuando desde la platea que da a la calle Cordiviola le arrojaron un proyectil que impactó en su cabeza.
Después de recibir asistencia médica, el entrenador de Tigre, ex conductor del elenco rosarino, decidió que el partido continúe ante la consulta del árbitro del encuentro, Diego Ceballos.
"En la cancha había 38.000 personas y no se pudo visualizar a la persona que arrojó la supuesta piedra. Lo que vamos a hacer es tratar de localizarlo, porque los plateístas suelen ocupar siempre los mismos lugares", añadió Farías, quien consideró que es "muy difícil" individualizar al agresor.
La entidad rosarina fue sancionada en septiembre pasado por la Conmebol debido a la agresión sufrida por el arquero de Boca, Agustín Orión antes del inicio del partido por la Copa Sudamericana.
La multa en ese entonces fue de 70.000 dólares y disputar el próximo encuentro a nivel internacional a puertas cerradas.