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Diablo al rojo vivo

BUENOS AIRES -- Es muy difícil no imaginar que Independiente terminará superando esta racha negativa. Hace poco, me encontré en el Hospital a un hincha de Independiente que se me acercó y me dijo que trate de recapacitar sobre mi alejamiento como hincha del Rey de Copas de América.

A veces, en reiteradas oportunidades por demás, tengo la idea de que nunca volveré a ser hincha de ningún club. Pero sin exagerar mis tontas decisiones, deberé decir que estoy preocupado por Independiente.

En su último partido se vio claramente que los hinchas no comulgan con el director técnico Almirón. No se sabe bien por qué. Pero Almirón no es querido. Algo tendrá que ver tal vez, la salida triste e innecesaria de El Rolfi Montenegro.

Lo cierto es que Independiente tiene que cambiar de actitud, no desconcentrarse y volver a ser el de siempre. Tiene equipo, tiene hinchada y tiene una pasión a prueba de balas. ¿Alcanzará con todo esto?

Para saber más sobre la situación del gran Campeón de Copas del Mundo, me tomé el tren y me dirigí a Avellaneda. ¡Avellaneda, qué bello barrio! Recorrí las callecitas empedradas, llenas de álamos, jacarandaes, palos borrachos, lapachos y demás bellezas del mundo vegetal.

La mitad de Avellaneda es de Independiente, por lo cual, no me sorprendió ver en balcones, ventanas y palos de luz de la calle, banderas alentando al Diablo. En esa excursión proletaria por el sur del Suburbio de Buenos Aires, me encontré con una calle sorprendente.

"La calle del Diablo", era una cuadra de 200 metros dedicada en su totalidad a la historia deportiva del club de Avellaneda. ¡Impresionante! Fotos de grandes ídolos de todos los tiempos, camisetas históricas; grafittis y estatuas en estilo de cómics con muchos personajes representativos del club.

Me acerqué a hablar con algunos vecinos.

- Mirá, pibe. Independiente tiene que volver a encontrar su forma de juego. En vez de tirar la pelota para arriba cuando lo atacan deberían presionar mas en el mediocampo. Marcar la pausa y el apresuramiento, es decir tener noción de los ritmos del juego...

Seguí caminando, disfrutando de esa calle inolvidable que creí que solo vivía en mi imaginación.

- Mirá cronista, voy a decirte algo. Este equipo tiene un futuro enorme, pero hay que darle mas tren a Pisano que es un crack con mayúsculas, desde la llegada de Ricardo Bochini que no se ve algo así...

- ¿No será un poco exagerado?

- Para nada, hay que apoyar a los jóvenes. La juventud tiene que tener las riendas del buen juego, de la risa, de la alegría... Y para que esto suceda, debemos darles toda la responsabilidad y la libertad.

- En pocas palabras, ¿usted pondría jugadores de inferiores?

- Sí. Sin lugar a dudas, Independiente sería un equipazo con los chicos de las inferiores.

- ¿Y del técnico qué piensa?

- No tengo nada para decir del técnico, para mí los partidos los ganan y los pierden los jugadores. Ahora bien, no está con la tónica del equipo, ni tiene metida en el corazón la mística de ser un hombre del riñón del club.

En fin, Independiente es un compendio de pasiones. Algunos están a favor y otros en contra. Lo cierto es que la pasé re bien, volví a sentir lo que sienten los hinchas cuando un club es importante.

Me di cuenta que no hay que pensar en los resultados, sino que lo mejor es darse cuenta que toda mala racha pasa, pero el club con su historia y sus logros quedan para siempre.