QUERÉTARO -- El terrible miedo de a volver a pertenecer a la liga de ascenso para Gallos Blancos parecía haber quedado sepultado el pasado 20 de mayo del 2013, cuando Decio de María, presidente de la Liga Mx, dio a conocer tras la junta de dueños de ese año que Amado Yáñez había adquirido la franquicia de Jaguares y se trasladaría a la ciudad de Querétaro, situación que automáticamente le regresaba a la ciudad futbol de primera división.
La oportunidad de comenzar de nuevo y en una situación mucho más holgada, sin presiones por el descenso y con una mayor soltura económica, era lo que vislumbraba el equipo tras adquirir la franquicia. La consumación del último descenso del equipo de Ignacio Ambriz, el 4 de mayo del 2013, parecía ser la sentencia de los malos momentos, sin embargo, el fantasma que tanto ha atacado a la afición albiazul comienza a 'asomar las narices' una vez más.
Sin ser brillantes, los chiapanecos mantuvieron una regularidad que les permitió estar alejados de los puestos de descenso, sin embargo, ante la mala temporada por la que atraviesa el equipo, se ha desaprovechado esa herencia que dejó Jaguares a Querétaro.
Actualmente, el equipo emplumado yace en el peldaño N° 14 de la tabla de cocientes, apenas sobre los Tiburones de Veracruz, quienes llegaron a la primera división en el Apertura 2013, luego de que el Comité de Desarrollo Deportivo de la Liga MX decidiera que el Club Reboceros de La Piedad cambiara de sede al estado de Veracruz para jugar en el Estadio Luis "Pirata" Fuente y así volver al máximo circuito al equipo jarocho luego de su descenso en el 2008.
MUCHAS ESTRELLAS, POCOS PUNTOS
En el presente Clausura 2015, Gallos Blancos suma apenas cinco unidades de 18 posibles y está muy lejos de los ocho primeros lugares que clasifican a la segunda fase del certamen. Si bien en este año los Gallos no se verían envueltos en el tema porcentual, de seguir con los malos resultados podrían estar nuevamente lidiando con dicho tema en un par de torneos.
Y es que, sin importar que cuentan con figuras de renombre mundial, como Ronaldinho, que según la lista publicada en recientes días por Forbes, es el cuarto jugador mejor pagado en la liga mexicana con 1.8 millones de dólares anuales, no ha desquitado esa inversión dentro de la cancha.
El brasileño no se presentó a la pretemporada, ha sufrido constantes cuadros gripales que no le han permitido entrenar al parejo de sus compañeros y, además, ha dejado mucho que desear con su desempeño dentro de los cotejos del torneo tricolor.
De la gran inversión que ha realizado el equipo, él ha retribuido con apenas 11 partidos de liga y ni siquiera la mitad de los minutos que Gallos Blancos ha disputado; 209 minutos de 540 que el equipo ha jugado. Ha convertido escasos tres goles en su primer torneo y ninguno en este Clausura 2015.
PASÓ EL FUROR
Con la llegada del brasileño en la campaña pasada, fueron casi la mitad de los partidos en casa que La Corregidora se presumió lleno, sin embargo, ante el evidente poco esfuerzo del que fuera uno de los mejores futbolistas del mundo, la afición ha dejado de abarrotar el inmueble de los emplumados.
Tres derrotas en seis partidos fueron la gota que derramó el vaso para el cese de Ambriz.
Y es que del Querétaro aguerrido que no contaba con individualidades sino con trabajo de equipo ya no queda nada. Jugadores han tenido que abandonar sus posiciones naturales para cedérselas a 'Dinho', quien funge como único punta, quitándole el lugar a Patricio Rubio, William Da Silva y Emmanuel Villa, quienes bien podrían desempeñarse en esa función.