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Vidal, ante su mayor desafío

BUENOS AIRES -- La vida blindó a Arturo Erasmo Vidal Pardo (22 de mayo de 1987, Santiago de Chile). Le endureció a los 5 años, cuando su padre le abandonó a él, a Jacqueline Pardo su madre, y a sus 4 hermanos, dejándolos hacinados en una habitación del suburbio de San Joaquín, con poco que comer. Esa bofetada inesperada, más el día a día con muchas preguntas y ninguna respuesta, dieron a luz a El Guerrero. Ése que lucha, pelea, recupera balones y marca goles desde que en 2007 llegó al Bayer Leverkusen alemán procedente del Colo Colo.

Pero el drama ha vuelto a superarse para plantearle un nuevo problema al internacional chileno y jugador emblemático de la Juventus desde 2011. Se ha radicado en su rodilla derecha y no para de torturarle desde mayo de 2014. El peor momento, porque desde que esa lesión meniscal le condicionó durante 31 días, no pudo terminar bien la pasada temporada, y tampoco pudo concurrir a la Copa del Mundo de Brasil 2014 en la plenitud de sus facultades físicas. Sumado a ello, su pretemporada posterior al Mundial -lejos de ser ideal-, y la ausencia de descanso para la articulación, han hecho que el mal se reproduzca con alarmante continuidad. En septiembre de 2014, 10 días de baja. En enero-febrero de 2015, otra semana de parón forzoso. Vidal encontró la forma de hacerle frente a la vida que le tocó vivir al hacerse fuerte en el plano emocional. Su mayor desafío en la actualidad, sin embargo, no tiene que ver tanto con eso sino con la salud de su rodilla guerrera.

En diciembre de 2013 pronosticaba en diálogo con el diario italiano Gazzeta dello Sport: "En 2014 apunto a ganar el Balón de Oro". En febrero de 2015 seguramente piensa, sin abandonar la sonrisa natural que le acompaña porque "es un modo de vida", que ese Balón de Oro debe significar la recuperación total de su rodilla y la sensación de volver a sentirse indestructible.

¿Qué se puede esperar de Arturo Vidal en esta recta final de temporada, el primer semestre de 2015? No se trata de un jugador que se deje amedrentar por las dificultades. De hecho, el Rey Arturo no pacta con ellas. Sólo entiende y comprende que las debe vencer. El punto es que saber elegir un momento para dosificar esfuerzos, por más doloroso que sea convivir con la posibilidad de perder el puesto durante un corto lapso. Tiene 27 años Vidal, y mucho fútbol por delante. Este lunes 2 de marzo va a querer jugar contra la Roma para ayudar a la Juventus, líder del Calcio, a mantener o aumentar la distancia que le lleva al equipo romano, su escolta, en la clasificación (9 puntos). Pero quizá sea luego un buen momento para recuperar energías, ya que Fiorentina, Sassuolo y Palermo no son rivales directos de la Juve en la gran pelea por los títulos.

Hablamos de 3 partidos en 10 días, antes de visitar al Borussia Dortmund para definir el 18 de marzo próximo el pase a cuartos de final en la UEFA Champions League. Parece un buen momento para que Vidal se reencuentre con sus mejores sensaciones. En el juego de ida contra el conjunto alemán, llegar a destiempo, falto de distancia, y cometer una durísima falta contra Piszczek, pudo haberle costado muy caro. Massimiliano Allegri, DT de la Vecchia Signora, con quien no tiene tanta confianza como la que tenía con Antonio Conte, le reemplazó poco antes del final del partido por temor a perderle. Vidal acaso medite que a veces es positivo dar un paso hacia atrás para después dar dos seguidos hacia delante.

Las lesiones de rodilla son temibles para cualquier futbolista en la edad que sea. El fútbol no respeta a nadie y siempre se las arregla para desprestigiar al Robocop de turno en alguna pelota dividida. ¿Vale la pena arriesgar tanto, siendo que sobran las ocasiones para continuar dando el máximo en la Juventus, y que la Copa América de Chile 2015 está tan cerca? Vidal tiene tiempo para continuar integrando el grupo de jugadores selectos que habita desde hace tiempo, pero debe escuchar a su cuerpo y cuidarse. Tal vez ha hecho mal la crítica especializada en Italia en tomarla con él por el descenso en su nivel de rendimiento en los últimos partidos, pero el jugador no debería obsesionarse con ello porque tiene siempre a mano la posibilidad de responder en el césped.

Vidal promedia 32 partidos de Liga desde 2009 y 7 en copas europeas desde 2010. En 2014-15 está a 13 encuentros juegos de igualar en la competición liguera italiana su marca habitual. Es posible que su contrato le garantice algún tipo de incentivo al respecto, pero ese vínculo no debería preocuparle. Caduca en junio de 2017 y puede ganar varios títulos importantes más hasta entonces.

En 2013-14 marcó 13 goles (11 en el Calcio y 2 en la UEFA Europa League), pero por más que en esta temporada lleve 6, tampoco debería obsesionarse. No fue contratado por la cantidad de goles que marca, sino por todo lo que le aporta a su equipo cuando actúa estando al ciento por ciento. Arturo Vidal ganará títulos importantes en este ejercicio, pero dependerá de él no posar junto a alguna muleta en las fotos con las copas que le toque levantar.

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