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Josh McCown a los Browns y la tendencia inexplicable en la NFL

MÉXICO -- La última vez que Josh McCown se mostró como un mariscal de campo con capacidad de desafiar a cualquier defensiva y mover las cadenas de forma consistente y atemorizante, incluso, fue en la temporada del 2013 cuando asumió los controles de los Chicago Bears en la ofensiva de Marc Trestman.

La lesión de Jay Cutler en esa época abrió la puerta a que el veterano reserva mostrara un despliegue fino, basado en total entendimiento, para conducir el esquema del gurú de mariscales de campo Trestman. McCown ganó tres partidos en cinco inicios como suplente de Cutler y vio la banca en cuanto el estelar --al menos en términos financieros-- pudo saltar al emparrillado de nuevo.

McCown tuvo actuaciones de 94.6 y 99.1 Total QBR en ese período y más de un analista, aficionado e integrante del universo de la NFL se preguntó si era momento de dejar que el veterano de nueve temporadas --en ese entonces-- terminara el año y ver qué sucedía. Inclúyanme en esa lista.

La realidad llegó para McCown cuando regresó al sitio donde cumplió la mayor parte de su carrera: la banca. Cutler apareció de nueva cuenta y los Bears vencieron a los Cleveland Browns. Pero la realidad más cruda llegó para la franquicia, toda vez que Jay perdió los últimos dos juegos del año --incluido el definitivo en Lambeau Field contra los Green Bay Packers-- y Chicago se quedó sin postemporada.

El ex mariscal de campo de los Arizona Cardinals y los Carolina Panthers probó suerte en el mercado libre y uno de sus ex coaches, Lovie Smith, lo llevó con la intención de ser titular a los Tampa Bay Buccaneers. Por primera vez desde el 2004 con los Cardinals, McCown arrancó una temporada como responsable de los controles. Sin dudas, lo mostrado en Chicago daba para pensar que sería un titular confiable, pero la realidad lo golpeó de frente y la luna de miel de aquellos Total QBR en Chicago se desvaneció con rapidez.

En el proceso, McCown se "interpuso" en el camino del jugador de segundo año Mike Glennon. Un mariscal de campo que como novato mostró cualidades prometedoras dentro de una generación de pasadores que ofreció muy poco en el nivel profesional. McCown terminó el año con 11 pases de touchdown por 14 intercepciones en 11 partidos disputados.

Ahora, los Cleveland Browns anunciaron que McCown es nuevo mariscal de campo para entrar en la controversial terna entre Brian Hoyer --primer titular de los Browns en registrar marca positiva desde hace 20 años-- y el joven Johnny Manziel. El movimiento obliga la pregunta, y disculpen si el énfasis suena irónico: ¿qué están haciendo los Browns?

No se trata de denostar a McCown --eso será más tarde-- pero realmente hay problemas en esa gerencia si no se privilegian las evidencias exitosas por encima del azar. Ya vimos a McCown tapar el camino de Glennon que, si bien no era garantía, ahora no vive mucho de los chispazos que mostró en el 2013.

La esperanza de surgimiento de Glennon en Tampa Bay se fue extinguiendo cuando un veterano de 11 campañas fue beneficiado por encima de él y, ni siquiera con actuaciones débiles y un deterioro manifiesto en su capacidad física, hubo un cambio de filosofía en los Bucs para apostar all-in con Glennon.

No quiero sugerir que Glennon es el próximo Andrew Luck si ve suficientes alineaciones, sin embargo, nunca sabremos si era posible un establecimiento de bases sólidas como titular gracias a la eterna apuesta de las franquicias por librar el pozo detrás de un veterano.

Ahora, los Browns suman un contrato de pretensiones elevadas a su rotación de mariscales de campo y --no me cansaré de decirlo sobre Hoyer-- están por sentenciar el destino del último pasador titular de la franquicia con marca positiva en 20 años. ¿Qué están pensando? ¿Cuál es su plan? ¿Manziel?

Bueno, en el supuesto que Johnny Football --quien se encuentra en un centro de rehabilitación actualmente-- sea la carta fuerte de los Browns para un futuro, más les vale entonces que Manziel esté bajo centro en la Semana 1 de la temporada regular. Si quieren ponerlo a competir, es probable que McCown muestre una ligera ventaja y la película de Tampa Bay se repita.

El entrenador en jefe Mike Pettine fue un protagonista ávido de la competencia que Hoyer y Manziel vivieron el año pasado y, si me preguntan, rebasó un poco su alcance. Hoyer, nativo de Ohio, cerró su temporada con registro de 7-4 pero fue banqueado por un Manziel que francamente nunca se mostró listo para la NFL.

Con la tendencia por voltear al mercado como si el dinero quemara los bolsillos de la franquicia, Pettine optó por el mejor agente libre disponible en la posición, al menos ante sus ojos, y firmó a un veterano que antes de llegar a los Bears en el 2013 ya entrenaba preparatoria en North Carolina.

También existe una vertiente que opina que McCown llega para fungir como mentor de Manziel y el tercero en el orden, Connor Shaw, pero todos sabemos cómo terminará esa relación Jedi-Padawan si la basura se sale del bote y Manziel recae en lo poco que le vimos durante el 2014.