BUENOS AIRES -- No se consagró campeón, pero volvió a sentirse un ganador. Después de un comienzo de temporada difícil y un inicio de semana aún más complicado en lo anímico por no ser convocado para el equipo de Copa Davis, Juan Mónaco pudo sentirse a gusto nuevamente en una cancha. Volvió a sonreír, a disfrutar. Y como consecuencia, además, regresaron las victorias. Su primera final desde julio y su retorno al Top 50 tras 11 meses.
"Tuve sensaciones buenas, siento que recuperé mi nivel y volví a ser feliz dentro de una cancha. Eso es lo más importante hoy en día", comentó Juan Mónaco, tras caer en la final del ATP 250 de Buenos Aires ante Rafael Nadal por 6-4 y 6-1. "Espero que estas sensaciones las pueda mantener durante todo el año y pueda completar una gran temporada", agregó.
El punto final de Mónaco fue ante Nadal, un rival al que nunca pudo doblegar sobre clay en seis ocasiones, pero el inicio arrancó unos días antes. Ni siquiera en Argentina. La semana pasada, tras cuatro derrotas seguidas, pudo sellar sus primeros dos triunfos en 2015 y forzó a David Ferrer, posteriormente campeón, a luchar tres sets en Río de Janeiro. Y después, ya en Buenos Aires, una seguidilla exitosa de cuatro escalones.
"No fue una semana fácil para mí", relata Pico en contrapunto de los interesantes compases que regaló en el polvo de ladrillo argentino. Golpeado en el orgullo, sacó su mejor tenis. Fuera del equipo de Copa Davis para enfrentar en unos días a Brasil por decisión del capitán Daniel Orsanic por el rendimiento en los primeras semanas de 2015, Mónaco pareció liberar su juego.
El primer paso, ante Máximo González para tomar confianza. Luego, frente a Leonardo Mayer, número uno de la Argentina. Los gritos de Mónaco, acompañados con golpes en el pecho empezaron a aparecer en Buenos Aires. Acá estoy yo, pareció decir. Y siguió. Un triunfo con valor extra ante Pablo Cuevas, duelo en el que logró sobreponerse a no poder cerrarlo en el segundo set. Y escena repetida ante Nicolás Almagro, ex Top 10 y en vías de recuperación de su nivel tras una dura lesión en un talón.
"Quiero agradecer a mi equipo de trabajo, que está apoyándome todo el tiempo. Sé que no vivimos momentos buenos en los últimos meses, pero estamos levantando. Confíen en mí que voy a poner todo para seguir luchando. Todavía siento que puedo un poco más, así que le voy a seguir metiendo", graficó Mónaco, con señales positivas durante toda la semana.
Una vez más, Pico está en la pelea.