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Cuadrado campeón

BUENOS AIRES -- Primer título para el colombiano Juan Guillermo Cuadrado con Chelsea, y participación dispar de los futbolistas sudamericanos en la final de la Capitol One Cup: Cuadrado tuvo 14 minutos de acción tras reemplazar al brasileño Willian por orden de Jose Mourinho, y ese cuarto de hora le introdujo en la historia grande del club de Stamford Bridge. El de Necoclí entró para oxigenar el juego de su equipo sobre la derecha y salió airoso de su duelo con el lateral Danny Rose.

Por la cabeza de Juan pasa la vida entera en estos momentos de alegría tras levantar su primera copa en Europa. El recuerdo hacia Guillermo, su papá, un corajudo repartidor de gaseosa en su camión, cuyo asesinato presenció el internacional cafetero escondido debajo de su cama cuando apenas tenía 4 años. Y hacia Marcela, su abuela, que le retaba por ensuciar su ropa jugando al fútbol en un lodazal, lo que hacía que terminara corriendo detrás de la pelota en calzoncillos y descalzo pero feliz. Mourinho le ha dado confianza y libertad para moverse dentro de un esquema táctico que prevé para él mayor injerencia en maniobras ofensivas que defensivas.

Junto a Cuadrado, que vio la tarjeta amarilla a los 85 minutos por una acción de juego brusco, se proclamaron campeones también los brasileños Diego Costa, Ramires, Oscar, Filipe Luis y Willian. Mourinho ve que su decisión de arrancar la columna vertebral del Atlético de Madrid (incluía a Filipe Luis y Diego Costa) en el mercado de pases veraniego, fue más que acertada.

Con el entrenador portugués ha crecido el rendimiento de Ramires e incluso Willian ha ganado en confianza. Después, Costa engalanó su actuación forzando el gol que sentenció el partido a los 56 minutos, cuando Kyle Walker introdujo en su propio arco el remate del exgoleador colchonero. Luego, resulta curiosa la estadística general del partido por lo parejo de las cifras. Chelsea y Tottenham remataron 8 veces cada uno, y ambos lo hicieron entre los tres palos sólo en 2 oportunidades. Es más, también empataron en acciones de fuera de juego (3).

Eso sí, en materia de posesión de balón, Tottenham acumuló un 59% y Chelsea un 41%. En ese porcentaje superior de tenencia de la pelota a cargo de los Spurs también tuvo que ver Erik Lamela, a quien Mauricio Pochettino le dio 19 minutos de acción al sustituir a Ryan Mason. El mediapunta internacional argentino resultó el único aporte sudamericano en el Tottenham, debido a que Pochettino mantuvo al exjugador de Ferrocarril Oeste Federico Fazio en el banco de suplentes.

A los de White Hart Lane la fe les duró 45 minutos. Cuando John Terry abrió el marcador al final del primer tiempo, el gol del central y capitán de los blues tuvo el efecto de la primera piña que le daba Mike Tyson en su juventud a cualquiera de sus rivales. Spurs paralizados, perplejos, empequeñecidos.

El gol de Diego Costa significó la segunda y el nocaut inapelable. Da la sensación de que Lamela luciría más con atacantes más sagaces y potentes de los que le acompañan. Quizá por eso el Tottenham parece decidido a contratar al colombiano Carlos Bacca cuando termine esta temporada 2014-15. No hay grandes reproches sobre la forma en que se desenvuelve el exjugador de River sobre el terreno de juego, aunque le perjudica siempre el hecho de que se recuerde que llegó como un supuesto reemplazante de Gareth Bale. A

Lamela le reclaman por ello desde los púlpitos de la crítica británica mayor explosión en su juego, pero está claro que su estilo no tiene nada que ver con el del actual jugador del Real Madrid. Queda en las retinas la imagen de Mauricio Pochettino insultándose a sí mismo tras el 2-0 propiciado por una internada de Diego Costa en el área.

El entrenador argentino goza de un prestigio creciente en el fútbol inglés, y dispuso un 4-2-3-1 que tuvo a mal traer al Chelsea en el primer capítulo del partido. Pero carecer de contundencia es un pecado capital en un partido que se va a definir por pequeños detalles. Ninguna objeción sobre la disposición táctica que ordenó el exentrenador de Espanyol de Barcelona y Southampton. Si acaso, reclamarle algo más de reacción a la hora de introducir al español Roberto Soldado en el once. El belga Nacer Chadli falló más de la cuenta y quizá se hizo esperar demasiado su cambio, que sobrevino en el minuto 80. Resta ver cómo encarará el final de temporada el Tottenham, que había consagrado toda su fuerza, tensión y expectativas a este encuentro en el estadio de Wembley, choque presenciado por casi 90.000 personas.

Por su parte, el Chelsea tiene ante sí un panorama fabuloso en la Premier League, campeonato en el que puede ensanchar la brecha de puntos con el Manchester City tras la caída de los citizen frente al Liverpool este fin de semana.

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