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Un nuevo arranque para el Barcelona

BARCELONA -- "El empate del Real Madrid no cambia las cosas. Tenemos que ir partido a partido y seguir ganando". Las palabras de Sergio Busquets este lunes en Barcelona no ocultan la nueva realidad de la Liga. Una semana después de que el equipo azulgrana tirase por la borda medio título cayendo en el Camp Nou frente al Málaga, el Villarreal le devolvió la esperanza. E hizo buena la apuesta de Luis Enrique: "Aún hay margen para los errores".

"La Liga no se decide hasta las últimas cinco jornadas" aventuró hace años el malogrado Luis Aragonés en una sentencia que Pep Guardiola hizo suya para mantener la intensidad en su plantilla. Y, de sopetón, el campeonato ha entrado en una dimensión en la que incluso el Atlético de Madrid se cree con derecho a mantener la esperanza.

Contemplar el calendario ofrece una ventaja que se puede adivinar falsa al Real Madrid. Una vez pase el Clásico, dentro de dos jornadas, restarán diez para acabar el campeonato, de las que seis las jugará el equipo de Carlo Ancelotti en el Bernabéu con el Valencia como visitante más incómodo, rival que también habrá jugado en el Camp Nou una semana después de que los de Luis Enrique se desplacen a Sevilla.

El Barça, sin embargo, que tendrá tantos partidos en casa como fuera, cinco, jugará en el campo del Sevilla además de hacerlo en el del Espanyol y Atlético de Madrid, en un final de torneo que se le aventura más duro. Y es por ello que el empate del domingo en el Bernabéu se entiende mucho más importante de lo que Busquets quiso dar a entender.

Porque en el interior del vestuario azulgrana esos dos puntos que se dejó el Madrid se acogieron con indisimulada alegría. "Salir del Clásico un punto por detrás del Real Madrid no es lo mismo que hacerlo uno o más por delante" admitió un ex futbolista del Barça, para quien el golpe moral "puede tener consecuencias. Y más teniendo en cuenta que al cabo de dos semanas, 12 y 13 de abril, deberá disputarse la ida de los cuartos de final de la Champions, justo entre la visita al Sevilla y el recibimiento al Valencia en una semana que se aventura decisiva en la suerte del torneo.

En los planes del Real Madrid no se contemplaba dejarse esos dos puntos ante el Villarreal que frenasen su condición de favorito. Porque el próximo sábado el equipo merengue tiene un desplazamiento de alto riesgo a Bilbao que de manera sorprendente podría apartarle del liderato en un momento que ya comienza a entenderse como vital en la temporada.

"El fallo que cometió el Barça contra el Málaga sacó del plano los problemas con que el Madrid ha ido transitando en las últimas jornadas" se enfatizó en una tertulia en que se consideró hasta cierto punto "normal" el accidente del Villarreal. "Ganó con problemas al Sevilla y después de la goleada en el Calderón sufrió contra un Deportivo respondón pero sin puntería" se apuntó igualmente, dando a entender que sin caer en ningún tipo de crisis sí es cierto que el grupo de Ancelotti, menos fresco de piernas, empieza a sufrir los rigores de una larga temporada.

Rayo Vallecano y Eibar por un lado. Athletic y Levante por el otro. Y el Clásico apuntando dentro de tres semanas antes de un parón liguero que puede convertir el sprint final del campeonato en explosivo. "Queda mucho por hacer y habrán más fallos" aventuró Luis Enrique. "Las Ligas de los 100 puntos ya no se repetirán" le secundó un integrante del cuerpo técnico.

Hasta hoy el Barça se ha dejado por el camino 16 puntos (dos empates y cuatro derrotas) y en el supuesto de ganar todos los partidos que le restan alcanzaría los 98 puntos, una cifra que se contempla poco menos que imposible. Se fallará, sí... Pero a partir de ahora ya no es un secreto que los fallos empezarán a penalizar a quien los cometa de manera evidente.