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No sé nada de fútbol

¿Es Messi un poeta?, se pregunta Cucu. Getty Images

BUENOS AIRES -- Es duro, es complicado, que un columnista deportivo afirme esto, en el sitio de deportes más importante del mundo. Pero desde hace años que trabajo acá, y veo y me informo sobre fútbol y me doy cuenta que cuanto más leo, menos sé.

¿El fútbol es una actividad impredecible? ¿Quién podía pensar que el Real Madrid perdería su último partido y le daría la oportunidad de acercarse al Barcelona? Ningún especialista, ni el más fanático de los admiradores de fútbol hubiese presagiado una caída del Real Madrid.

Pero ahí están ambos, nuevamente. Jugando bien y a un punto de distancia. ¿Quién es mejor? ¿Quién juega o hace las cosas mejor es algo que muchas veces me vi en la necesidad de responder?

Pero me di cuenta que en el fútbol y en el arte, no sirve el concepto de mejor. ¿Como definimos que un cuadro es mejor que otro? ¿Quién tiene la verdad ante dos poemas? Por eso, el fútbol no es un deporte, es una actividad muy ligada al arte.

Desde sus comienzos, dadas las emociones que generó siempre, desde el look de sus remeras, hasta las corridas de Ronaldo y las cosas imposibles que realiza Messi dentro del campo de juego, me llevan a un estado de confusión total. Cada día sé menos de fútbol.

No obstante, comprendo su dinámica, pero no puedo entender sus resultados, su pelea constante, su rarísimo fanatismo violento. Es el resultado el gran karma del fútbol. Es el dinero en juego lo que lo ensucia y lo estropea.

Deberían jugarse partidos donde nadie gane por la diferencia del gol, sino por las situaciones, los contenidos, los mensajes, las destrezas y las inventivas que se llevan adelante en cada partido de fútbol. En este sentido, el fútbol tiene mucho que ver con la novela moderna, uno no busca un final, uno disfruta leyéndolas.

Fútbol y arte. Fútbol y cultura. Quizás sea todo lo mismo. O mejor dicho, distintas manifestaciones de una sola expresión: la libertad del hombre. Por eso, porque necesitamos libertad, es que existen los deportes, las artes, el amor, la amistad...

No acepto el resultado, no acepto la trampa ni el egoísmo, pero sin embargo, son características que también conviven a la hora de disputarse un partido de fútbol.

El equipo Barcelona o cualquier otro equipo que juegue bien, despliega poesía y puede considerarse como una obra de arte en sí misma en pleno movimiento. ¿Es Messi un poeta?

No caben dudas, Messi y otros grandes jugadores tienen el don de irradiar belleza y poesía, de hacer las cosas simples y a las imposibles las hacen, las vuelven posibles. El fútbol será la actividad y el arte del futuro. Habrá que prepararse, estudiar más la cuestión. Pero sobretodo, los cronistas del futuro, no tendrán esta duda que tengo yo.

Asimilarán todo con bastante gallardía, con disfrute y conocimiento y se darán cuenta que el fútbol no es fútbol y que no necesita comprenderse, ni perfeccionarse demasiado. Está, simple, básico en su inmensidad.

Gracias al arte de la pelota, muchos acontecimientos sociales pasan de las formas más imprevistas. Es una esperanza, como la música, aunque muchas veces no lo entendamos, traerá alegría y paz a nuestras almas.