Para alguien que está a punto de dar un gran salto de fe, Kaká suena notablemente calmado en el otro lado del teléfono.
Es el último jueves de febrero, 10 días antes de su debut y el del Orlando City en la Major League Soccer (MLS) contra el también recién llegado Nueva York City FC. No es la primera vez en su carrera que Kaká ha llegado a un equipo y a una liga rodeado de grandes expectativas; sólo hay que recordar, por ejemplo, el cambio de Milán al Real Madrid ($87.5 millones de dólares) en 2009.
Esta ocasión, sin embargo, las apuestas son indiscutiblemente superiores. El brasileño tiene una responsabilidad que trasciende. Su fichaje ha sido promocionado como un golpe de marketing masivo para la MLS en su búsqueda de relevancia frente a la que ejercen las ligas extranjeras (y deportes americanos) sobre los aficionados al fútbol en los Estados Unidos. El ex Balón de Oro es también el chico de oro de un ambicioso proyecto ideado por el empresario brasileño Flavio da Silva, quien compró la franquicia hace un par de años con elevados sueños de aprovechar la afluencia formidable de turistas brasileños y extranjeros a Florida.
La admisión para el juego inaugural del equipo en la MLS está agotada, con una capacidad de 60 mil en el Citrus Bowl el domingo, lo cual está dando al jugador de 32 años de edad un tipo diferente de mariposas.
"Es una enorme responsabilidad de ser parte de un proyecto como el de Orlando, y soy consciente de las expectativas", dijo Kaká. "La sensación es diferente, y yo sólo necesito dejar que las cosas surtan efecto lo más natural posible".
La mención de David Beckham, su ex compañero del AC Milan, es inevitable. Pero Kaká resta importancia a las comparaciones con respecto al potencial impacto que podría tener en el desarrollo del deporte en los Estados Unidos.
"David fue un gran embajador y nadie puede negar que se ha elevado el perfil del juego en Estados Unidos, pero ahora los chicos como yo trataremos de construir sobre eso", dijo. "Es impresionante que la MLS ya atrae a más espectadores por juego [más de 19 mil] que el campeonato brasileño [alrededor de 17 mil]".
El brasileño, sin embargo, admite que su éxito estará vinculado a las buenas actuaciones. Las preocupaciones acerca de su estado físico parecen infundadas después de que jugó 56 partidos con el Milán y Sao Paulo FC la temporada pasada, anotó 11 goles y registró nueve asistencias.
"Me siento en gran forma y he estado libre de lesiones durante un tiempo. Por supuesto que no soy el mismo chico que era en 2007, pero he aprendido a dar forma a mi juego a estas alturas de mi carrera. Digamos que no necesito perseguir el balón tanto como antes. Se aprende a encontrar los atajos ", dijo con una risa.
Desde que llegó a Florida, el centrocampista ha tenido algunas oportunidades de conocer a sus compañeros de equipo, incluyendo un par de amistosos de pretemporada.
"Es un buen grupo de chicos, y después de haber pasado por algunas dificultades iniciales, parece que estamos bastante bien", dijo. "Pero no ha habido tiempo suficiente para mí para conocer a los otros equipos. Sé que hay un montón de buenos equipos por ahí, y vamos a tener que jugar a su nivel para hacer una buena temporada".
Aquí hay otros signos positivos. El ganador de la UEFA Champions League en 2007 dijo que no podría haber congeniado mejor con el gerente Adrian Heath. Kaká señaló que las sesiones de entrenamiento son similares a lo que vivió en Europa, a pesar de que era la carta blanca ofrecida por Heath en términos de su posicionamiento lo que más le emocionaba.
"Me gusta la idea de jugar con un poco más de libertad táctica, ya sea en un papel más profundo o apoyando a los delanteros con más frecuencia", dijo.
El propietario Silva ha dicho públicamente que espera que Orlando llegue por lo menos a los playoffs esta temporada. Después de haber firmado un contrato de tres años con el equipo de Florida, a Kaká le gustaría superar esas metas.
"He ganado trofeos en cada club que he jugado", dijo, "por lo que uno de mis objetivos personales en los próximos años es ganar la Copa MLS".
Lista de Kaká también incluye un retorno a la selección. Una sorpresiva inclusión para un par de amistosos el año pasado, Kaká niega excluirse del deber nacional, especialmente con Dunga a cargo de nuevo, el entrenador bajo quien Kaká tuvo sus mejores años con la camiseta amarilla.
"No puedo hacer planes a largo plazo con respecto a la selección, pero todavía siento que puedo ayudar al equipo y si el personal técnico siente lo mismo, no hay ninguna razón para descartar un regreso", dijo Kaká. "No creo que haya un problema que voy a jugar en Estados Unidos porque la liga aquí ha evolucionado considerablemente."
Lo irónico es que la popularidad de los torneos extranjeros en realidad podría jugar bien para Kaká. Él está disfrutando de la posibilidad de seguir la Liga de Campeones. Algunos podrían sorprenderse con favorito para ganar, a pesar de algunos momentos problemáticos en Madrid, al ex Galáctico le gustaría ver al Real levantar su 11ª Copa de Europa.
"He ganado trofeos con Madrid y dejé amigos ahí, así que me gustaría que se convirtiera en el primer equipo en mantener siempre el trofeo. La única forma en que podría ser diferente sería si el Real juega anta Milán uno de estos días", confesó con una sonrisa.
Fernando Duarte es un experto en el fútbol brasileño con sede en Reino Unido que ha informado sobre la selección durante más de una década. Síguelo en Twitter @Fernando_Duarte.