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El Campus Experience de Real Madrid pasó con éxito por Argentina

BUENOS AIRES -- Durante el verano, los chicos saben cómo pasarla bien. Y si hay varias canchas de fútbol y muchas pelotas a disposición, la diversión está garantizada.

El Campus Experience de la Fundación Real Madrid llegó por primera vez a la Argentina, con un éxito rotundo. Está dirigido a niños y niñas de 7 a 17 años, con el objetivo de que puedan participar de una actividad que abarca ocio y formación.

"El programa incluye una parte exclusiva de fútbol y valores unidos a la historia del Real Madrid: liderazgo, autocontrol, respeto a los demás, trabajo en equipo y esfuerzo", explica Joaquín Sagués, Director a nivel mundial del Campus Experience.

Consultado por un futbolista madridista que sirva como espejo, el responsable del campus no duda: "Don Alfredo Di Stéfano. En su honor, me quedaría solo con su nombre. Resume todos los valores".

En los partidos de los distintos grupos, divididos por edades, se observan imitaciones de los ídolos. En el grupo de 6 y 7 años, un chico mete un gol y lo festeja con una corrida de arco a arco. Antes de un penal a favor, un arquero se arrodilla y se persigna a la espera de que su compañero convierta. Y en otra definición desde los 12 pasos, los jugadores aguardan arrodillados y abrazados.

Javier Sanz, coordinador del Campus Experience, describe que "los chicos llegan súper ilusionados, con muchísimas ganas de trabajar y disfrutar del fútbol". La actividad está supervisada por dos coordinadores españoles y siete profesores de la Fundación. Por eso no sorprende que entre las indicaciones se escuche un "penalti" o un "a por él".

El evento comenzó en Córdoba, con la inscripción de unos 435 niños, y continuó en el country Santa Bárbara de Buenos Aires con otros 350. El programa se lleva a cabo en más de 20 países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Brasil, México, Canadá, Arabia Saudita, China y Singapur, entre otros. El de Argentina se convirtió en el 2º campus más grande del mundo.

Lógicamente, prevalecen las camisetas blancas del Madrid, pero también se ven casacas de Boca, River, la selección argentina y hasta algunas de Barcelona con la 10 de Leo Messi. "Hay muchas camisetas del Barça. Es un club muy prestigioso, al que respetamos muchísimo. Es un grandísimo rival", analiza Sagués.

Lo que no se observa es la presencia de padres. "Los campus están pensados para los niños, no para los papás. Igual que el colegio, cuando los dejan a la mañana y los retiran a la tarde. Nos otorgan su confianza, nosotros cuidamos de su hijos, los educamos, los formamos, complementamos su educación. Pero cada uno en su sitio", describe el director.

Es inevitable no pensar en la presión que muchas veces ejercen los padres sobre los hijos para que triunfen en el fútbol: "Todos queremos que nuestros hijos sean Cristiano Ronaldo o Messi, pero sale uno en uno, dos o 10 millones".

¿Y si surge algún crack? ¿Le avisan a Florentino Pérez? "Nuestra tarea es la formación y eso nos permite trabajar con tranquilidad. Si vemos capacidades superiores, hay canales por los que pueden llegar", advierte Sagués.

Mientras tanto, los chicos se siguen divirtiendo. Cada grupo lleva el nombre de un futbolista merengue y se genera una competencia de hinchadas: "¡Cristiano, Cristiano!", "¡James, James!".

Cuando termina la tarde, celebran los campeones. Rápidamente baja el mensaje de los profesores: "Hay que darse la mano siempre. Los ganadores saluden a los perdedores".

Antes de irse, los chicos posan para el fotógrafo al grito de "Madriiiiiiiid". Final de una jornada con una combinación perfecta de deportes y aprendizajes. Para todos los protagonistas, seguramente será inolvidable.