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Nets busca reconciliarse en su casa

NUEVA YORK - Los Brooklyn Nets de nuevo volvieron a mostrar que el Barclays Center sigue siendo su casa de horrores para cuando sufrieron su tercera derrota al hilo en esta estadía de casa actual, esta vez cayendo ante el Utah Jazz con marcador de 95-88 la noche del domingo.

Tal vez los Nets pueden convencer a la oficina del comisionado para que la liga le de una mano de respaldo y le altere el resto de su calendario local, quizás demorando el cierre del Izod Center donde jugaron por más de 30 años o utilizando la vieja sede del Prudential Center en Newark donde jugaron sus última dos temporadas antes de hacer el cruce a la Gran Manzana en 2012.

El hecho de simplemente darle un vistazo rápido a las tablas de posiciones y cada uno de los ocho equipos que están peleando por la clasificación a los playoffs de las Conferencias Este y Oeste, respectivamente, señala el éxito que han tenido como locales mientras que en los partidos de gira, 11 de esos 16 conjuntos han desarrollado un porcentaje de victorias sobre .500.

De algún modo, los Nets han tenido un récord de 11-18 en los partidos que han sido celebrados en el pabellón que le costó $1 billón para construir. Lejos de aquella cancha iluminada que lleva el diseño de espigas, el conjunto del entrenador Lionel Hollins ha registrado un balance de 14-18.

"Lo sé que hemos jugado bien el año entero en la gira y sé que hemos jugado mal todo el año en la casa y no ha cambiado", afirmó Hollins luego de haber pasado por otra incomprensible derrota.

Lo único que el coach pudo modificar de cara al revés que experimentaron fue su quinteto titular, removiendo al escolta Alan Anderson y al pívot Mason Plumlee a cambio de Thaddeus Young, que comenzó como ala-pívot, y Brook López, quien estuvo de regreso en la alineación titular por primera vez desde el 7 de febrero.

El cubano-americano, cuyo nombre circuló los rumores en el circuito de los canjes de cara a la fecha limite, hiló seis puntos en el cuarto parcial para cortar el déficit a 78-77 restando 5:22 en el reloj de juego.

El Jazz entonces respondió con su propio parcial de 10-0 que los puso por delante 88-77 restando 3:19 en el juego que prácticamente selló la caída del conjunto con la nómina más alta de la NBA.

Brooklyn, que no pudo recuperarse ni ponerse de pie tras caer a la lona, ahora se encuentra a dos juegos y medio detrás del octavo y último plazo de los playoffs de la Conferencia del Este.

Cualquier impulso positivo que se generó tras culminar su última gira de ocho partidos en Dallas el sábado pasado con una victoria y el impresionante triunfo de último segundo sobre los Golden State Warriors para arrancar esta estadía en casa el lunes pasado marchitó rápidamente como un minuto neoyorquino.

La paliza de 24 puntos contra los Charlotte Hornets el miércoles, la desconcertante derrota que tuvieron el viernes ante Phoenix en tiempo extra luego de tener una ventaja de 15 puntos y lo que vivieron el domingo a manos de Utah es suficiente para noquear la ilusión que tiene Brooklyn con esta postemporada que inicia el próximo 18 y 19 de abril.

"No tengo muchas respuestas para nuestras luchas en (nuestra cancha local). Si lo supiera, creo pudiéramos dar la vuelta y hacer un giro de ciento ochenta grados o hacer algo", aseveró Deron Williams. "Ahora estamos en una situación difícil en la que estamos luchando por un lugar en los playoffs y estamos jugando muy mal. Es como que damos un paso adelante y dos pasos atrás.

Le ganamos a dos buenos equipos. Le ganamos a Dallas en la gira y a Golden State en casa y luego perdemos estos tres en casa. Sólo estamos deslizando cada vez más atrás". De los últimos 23 partidos restantes en el calendario de la temporada regular, 13 se llevaran a cabo en el Barclays Center, el próximo siendo este martes ante los New Orleans Pelicans, otro equipo que se encuentra en la lucha por el octavo lugar de la Conferencia Oeste, a un solo juego detrás del Oklahoma City Thunder.

El único lado positivo que Brooklyn le pueda aplicar a este resbalón que ha cultivado una nueve gris cada vez que visten la camiseta y el pantalón blanco en el Barclays Center es que partirán hacia la Ciudad del Sol donde iniciarán un gira de cinco partidos el miércoles enfrentándose ante el Miami Heat.