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A-Rod cerca de cifras históricas

DUNEDIN, Florida -- Mientras se prepara para una temporada en la que podría alcanzar algunas de las marcas más sagradas de Grandes Ligas, Alex Rodríguez simplemente está feliz por volver a tener la oportunidad de vestir un uniforme de béisbol. Ya luego tendrá tiempo para pensar acerca de su inminente arribo al club de los tres mil hits y las dos mil carreras impulsadas, entre otros hitos que persigue.

A-Rod, un triple Jugador Más Valioso y 14 veces Todos Estrellas, que es quinto de la historia con 654 jonrones, necesita 61 imparables para los tres mil, 31 impulsadas para las dos mil y 81 anotadas para las dos mil. Hank Aaron (3,771 hits, 755 cuadrangulares, 2,297 impulsadas y 2,174 anotadas) es el único pelotero con ese tipo de estadísticas en la historia del béisbol.

"Ahora mismo lo que tengo en la mente es prepararme física y mentalmente para un año fuerte, un año en que mi equipo va a necesitar en que contribuya y que meta muchos palos", dijo Rodríguez a ESPNdeportes.com durante el fin de semana.

Rodríguez, quien cumplirá 40 años durante el verano, no ha jugado un partido oficial desde el 17 de septiembre del 2013, cuando se perdió los primeros 110 juegos de la temporada por su segunda operación de cadera en cuatro años y también las últimas dos semanas de la serie regular por otras molestias.

El año pasado fue suspendido por las Grandes Ligas por la temporada completa debido a su participación en el escándalo de dopaje de la desaparecida clínica Biogénesis de Miami. Los Yankees de Nueva York planean usarlo como batedor designado la mayor parte del tiempo y ocasionalmente en 1B y 3B, para descansar a Mark Teixeira y Chase Headley.

"Gracias a Dios me siento muy bien, saludable, fuerte, con mucho ánimo y energía para jugar pelota, el juego que yo adoro", dijo Rodríguez, quien batea .353 (17-6) con un jonrón, un doble, dos impulsadas, cuatro bases por bolas y tres ponches en ocho partidos de la Liga de la Toronja en Florida.

Mientras en el plato ha mostrado destellos de la grandeza del toletero que exhibe promedios de .299 en bateo, .384 de OBP y .942 de OPS en más de 11,300 apariciones, a la defensa ha lucido adecuado en la mayoría de las ocasiones, pero en algunas como un antesalista de casi 40 años que no jugaba en año y medio.

"Me estoy moviendo lo más rápido que verán moverme. Mis días de velocidad quedaron en el pasado", dijo Rodríguez, quien ganó dos Guantes de Oro consecutivos en el campocorto antes de mudarse a la esquina caliente en febrero del 2004, cuando fue cambiado por los Vigilantes de Texas a Nueva York.

"Le tengo un respeto increíble a [el manager] Joe Girardi, nosotros ganamos un campeonato en el 2009, lo que él quiera estoy listo para hacerlo", dijo acerca del rol que tendrá en su equipo.

Ya sea como bateador designado, antesalista o inicialista, lo más importante para los Yankees es la contribución que Rodríguez pueda hacer con el bate. Todas las herramientas utlilizadas para tratar de predecir la actuación de los jugadores de Grandes Ligas indican que el atribulado pelotero lograría entre ocho y 17 jonrones, entre 60 y 125 hits y entre 27 y 61 impulsadas, con un promedio de bate cercano a los .230.

ZiPS, una fórmula creada por el analista Dan Zymborski, de ESPN, predice que A-Rod bateará .229 con 15 cuadrangulares y 57 impulsadas en 358 turnos y 99 partidos. El hecho de solamente haber participado en 265 juegos en los últimos cuatro años es lo que más influye en las bajas expectativas que le otorgan las proyecciones.

La buena noticia es que incluso en el peor de los escenarios, A-Rod no tendría problemas para entrar a un circulo extremadamente privilegiado. En la historia de las ligas mayores, 28 jugadores han pegado tres mil hits, cinco despacharon 650 jonrones y apenas dos superaron las dos mil carreras impulsadas, pero solo Aaron aparece en los tres grupos. El próximo sería Rodríguez, aunque esa no es su preocupación actualmente.

"Por ahora no, pero cuando el tiempo venga, seguro que voy a pensar un poco más en eso", dijo Rodríguez, uno de tres jugadores con 600 jonrones, 400 dobles y 300 bases robadas. Los otros dos son Barry Bonds y Willie Mays.

El contrato de $275 millones de dólares por 10 años que Rodríguez firmó antes de la temporada del 2008 incluye un acuerdo de bonificación por jonrones históricos. Cuando alcance los 660 de Mays, y el cuarto puesto del liderato de todos los tiempos, tendrá derecho a reclamar un bono de $6 millones de dólares y luego podrá agregar otros $24 millones si llegara a quebrar el récord de 762 que posee Bonds.

Esta primavera, Rodríguez no solamente trabaja en preparar su cuerpo para volver a competir en el béisbol más exigente del mundo, tras purgar la mayor condena de la historia por el uso de sustancias, y demostrar que vale los $61 millones que Nueva York le pagará en los próximos tres años, sino que también en recuperar el apoyo del público que una vez tuviera a sus pies.

Poco a poco, los aficionados, de los Yankees y sus rivales, han ido olvidando sus transgresiones, al menos en los parques de entrenamientos.

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"Me sentí muy bien. Los fanáticos me han hecho sentir cómodo", dijo Rodríguez luego de ser abucheado en Dunedin, la casa de los Azulejos de Toronto, en su primer partido primaveral fuera de casa. "Desde el 2001, cuando firmé con los Rangers de Texas, los aficionados me han estado abucheando en la carretera y uno se acostumbra a eso. La buena noticia de eso es que si te abuchean es porque está en un uniforme, jugando pelota", agregó.

Pero no solamente hubo abucheos contra A-Rod en Dunedin. También hubo algunos aplausos, perdidos entre los 5,511 que colmaron el pequeño parque por primera vez en la temporada. Un grupo de dominicanos, con una enorme bandera de su país y con algunos instrumentos musicales, celebró cada movimiento del pelotero, especialmente cuando estrelló un pitcheo a 93 millas por hora de Daniel Norris contra la verja del jardín derecho en la cuarta entrada.

"Gracias a Dios, estoy aquí. Cuando salgo al terreno no solamente estoy representando a mi mamá y mi familia, sino a todos los dominicanos", dijo Rodríguez. "Había un un grupo dominicano con una tambora y una gran bandera. Luego del partido hablamos mucho, firmé la bandera. Me gustó eso, cada vez que puedo representar a los dominicanos me siento muy bien", agregó.

Rodríguez, un hijo de dominicanos que nació en Nueva York-- como muchos otros miles en la Gran Manzana--, se acercó más a sus orígenes en los últimos dos años que en toda su vida anterior, incluyendo el tiempo en que sus padres Víctor Rodríguez y Lourdes Navarro se lo llevaron a vivir a Santo Domingo.

Mientras disputaba al comisionado Bud Selig, y de paso peleaba con todo el mundo en la industria del béisbol, su larga suspensión, grupos de activistas dominicanos de Nueva York montaron piquetes frente a las oficinas de Grandes Ligas en el centro de Manhattan.

"De verdad que me siento muy satisfecho por el gran apoyo que he recibido de los dominicanos. El principal apoyo viene de mi mamá, la señora más dominicana del mundo, y de verdad que amo mi patria dominicana y estoy agradecido del apoyo que me han dado. Esta temporada será dedicada a los fanáticos dominicanos", dijo Rodríguez.

Ahora A-Rod espera que muchos dominicanos lo apoyen mientras se acerca a los tres mil hits y las otras marcas importantes que estará buscando en el 2015.

"Bienvenidos ¡Todo el mundo para el Yankee Stadium!", dijo.