Carlos Irusta 9y

El corazón de La Máquina

BUENOS AIRES --  Matías Erbin tiene 27 años y lleva más de uno trabajando en la preparación física de Lucas Martín "La Máquina" Matthysse. Nacido en San Pedro, provincia de Buenos Aires, vivió en Rosario desde 2005 al 2014. Fue en esa ciudad de la provincia de Santa Fe, en donde se recibió de preparador físico en 2008, y en donde trabajó en diferentes deportes, desde fútbol para ciegos a hockey.

Allí conoció a Sebastián Luján -el mismo que, alguna vez, enfrentó a Antonio Margarito- de quien finalmente se desligó en marzo de 2014. Luján por esos tiempos entrenaba en Junín junto a Lucas Matthysse y la escudería de Arano Box. Así que finalmente, y por intermedio de Dionisio "Cuty" Barrera -histórico entrenador de Lucas-, Matías Erbin pasó a formar parte del equipo, con la conformidad de Mario Arano, el promotor de Lucas...

"Esta va a ser la tercera pelea desde que estoy junto al grupo -dice Matías Erbin desde Junín, cuartel general de Matthysse-, y lo veo a Lucas muy contento, y con muchas ganas".

En sus dos combates anteriores, realizadas en 2014, Lucas sufrió para ganarle finalmente por KO 11 a John Molina Jr. (los dos cayeron en dos oportunidades) y luego venció fácilmente a "Massa" Ortiz con un certero gancho al hígado en el segundo round.

"Lucas se quedó con las ganas de más acción luego de ganarle a Ortiz -dice Erbin- porque como en todas las peleas había entrenado mucho, pero el boxeo es asi y el gancho al hígado que sacó fue impecable y certero. No dio para más.

¿Y para esta pelea, la del 18 de abril, frente a Ruslan Provodnikov? 
Y... ha trabajado fuerte. Como siempre. Hubo cambios de fechas, eso sí, porque primero se anunció que iba a pelear el 28 de febrero; después, se dijo 28 de marzo y finalmente, quedó firme para el 18 de abril.

Los cambios de fecha no siempre son convenientes para el boxeador.
Sí, puede ser, pero en este caso no tanto, porque se fue ajustando muy bien el trabajo. Fuimos regulando las cargas y manejándonos con cuidado. En el caso de Lucas hay una gran ventaja y es que él, normalmente siempre está en actividad. Se toma vacaciones, pero no demasiadas. Su última pelea del año pasado fue en septiembre y empezó a moverse en diciembre. Las cuatro primeras semanas del año se lo exigió más fuerte, y luego siguió naturalmente durante febrero, y cuando se consiguió ese fondo, lo demás es más sencillo.

O sea que en la parte física...
No hay problemas, nunca los hubo, al menos durante mi experiencia. Es muy profesional. Nos quedan todavía tres semanas acá y una previa a la pelea en Nueva York: el peso está perfectamente bien. Ahora los entrenamientos físicos quizás sean más livianos, porque hay más cantidad de rounds con sparrings. "Cuty" Barrera lo conoce muy bien, "Látigo" Coggi tiene una gran experiencia y entre los tres hablamos todo el tiempo. Además está "El Cirujano" Morales, que es un gran colaborador. Tenemos algo en claro: todos trabajamos para Lucas. Si yo lo exijo a la mañana, a la tarde en el entrenamiento se lo compensa con algo más liviano o al revés.

O sea que las mañanas son tuyas... 
Y la tarde de los técnicos. Aunque hago una corrección: todo el día es de Lucas, nosotros somos un equipo y estamos para que él rinda de la mejor manera posible.

¿Y cómo es su semana y el día por día?
La semana es de lunes a sábado, porque los domingos los tiene libre, para estar con su familia (él es muy apegado a los suyos) y para distenderse. En el resto de los días, a la mañana a partir de las siete, los lunes, miércoles y viernes hace trotes de campo y movimientos en general. Martes y jueves se trabaja más en fuerza. Los sábados tiene más recreación, como por ejemplo natación. La consigna es que se varíe el trabajo, para que no se aburra haciendo siempre lo mismo. Y tener en cuenta que, ante todo, es un ser humano...

Eso es lógico... 
Sí. Sin embargo, a veces al atleta se le exige demasiado, y se le pide que tiene que estar siempre igual todos los días. Y no es asi. A veces -y no solamente el caso de Lucas, que se entienda bien-, está muy motivado a la mañana o puede estar un poco cansado a la tarde y en todos los casos, tampoco se le puede imponer una rutina férrea. Hay que adaptarse al boxeador en cuanto a que no siempre está igual, si uno lo entrena con un libro de anotaciones comete un error. Lucas, de por sí, es muy trabajador y siempre tiene ganas, o sea que, si alguna mañana o una tarde está cansado o algo, hay que respetarlo.

Por las tardes, gimnasio.
Sí, ahí más que nada colaboro con las elongaciones o entradas en calor, o en otros detalles físicos. El trabajo -que empieza a las 15.30 y se prolonga como mínimo por dos horas-, corre por cuenta de Cuty y Látigo: ellos estudian la estrategia. Siempre hay un rato de charla entre nosotros, incluyendo al Cirujano Morales, para estar siempre coordinados y no exigirle demasiado pero tampoco para descuidarnos. Este es un equipo. No nos olvidemos del doctor Eduardo Leguizamón que es quien está siempre al tanto de todo lo que pasa. Como también hay una nutricionista que le prepara las comidas, todo funciona ordenadamente.

Bien. ¿Y la máscara?
¡Ah, sí! Muchos preguntan por eso, claro, llama la atención, aunque no es nada novedoso. La compré en los Estados Unidos, luego de haber hablado mucho con Jorge Córdoba, un preparador físico de Rosario que sabe del tema. El tema de la máscara es que, explicado de la manera más sencilla posible, provoca que ingrese menos oxígeno. Entonces el deportista se siente como que se ahoga y tiene que hacer más fuerza para que ingrese el aire y el oxígeno, y eso le amplía la función respiratoria.

Se afirma que provoca un efecto similar a trabajar en altura.
Sí, pero no es tan cierto. Yo lo hablé mucho con Raúl Robles, que era el entrenador de Margarito, cuando viajé a Nueva York con Luján, en el 2011, y me explicó mucho. La máscara le provoca un mayor rendimiento en la capacidad de oxígeno. A él le sirve, le gusta y entonces adelante. Nosotros estamos usándola desde mayo pasado.

¿Se puede evaluar seriamente, hoy, si está mejor que antes, si está igual?
Está muy pero muy bien, pero también depende de la exigencia. Cuando peleó con Molina Jr. en Carson (26 de abril) el combate fue tremendo, porque cayeron los dos. Era mi debut en la preparación física de Lucas, que esa noche demostró que además de un gran estado físico, tiene un corazón tremendo (GKO 11). En ese combate llegó a conectar entre 34 y 37 golpes de poder a fondo, un fenómeno. Yo creo que en la pelea con "Massa" Ortiz estaba mejor entrenado todavía, pero definió tan rápido (fue KO 2 el 6 de septiembre en Cincinnati) que se vio muy poco. Sí se puede asegurar que está muy bien preparado, que está muy motivado porque Provodnikov es un gran adversario, y que está muy alegre y confiado. Se lo ve muy veloz, que será una de las claves de la pelea, por lo que me aseguran Barrera, Coggi, Morales y su promotor, Mario Arano.

La pelea que se viene es clave para él...
Todos sabemos que, en la teoría, será así. Va a estar como nunca en el aspecto físico. Lo demás correrá, como siempre, por su propia cuenta. Le dicen "La Máquina" por su rendimiento, pero para que la máquina funcione en serio, también tiene que tener un corazón como el de Lucas, el corazón de un guerrero. Y en ese aspecto, todos estamos muy tranquilos...

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