ALBANY, N.Y. -- Ronda Rousey está enfrentando una de las peleas más duras de su carrera y no es en el octágono.
La mujer más famosa en el mundo de las Artes Marciales Mixtas tomó la batuta, como siempre, y "doblegó" no con su clásica llave al brazo, pero sí con un discurso y pruebas necesarias en el senado del estado de Nueva York, el cual votó la aprobación de ley para que uno de los deportes más populares globalmente sean admitidos de manera oficial en el estado de Nueva York.
La campeona de la UFC se reunió con el gobernador Cuomo y legisladores del estado, en Albany, en un esfuerzo porque las peleas en el octágono se puedan llevar a cabo en inmuebles como Madison Square Garden o el Barclays Center.
El senado votó el martes pasado por quinto año consecutivo para legalizar las artes marciales mixtas y terminar con la prohibición del deporte. La ley, que fue aprobada por 47 votos a 14, autoriza a la Comisión Atlética del estado de Nueva York a regular las AMM, igual que lo hace con el boxeo.
La ley tendrá que pasar por la asamblea y luego ser firmada por el Gobernador (D) Andrew Cuomo, todo indica que así lo hará.
"Ella ha peleado su carrera completa mientras nosotros nos hemos pasado debatiendo con esta ley", comentó el Senador (D) por Brooklyn, Kevin Parker. Dijo que espera ver pronto este deporte en Barclays Center y aseguró que un solo evento como éste generaría 16 millones de dólares al Madison Square Garden.
Por su parte, el vocero de UFC, Steve Greenberg, aseguró que el trabajo de Rousey con los integrantes del senado logrará convencerlos, especialmente a las legisladoras mujeres, de que éste no es un deporte barbárico y que promueve la violencia.
Ronda, 11-0, aseguró que nunca ha tenido una conmoción cerebral o ninguna lesión grave en la práctica de las Artes Marciales Mixtas pero sí tuvo varias cuando era amateur y practicaba judo.
Aunque negó dar a conocer las cifras que gana económicamente por cada pelea, dijo que ya se puede retirar del deporte pero seguirá peleando.