Ha llegado ese momento en el año en el que los miembros de la prensa suelen hacer sus predicciones pretemporada, tanto a nivel individual como para los equipos. Es bastante seguro decir que Mike Trout es el favorito de muchos para ganar el trofeo de JMV de la Liga Americana 2015, porque, bueno, él es Mike Trout. Pero ya que no es divertido escoger el favorito -- y además porque hay algunas banderas rojas, o por lo menos anaranjadas, en el perfil de Trout al entrar a esta temporada -- yo quiero seleccionar a un caballo diferente. Ese sería la cotizada adquisición de los Azulejos de Toronto en la temporada baja, el antesalista Josh Donaldson.
Normalmente, cuando uno hace una selección poco ortodoxa para el premio de JMV, ello supone un impulso muy significativo en su rendimiento. Con Donaldson, ese no es realmente el caso. De hecho, yo pienso que todo lo que realmente va a necesitar es traer casi exactamente la misma forma que demostró en Oakland la temporada pasada a Toronto, y dejar que sus nuevos alrededores y algún retroceso estadístico predecible hagan el resto.
Según la mayoría de los estándares, Donaldson fue un chico que se desarrolló tarde, ya que su primer turno al bate le llegó a los 24 años, y se estableció como un jugador regular a tiempo completo a los 27 años. No existen muchas estrellas brillantes en Grandes Ligas que hayan llegado por completo tan tarde en sus carreras.
Aunque parece encajar en el perfil, Donaldson tampoco es un jugador del tipo "Moneyball" de los Atléticos de Oakland. Al igual que el jugador de los Atléticos Jeremy Brown, Donaldson fue un jugador seleccionado primero por su bateo y luego por su defensiva como receptor en la ronda intermedia entre la primera y la segunda. Pero contrario a Brown, Donaldson fue escogido por los Cachorros en el 2007, y luego cambiado a Oakland justo un año después en un cambio de seis jugadores que involucró a Rich Harden que fue transferido a Chicago.
Los Cachorros utilizaron a Donaldson exclusivamente como receptor, pero los Atléticos comenzaron a explorar su versatilidad luego del cambio, utilizando a Donaldson en la inicial y la antesala con frecuencia, e incluso colocándolo en una de las esquinas de los jardines. Sin embargo, el mayor desarrollo que experimentó luego del cambio fue su aumento en la ofensiva. Luego de batear .217-.276-.349 como jugador de 22 años en el equipo Clase A baja de los Cachorros, Donaldson brilló luego de recibir una promoción a Clase A alta en la Liga de California, bateando .330-.391-.564 con Stockton.
En cada temporada, yo suelo compilar una lista de los mejores prospectos jugadores de posición en liga menor basado en su OBP y SLG relativo a su liga y su nivel, ajustado por edad. Las técnicas tradicionales de los escuchas son utilizadas en ese momento para ajustar la lista. Su rendimiento en el 2008 luego del cambio colocó a Donaldson en esta lista por única vez en su carrera en liga menor, en el puesto 79. Para ser un receptor, ese es un muy buen ranking ofensivo. Como futuro jugador de esquina del cuadro interior, eso lo marcó como un jugador a observar, pero no como una futura estrella.
Básicamente él no ha dejado de batear desde esa explosión ofensiva a finales del 2008. Además se ha convertido en un fuerte defensor de la esquina caliente y un consistente productor de carreras a pesar de jugar sus partidos locales en un estadio favorable a los lanzadores como lo es Oakland. Y ello se ha traducido calladamente en un par de finales entre los 10 mejores en las votaciones para el JMV en sus únicas dos temporadas como regular (4º en la votación del 2013, 8º el año pasado).
Para tener un mejor entendimiento de su juego ofensivo, y para ver las realidades contextuales que le afectan, tanto en su pasado como en su futuro, echemos una mirada a la frecuencia de apariciones en el plato de Donaldson y a su producción por pelotas en juego (BIP por sus siglas en inglés) del 2014. Primero, miremos la información de la frecuencia en la tabla correspondiente. La columna de "REL" presenta su frecuencia de apariciones en el plato en una escala, en la que 100 representa el promedio de MLB. La columna de "Pct." Representa esta información en forma de porcentaje, así que por ejemplo, su tasa de ponches está en el 52 por ciento de los jugadores de posición de Grandes Ligas, mayor que el 51 por ciento de sus pares.
Primero que todo, su tasa de ponches y boletos forman una base muy fuerte para un bateador de poder. Su tasa de ponches se encuentra justo por encima del promedio de todos los regulares de la liga Americana (en el 52 por ciento), mientras que su tasa de boletos lo ubica muy alto, en el 83 por ciento. Eso le da mucho margen de error para otras debilidades, tales como su ridículamente baja tasa de líneas.
Es cierto, Josh Donaldson tuvo una gran temporada en el 2014 pese a su extramadamente baja tasa de líneas, con un minúsculo 4 por ciento. Exactamente tres jugadores de la Liga Americana con 215 pelotas bateadas tuvieron una tasa de líneas menos que la de Donaldson la pasada temporada: Alex Gordon, Ian Kinsler y Gordon Beckham. Las tasas de líneas fluctuan más que los otros tipos de pelotas en juego de temporada a temporada, así que uno debería esperar que el nuevo antesalista de los Azulejos, quien tuvo una tasa de líneas del 56 por ciento en el 2016, conecte más lineazos en el 2015.
Así que ahí está una razón importante por la cual esperar que la actuación de Donaldson sea mejor esta temporada. Pero las frecuencias solo nos dicen una parte; la autoridad de la pelota bateada nos dice mucho más, y eso es lo que ayuda a computar la información de las pelotas en juego:
La columna de "REL Prod." compara la producción actual de Donaldson permitida en cada tipo de pelota en juego con el promedio de MLB de 100. La columna de "Adj. Prod." ajusta ese número en su contexto; mide como él habría lucido si cada una de sus pelotas en juego fueran conectadas en un estadio neutral. Le añadí una columna adicional a la derecha para ajustar la información como si el 50 por ciento de sus partidos los jugara en su nuevo estadio local en Toronto, Rogers Centre.
Donaldson hizo mucho daño con elevados la pasada temporada, bateando .341 y slugging de 1.081 en pelotas en el aire, para un número de REL PRD de 201. Sin embargo, al ajustarlo por contexto, el número fue mucho mejor. Su Adj. Prod de 275 lo ubica cuarto en la Liga Americana detrás de Chris Carter (329), Chris Davis (321) y José Abreu (296). Carter y Davis no tiene la habilidad de contacto que tiene Donaldson y la disciplina en el plato, así que eso lo deja a él y a Abreu como los mejores bateadores de poder en la Liga Americana.
No solo Donaldson conectó pocas líneas en el 2014, sino que además no tiene suerte con el resultado de las que sí logró conectar. Su REL Prod. de 81 en líneas está ajustado bruscamente al alza hasta 121 por contexto. Las líneas que conectaba las enviaba hacia los otros peloteros la pasada temporada.
De todas las pelotas en juego, su REL Prod. de 115, que es decente, se ajusta de forma significativa hacia al alza hasta 139, lo que es realmente bueno. Añadan de vuelta los ponches y los boletos y esos números se mueven hacia arriba hasta 124 y 144, respectivamente. En pocas palabras, el impacto a la baja de su ofensiva por su estadio local, el que tiene el terreno de foul más grande en las Grandes Ligas, y pura suerte conspiraron para mantener bajos los números de Donaldson en el 2014.
Miremos ahora la columna más a la derecha en la tabla mostrada más arriba. Cada año yo compilo mis propios factores de estadios basado en la información granular de las pelotas bateadas. En el 2014, el Rogers Centre tuvo el cuarto mayor factor de elevados (134.8), el tercer mayor factor de líneas (108.4) y el tercero mayor en forma general (114.7). Además tuvo el cuarto mayor factor de cuadrangulares (127) y el segundo mayor en dobles (119). Rogers Centre es uno de los pocos estadios en Grandes Ligas donde un jugador puede batear una línea de out hacia los jardines, en especial al izquierdo y al central izquierdo.
Conclusión: Este estadio está hecho a la medida para Josh Donaldson.
Al jugar la mitad de sus juegos en Toronto, su Adj. Prod. en elevados sube a 327, y su Adj. Prod. general aumenta a 156. Evaluamos todo esto, y esto es lo que obtenemos: Donaldson logró números de .255-.342-.456 en el 2014 jugando la mitad de sus partidos en un estadio de lanzadores. En un estadio neutral, basado en su propia mezcla de velocidad y ángulos de las pelotas en juego, él "debería" batear .275-.355-.501. Pero al jugar la mitad de sus partidos en Toronto, esa actuación del 2014 aumenta a .283-.362-.534.
No hay banderas ni rojas ni anaranjadas en su mezcla de pelotas bateadas que cause alarma. Su tasa de elevados y rodados no es extrema, ni tampoco lo es su tasa de halar la pelota en el aire o en el suelo. De hecho, tiene mucho espacio para halar la pelota más frecuentemente en el aire sin tener que preocuparse por las formaciones defensivas especiales en el terreno.
Sin embargo, las cosas se ponen mejor. ¿Recuerdan esa microscópica tasa de líneas? Bueno, esas proyecciones contextualizadas del verdadero nivel de talento de Donaldson en el 2014 las hicimos basadas en ella. ¿Y qué tal si aumenta su tasa de líneas a un 21.0 por ciento, que es el promedio de la Liga Americana, y todo lo demás se queda igual? Bueno, entonces tendríamos un bateador de .284-.363-.511 (150 ADJ PRD) en un escenario neutral, y uno de .293-.371-.544 (163 Adj. Prod.) con la mitad de sus partidos en Toronto. Ahora sí estamos hablando de calibre de JMV.
Seguro, muchas cosas pueden salir mal en el camino a ganar un JMV. Obviamente está el potencial de lesiones, y quien sabe, tal vez sea lo que sea acerca de la organización de Oakland que le ayudó a convetirse en un bate importante no lo tenga en su nuevo hogar. Sin embargo, sí está claro que Josh Donaldson trae valor en todas las fases del juego, y que fue incluso mejor en la temporada pasada que lo que sugieren sus números ofensivos. Pongan toda esa habilidad en un contexto ideal, y podrían ocurrir grandes cosas. Las temporadas de JMV pueden ocurrir.