MESA, Arizona -- Acá hay pocas o ninguna novela primaveral beisbolera. Sólo hay pelota, jugadores y estadios por doquier.
La Liga del Cactus en el área conurbada de Phoenix, Arizona, cada vez es más grande, potente, espectacular y, sobre todo, competitiva en todos los aspectos.
Sólo habrá que tomar por ejemplo el partido entre Angelinos de Los Ángeles y los Cachorros de Chicago en el nuevo Sloan Park de Mesa, Arizona.
Cerca de 15 mil personas llenaron en un "jueves cualquiera" la casa primaveral de los Cachorros que fue inaugurada en febrero del año pasado y que en casi cualquier otro lugar del mundo podría ser un estadio para disputar la final, el campeonato del torneo local de beisbol.
Los equipos de Grandes Ligas comenzaron hace tiempo a emigrar a Arizona cada vez más y en silencio desde Florida, donde equipos de gran tradición como Dodgers de Los Ángeles estuvieron instalados de por vida.
Muy pocos aficionados del beisbol hubieran pensado hace poco que los Dodgers dejarían su legendaria casa primaveral en Vero Beach, Florida.
Pero sólo hay que ver su complejo en el suburbio de Glendale, sus instalaciones en Camelback Ranch, el clima, las distancias para visitar a sus rivales, y cualquiera entendería las razones.
Los Dodgers, como la mayoría de los 15 equipos que ya están instalados de tiempo completo durante sus prácticas primaverales, comparten un espectacular complejo deportivo con los Medias Blancas de Chicago, muy cerca del estadio de los Arizona Cardinals de la NFL, donde se disputó el Super Bowl más reciente.
En la actualidad, están instalados en el área de Phoenix los Diamondbacks de Arizona, Cubs, Medias Blancas, Vigilantes de Texas, Angelinos, Atléticos de Oakland, Cerveceros de Milwaukee, Rockies de Colorado, Reales de Kansas City, Indios de Cleveland, Rojos de Cincinnati, Dodgers, Padres de San Diego, Gigantes de San Francisco y Marineros de Seattle.
Los Cachorros son uno de los equipos que han estrenado estadio en la Liga del Cactus durante la última década, al cambiar el vetusto Parque Municipal de Mesa por el impresionante complejo que rodea al Sloan Park, que incluye media docena de campos de entrenamiento con un pasto más verde que el de cualquier oasis en el desierto mencionado en "Las Mil y Una Noches".
Salvo los campeones Gigantes, los Cerveceros y los Angelinos, prácticamente todos los equipos que realizan sus prácticas primaverales en el área de Phoenix juegan en estadio nuevo.
Y los que no, entrenan en complejos recién remozados, como el Hohokam Stadium de los Atléticos, también situado en Mesa, o el Phoenix Municipal Stadium, cerca del centro de la ciudad, donde están instalados los Cerveceros.
La población del área conurbada de Phoenix es de 3.25 millones de personas, que reparten aficionados beisboleros para todos los equipos y los 10 estadios de la Liga del Cactus, que hace tiempo abandonó la ciudad de Tucson.
Los últimos conjuntos en salir de Tucson a Phoenix fueron los Rockies y los locales Diamondbacks, que ahora comparten el complejo de Salt Rivers en Scottsdale, una de las áreas más hermosas y acaudaladas de la región.
Los visitantes en esta época del año también ayudan al progreso y con seguridad dejan buena derrama económica, estimada en las prácticas primaverales del 2014 en 632 millones de dólares.
El aeropuerto en época de Spring Training parece "romería"; está tan lleno que en el área de equipaje es difícil caminar. Y para subirse al camión que lleva hacia el área de carros de renta hay que esperar como media hora en un miércoles cualquiera.
Es fácil pensar que Phoenix alberga alguna festividad súper especial, que los boletos de avión son regalados, que los autos de renta cobran taríficas mínimas o que los hotels son muy baratos.
Pero nada de eso es correcto. Las tarifas aéres, de hotel, de renta de auto, de comida y casi todo son estratosféricas. Quizá igual o más caras que durante la semana de Súper Bowl.
"No hay ningún evento grande en la ciudad", dijo la recepcionista de un hotel que está al 100 por ciento de su ocupación. "Es por el 'spring training'. Así es cada año. De hecho, cada año hay más gente y más demanda por un cuarto de hotel, al menos aquí".
Las distancias también ayudan para que los aficionados asistan a diversos juegos y parques.
A diferencia de la Liga de la Toronja en Florida, donde hay equipos instalados en buena parte del estado, en la Liga del Cactus, el traslado entre los puntos más distantes no supera siquiera las 50 millas.
"Esto es la capital del mundo del beisbol", dijo Joaquín Solares, un aficionado al beisbol que viajó desde su país, República Dominicana, para visitar a un pariente suyo que juega en la organización de los Vigilantes.
"Esto es un sueño hecho realidad para cualquier aficionado al beisbol".