Tres equipos aguardan como agua de mayo el regreso de figuras clave en su planteles. Si se cumplen los pronósticos, Paul George, Dwight Howard y Derrick Rose estarán de vuelta en un momento vital de la temporada.
El grupo que más necesita a su estrella es Indiana Pacers, que acumula siete derrotas en los últimos ocho partidos y su clasificación para playoffs está en peligro. George sufrió una fractura en una pierna durante la concentración con la selección de Estados Unidos y no ha jugado un solo encuentro esta temporada.
En el dique seco desde agosto, el alero regresó a los entrenamientos hace casi un mes y aún juega con reservas para cuidar la pierna. Su regreso podría potenciar a un equipo que está cotizando a la baja en el tramo final de la campaña regular, sin embargo, el largo periodo de recuperación y el hecho de que no haya jugado un solo partido desde el verano hace que las expectativas no sean tan altas.
Ritmo y, sobre todo, confianza son dos elementos más que necesarios para que George se reincorpore con la máxima normalidad posible a sus labores. En plenitud, el jugador de los Pacers es capaz de impulsar a su equipo a cotas altas, ya vimos su buen desempeño durante la temporada pasada (21.7 puntos, 6.8 rebotes y 3.5 asistencias) en la que fueron los mejores números de su carrera. Su buen hacer en las dos últimas campañas (Most Improve Player en 2012-13) contribuyó a que los Pacers llegaran a unas Finales de Conferencia donde Miami fue un hueso demasiado duro de roer.
A pesar de ello, surgen las dudas sobre cómo regresará y en si logrará estar a tono para unos hipotéticos playoffs. Uno de sus compañeros afirmó que aún está lejos de su mejor versión y a la franquicia no le conviene darle demasiada responsabilidad. La prioridad debería ser que George regrese cuando esté perfectamente recuperado, su adecuación será paulatina y las prisas no serán buenas consejeras.
Los retornos de Howard con Houston Rockets y Rose con Chicago Bulls lucen más tranquilos. La franquicia de la Ciudad del Viento ya está clasificada para la postemporada y los Rockets están a un paso de lograrlo. Ambos equipos han sabido sobrevivir sin sus estrellas, algo que permite que sus regresos no tengan el componente urgente que tienen en Indiana. Howard y Rose son fundamentales aunque primará un sosiego relativo.
El primero acumuló 26 juegos sin poder participar por culpa de un problema en una rodilla. En ese periodo, los Rockets lograron un balance de 17-9. Terrence Jones (12.4 ppj y 7.3 rpj), Donatas Montiejunas (12.0 ppj y 5.9 rpj) lograron minimizar los daños por la baja de Howard. La labor de Joe Dorsey (2.4 ppj y 3.8 rpj), su sustituto natural en la posición de pívot, está siendo más discreta.
Howard, quien este año lleva unos registros de 15.9 ppj y 10.8 rpj ha encontrado una buena versión de su juego en Houston. Tras su poco fructífero paso por los Lakers, el tres veces Mejor Jugador Defensivo del Año (2009 al 2011) ha demostrado esta temporada que se siente muy cómodo en el sistema de Kevin McHale. Regresó a las duelas en el juego ante los New Orleans Pelicans, convirtió cuatro puntos y agarró siete rebotes en 16 minutos. La ausencia requiere un tiempo de adaptación, aunque no hay duda de estará a tono de cara a la postemporada.
El caso de Rose es más preocupante por la reiteración de las lesiones de rodilla. En una campaña decente (18.4 y 5.0 apj), el armador se ha perdido 17 encuentros y está previsto que retorne en tres semanas. Durante su ausencia el plantel ha registrado hasta el momento un récord de 8-9 que apenas muestra la buena temporada de unos Bulls muy reforzados con la presencia de Pau Gasol.
Hasta la lesión, Rose estaba teniendo la mayor continuidad de los últimos cuatro años en los que intervenciones quirúrgicas en ambas rodillas le han permitido jugar un total de 95 partidos, 46 de ellos en la presente campaña. Su regreso, como el de Howard y George va a dar alas a su equipo. El que los tres estén de vuelta no sólo será una buena noticia para Bulls, Pacers y Rockets, sino para la NBA en general.