BARCELONA -- El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, en su declaración al Juez Ruz, atribuyó a Tito Vilanova, fallecido el 25 de abril de 2014, el sobrecosto del fichaje de Neymar, al afirmar que el entrenador pidió al club la incorporación del delantero brasileño un año antes de lo previsto a pesar de que ello provocase un cambio en la estrategia financiera de la operación.
"Vilanova estaba enfermo en Nueva York. Fuimos a visitarle y ahí nos dijo que si podíamos fichásemos a Neymar un año antes. Tito nos pidió adelantar la llegada del jugador al 2013. La intención de la familia Neymar era acabar el Mundial e irse del país tras el Mundial pero a partir de ahí todo varió", explicó Bartomeu en su declaración en la Audiencia Nacional y que ha sido desvelada por la Cadena Ser.
El presidente del Barcelona insinuó que Vilanova tendría conocimiento de que su demanda de fichar al delantero brasileño supondría un perjuicio para el club desde el punto de vista económico "pero a los entrenadores, ya le digo yo, no les importa lo que cuestan los jugadores", afirmó el dirigente, asegurando al Fiscal Perals que Tito "no quería a Villa. Nos pidió que le vendiéramos y fichásemos a Neymar".
En su comparecencia del 13 de febrero en la Audiencia Nacional, Bartomeu sentenció que el Barcelona tenía previsto el fichaje de Neymar para el verano de 2014, tras el Mundial de Brasil, bajo unas condiciones que la insistencia de Vilanova cambiaron, lo que acabó provocando su sobrecosto.
En su declaración, Bartomeu trasladó a Sandro Rosell toda la responsabilidad en la operación de la contratación de Neymar y llega a considerarlo un fichaje mediático, comparándolo con el que en su día llevó a cabo el Real Madrid con David Beckham.
"Jamás habíamos fichado a un jugador como Neymar", aseveró en su declaración el presidente del Barça a Ruz, dando cuenta del impacto mediático del futbolista brasileño y justificándolo con el recuerdo del de Beckham por el Real Madrid.
En la Audiencia Nacional, Bartomeu dio por hecho que el Barcelona precisaba la incorporación de un futbolista de gran peso mediático para impulsar su imagen en el extranjero, a pesar de la presencia de Messi en la plantilla.
En el entorno del club azulgrana nunca ha sido secreta la sospecha de que la junta liderada por Sandro Rosell pretendía en último caso convertir a Neymar a cualquier precio en el jugador franquicia del Barcelona y traspasar a Leo Messi.