SCOTTSDALE, Arizona -- No es Yasiel Puig, ni Yoenis Céspedes, mucho menos José Abreu. Tampoco cobra igual que ellos...
Pero los campeones Gigantes de San Francisco tienen también en la organización a un jardinero cubano que intenta cumplir sus sueños de Grandes Ligas.
Sin platillo ni bombo, Daniel Carbonell recién terminó su primer campamento con el equipo principal de los Gigantes, que recién lo reasignaron a las granjas para completar sus procesos de maduración.
"Es un honor para mi estar aquí en la organización del equipo campeón de la Serie Mundial", dijo Carbonell. "Gran organización, grandes peloteros... Ni siquiera puedo describir lo que siento".
"Esto es un sueño", agregó. "Algo que le gustaría vivir a cualquier pelotero. Y me tocó estar en esta gran organización".
El camino para Carbonell para llegar a las Mayores ha sido igual de complicado que para muchos de sus compatriotas.
Abandonó su país en el 2013 vía México, donde comenzó a mostrarse frente a buscadores de talento y entrenadores de beisbol, antes de llegar a Estados Unidos, donde firmó con los Gigantes, después de analizar las pretenciones también de varios otros equipos.
La gran diferencia de Carbonell con los más recientes peloteros cubanos emigrados a la Gran Carpa, es que primero tendrá que mostrar en Ligas Menores sus habilidades y nivel suficientes.
"Yo me siento bien", dijo el cubano de 23 años. "Creo que estoy aprendiendo y madurando en el beisbol. Todos aquí se portan bien conmigo. Los compañeros jalan parejo. Realmente se comportan como equipo conmigo".
Antes de salir de Cuba, Carbonell jugó cuatro temporadas en el máximo nivel del beisbol de su país, la Serie Nacional.
"Estas son las Grandes Ligas, el mejor beisbol del mundo", agregó. "Y aunque jugué en el máximo nivel de Cuba, creo que no se compara. Aquí es donde quieren estar, donde quieren jugar. Estos es demasiado profesional".
El pasado 17 de marzo, Carbonell fue enviado al campamento de Doble A. Los entrenadores dieron sus recomendaciones para que pronto pueda "cuajar" su proyecto.
"Me dijeron que trabaje mucho en mi fortalecimiento físico y en mi swing", comentó. "Quieren que sea más consistente en la manera que me paro a batear y en mi swing. Quieren que siga trabajando duro, mejorando día a día".
Carbonell, quien mide 6-3 y pesa 196 libras, también es uno de los recién llegados peloteros cubanos menos costosos. Firmó por cuatro temporadas un contrato que puede darle a ganar hasta 3.18 millones de dólares.
"El muchacho tiene mucho talento natural", consideró el jardinero de los Gigantes Gregor Blanco. "Es alto y rápido. Tiene buen guante y puede batear".
El año pasado debutó en Clase A, donde promedió .344 con tres dobletes, tres triples e igual cantidad de jonrones en 93 turnos al bate; se robó siete bases en nueve intentos.
Sin embargo, el otoño pasado fue asignado a la Liga Instruccional de Arizona, donde su promedio cayó a .190. Y en el actual campamento primaveral, apenas conectó dos imparables, incluido cuadrangular, en 12 turnos con dos pasaportes.
"Tal vez sólo necesita acostumbrarse un poco más al estilo de juego de acá ", agregó Blanco. "Puede hacer contacto de manera consistente. Pero esto es un proceso".
Carbonell, como el resto de sus compatriotas que llegan a jugar pelota, tendrá que acostumbrarse también a la vida fuera del beisbol.
Apenas está en proceso de aprender inglés. Extraña a su familia y amigos cercanos, aunque ha podido comunicarse con ellos últimamente de manera regular, gracias a la mayor apertura política hacia otros países.
"Como todo lo nuevo, es un poco difícil", dijo. "Pero siempre que se hace el esfuerzo y uno trata va avanzando. Se ve la mejoría e todos los sentidos".
A primera vistazo parece callado, reservado e incluso tímido. Se sienta frente a su casillero en el estadio primaveral de los Giants a escuchar música con sus audífonos de moda.
Bromea y sonríe de manera escueta con algunos de sus compañeros que bromean entre ellos o con él mismo.
"Me llevó bien con todos, más con los latinos que con los americanos porque hablan mi idioma", mencionó. "Pero con todos me llevó".
Cree que la mudanza de peloteros cubanos a Estados Unidos apenas comenzó; que habrán muchos más conforme avance la nueva relación entre Estados Unidos y su país.
"Sí pienso que hay más cubanos (con nivel de Grandes Ligas)", dijo. "Están habiendo cambios en la política y eso traera aún más peloteros. Pienso que con la nuevas cosas que están pasando será mejor para los peloteros. Podrán salir normal y no de manera ilegal como salen muchos".
Carbonell está convencido de que pronto llegará su momento en las Mayores.
"Es complicado aquí; más cuando quedaron campeones. Hay muchos buenos peloteros", reconoció. "Pero ahí seguimos trabajando duro, a ver si tenemos la oportunidad de estar ahí".
"Estamos trabajando para eso, muy duro", añadió. "Voy a dar lo mejor de mí para ver si alcanzamos esa meta, que a eso vine a este país".