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El corredor Mark Ingram está en ascenso con los New Orleans Saints

Mark Ingram, de New Orleans Saints trabaja para ser "el mejor corredor en jugar fútbol americano". USA TODAY Sports

METAIRIE -- Mark Ingram ha estado en una buena racha en los últimos meses.

El corredor de los New Orleans Saints tuvo una temporada de destape en el 2014, seguida por su primera selección al Pro Bowl y un nuevo contrato por cuatro años y 16 millones de dólares.

Y se pone mejor: la hija de Ingram, Myla, nació a finales de diciembre y su padre, el ex receptor abierto de la NFL, Mark Ingram Sr., salió de prisión a principios del 2015 luego de cumplir seis años por fraude bancario, lavado de dinero y no pagar una fianza.

"Ha sido muy especial", indicó Ingram en una entrevista reciente con ESPN.com. "Dios ha sido bueno conmigo. Me siento bendecido por estar en la situación en la que estoy, por tener una hija hermosa, una gran novia, el apoyo de mi familia y mi padre salió libre y comenzó su vida de nuevo. Recibí un nuevo contrato, estoy en una ciudad con la que estoy familiarizado, con el equipo que me reclutó en el draft.

"Me siento bendecido y estoy agradecido".

Ingram, de 25 años de edad, ha tenido muchos altibajos en su joven carrera, pasó de ser ganador del Trofeo Heisman y campeón nacional en Alabama a un frustrante inicio lento en la NFL. Aunque ocasionalmente dejaba que sus frustraciones se notaran en el campo, Ingram a menudo ha sido elogiado por sus compañeros y entrenadores por ser persistente, algo que llevó a Ingram a insistir el verano pasado que aún tenía la intención de ser "el mejor corredor en jugar fútbol americano".

Ingram, quien corrió para 964 yardas y nueve touchdowns en apenas 13 partidos la temporada pasada, no se ha olvidado de ese objetivo.

"Cualquier cosa con la que sueñas, cualquier cosa que desees, no será sencilla", expresó Ingram. "Debes ser paciente, debes seguir superando obstáculos y adversidad. Y ese es mi caso. No es que ya lo he logrado. Mis mejores días están por venir.

"Tengo el sueño de ser el mejor en haber tocado un balón. Eso es por lo que me esfuerzo cuando trabajo y practico todos los días. Quiero ser el mejor jugador de la historia en jugar este deporte. Ese es un objetivo alto, pero es a lo que aspiro. Si juegas fútbol americano y no lo hacer para ser el mejor, no importa lo que hagas, si no quieres ser el mejor en lo que haces, entonces hay un problema.

Ingram llamaba a su padre regularmente y lo visitaba en prisión, sin embargo la reunión que habían estado esperando sucedió recientemente en el hogar familiar en Michigan. Ingram dijo que fue "un momento feliz, muy especial, muy importante para mí" poder compartir un momento de su vida con su padre en persona, fuera de las paredes de la prisión.

"Sin duda fue bueno verlo, en especial en casa y ver a mis hermanas, a mi familia, que conociera a su nieta", refirió Ingram.

Ingram Sr. había estado encarcelado desde enero del 2009 luego de intentar ver a su hijo jugar en el Sugar Bowl como freshman. Ingram Sr. fue arrestado dentro de su cuarto de hotel poco antes de la patada inicial.

Ingram se convirtió en una estrella a la temporada siguiente, ganando el Trofeo Heisman durante su carrera al campeonato nacional.

"No se lo perdió, sólo que no estaba ahí físicamente", refirió Ingram de su padre. "Ha visto todo lo que he hecho, todo desde la universidad, el Heisman, ser reclutado en el draft y recibir un nuevo contrato. Lo ha visto todo. Pero es emocionante tenerlo de vuelta y que pueda ser parte de mi vida de nuevo, parte de nuestras vidas de nuevo".

Ingram ha elogiado a su padre por estar ahí para él "en todos sus pasos" mientras era niño. Sin embargo Ingram no ha negado el reconocer la difícil experiencia de su forzada separación, compartiéndolo con niños en distintos eventos, incluyendo su recaudación anual de juguetes en Navidad para niños cuyos padres están en prisión.

Ahora que es padre por primera ocasión, Ingram disfruta el lazo que ha desarrollado con Myla, algo evidente en las redes sociales de Ingram. Sus cuentas están llenas de imágenes del jugador con su hija pequeña.

"Es una bendición", sentenció Ingram. "El hecho de saber que eres tú. Que ella depende de ti. Tienes que darle todo y asegurarte que sea una gran persona en sociedad.

"He disfrutado cada segundo de ella.

Esas imágenes alegres de Ingram contrastan con las que se vieron del en la banca durante el primer partido de la temporada del 2014 en Atlanta. Las frustraciones de Ingram salieron a flote tras un inicio lento en el primer cuarto, seguida por un lapso de cerca de dos cuartos completos de no estar en la alineación.

En un momento Ingram azotó su casco y se alejó de sus entrenadores y compañeros, quedándose solo por varios minutos. Finalmente se calmó y anotó dos touchdowns en el último cuarto durante la derrota en tiempo extra.

"Sólo fue uno de esos momentos. Fue la frustración. Al ser un competidor, a veces esas cosas suceden", recordó Ingram. "Puedes apuntar a cualquier gran atleta, cualquier miembro del Salón de la Fama, han tenido sus situaciones donde aflora la naturaleza competitiva en el campo o donde se encuentren. Creo que fue una situación en la que soy un competidor, en donde quiero la grandeza, creo que eso afloró. No necesariamente de la manera correcta.

"He aprendido desea situación y he madurado".

Una semana más tarde, Ingram enfrentó otro obstáculo cuando se fracturó la mano durante una derrota ante los Cleveland Browns y se perdió los siguientes tres partidos. Regresó y tuvo cuatro juegos de 100 yardas en un lapso de seis semanas a mitad de la temporada.

"Siempre supe lo que era capaz de hacer. Tenía confianza en mi capacidad. Sólo quería que la oportunidad correcta se presentara. Y cuando sucedió, lo quise aprovechar", señaló Ingram, cuyas primeras tres campañas en New Orleans fueron afectadas por dos lesiones en el pie y un backfield sobrepoblado de los Saints, además de una producción inconsistente de su parte. Corrió para apenas 1,462 yardas y se perdió 11 partidos en ese periodo.

Diez meses antes del incidente en Atlanta, Ingram mostró una emoción similar en el campo durante un partido contra los Dallas Cowboys. Fue abucheado por la afición local durante un inicio lento y fue castigado por arrojar un balón por la frustración, aunque se recuperó para terminar con 145 yardas terrestres.

"Quería mantenerme concentrado", expresó Ingram sobre lidiar con la adversidad, "y traté de no dejar que las opiniones externas de los medios, afición o alguien más que no fuera la gente de mi círculo, familia, amigos, me molestara".

Los entrenadores y sus compañeros han insistido que la actitud y ética de trabajo de Ingram han sido sorprendentes. Y nunca se quejó públicamente en estar atrapado en un sistema de tiempo compartido con sus compañeros Pierre Thomas, Darren Sproles, Chris Ivory y Khiry Robinson.

Los compañeros expresaron su apoyo a Ingram mientras hablaba con los medios tras una actuación impresionante en la victoria de playoffs en el 2014 frente a los Philadelphia Eagles. El tackle ofensivo Zach Strief dijo "uno odia escuchar cosas negativas sobre alguien que ves trabajar todos los días con la actitud correcta, con gran ética de trabajo".

El entrenador en jefe Sean Payton habló en términos similares mientras describía las razones por las que los Saints esperaban recontratar a Ingram como agente libre este año, al decir "no podría estar más emocionado por verlo tener éxito porque veo el trabajo que realiza. Veo su preparación, el profesionalismo que tiene".

Y efectivamente, los Saints trabajaron agresivamente para recontratar a Ingram antes que llegara al mercado. Y ahora parece ser la pieza central de su plan ofensivo luego de desprenderse en canje del ala cerrada Jimmy Graham y el receptor abierto Kenny Stills.

Ese plan también incluirá compartir acarreos, esta vez con Robinson y el recién firmado C.J. Spiller. Ingram insiste en que no tiene problema en compartir la carga, e incluso se reunió con Spiller en un partido de los New Orleans Pelicans de la NBA. "Estamos bien", reconoció Ingram. "Somos buenos amigos".

Ingram no necesariamente ve que su trabajo sea tomar un papel de mayor liderazgo para un equipo de los Saints que tuvo problemas de madurez durante una decepcionante temporada 7-9 en el 2014. Sin embargo dijo que hará "lo que sea que necesiten de mí" .

"Sólo tengo que hacer lo que hago, salir y liderar con el ejemplo, trabajar duro, estar ahí para todos en mi equipo si me necesitan, si necesitan hablarle a alguien. Pero no siento que algo haya cambiado en mí", sentenció Ingram. "Sólo siento que tengo que salir y trabajar duro y hacer lo mejor posible para ponernos en posición de tener éxito y ganar un campeonato".