SANTIAGO -- El renunciado presidente de Blanco y Negro, Arturo Salah, aseguró haber quedado satisfecho con su gestión al frente de la concesionaria de Colo Colo y espera que su sucesor, donde suena con fuerza Aníbal Mosa, ayude a prolongar los éxitos deportivos del Cacique.
El pasado 25 de marzo, Salah puso punto final a su capítulo como mandamás en B&N, cargo al que llegó el 25 de abril de 2013. Bajo su mandato los Albos ganaron el título del Torneo de Clausura 2014.
Consultado por su labor, el DT de Colo Colo entre 1986 y 1990 declaró a radio Universo que "me voy con la satisfacción de muchas metas cumplidas. Indudablemente la cara visible y lo que se ve es la estrella 30 y los triunfos sobre el clásico rival, pero también hay un diagnóstico de lo que había vivido el club".
"En ese diagnóstico, nos encontramos con un sobre stock de jugadores con casi 50 profesionales, había una inestabilidad de técnicos, muchos de ellos extranjeros, con contratos de larga duración, y con un trabajo en divisiones inferiores que no se traducía en el plantel mayor", agregó.
Respecto a las acciones que se siguieron para mejorar el rostro de la concesionaria, Salah indicó que se partió "con una importante racionalización de jugadores con finiquitos, préstamos y se hizo la incorporación de los técnicos formativos con el primer equipo. Y todo eso lo llevó a tener logros, con el 65 por ciento de jugadores formados en el club, y eso me tiene tranquilo, porque Colo Colo tiene cimientos sólidos".
Frente a la posible llegada de Aníbal Mosa a la testera, el ingeniero civil se limitó a decir que "espero que no se retroceda, porque una parte importante de mi gestión, más allá de haber cumplido un etapa concretando objetivos, era ser un punto de equilibrio entre lo dirigencial y lo deportivo".
Por último, Salah apuntó como lo negativo de su gestión la polémica con el defensor Julio Barroso, quien puso en duda la transparencia del Torneo de Apertura 2014, y las dificultades en su relación con el Club Social.