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Enojan experimentos de Del Bosque

España pedía rivales de mayor envergadura para sus amistosos. Que se acabaran los viajes largos a países exóticos para hacer caja con partidos de preparación ante selecciones de poco o ningún renombre. Que se mantuvieran en su nivel, pues. Al final, se trata de un equipo que luce una estrella sobre el escudo.

Pero con la eliminación en el Mundial que el país no ha terminado de digerir seis meses después, desapareció el halo de grandeza; el equipo que parecía invencible se volvió ordinario. Peor que eso, irregular.

Envuelta por un mar de dudas, la selección española de futbol atraviesa un periodo de inestabilidad que se refleja, principalmente, en los malos resultados que ha cosechado en los partidos de preparación. Desde que iniciara el nuevo ciclo, el que lleva a la Eurocopa 2016, España ha disputado ocho encuentros, tres de ellos de carácter amistoso y el resto de clasificación hacia el torneo que se disputará en Francia. Aunque se llevaron un susto al haber caído por 2-1 ante Eslovaquia, actual líder del grupo C, que ha dejado a España sin margen de error en lo que resta de la eliminatoria, el camino de España en la clasificación Europea ha sido, hasta ahora, relativamente tranquilo.

Tres goleadas ante Macedonia, Luxemburgo y Bielorrusia que sumadas a la victoria por 1-0 sobre Ucrania del pasado viernes, han permitido respirar al conjunto ibérico, afianzado en la segunda plaza. Sin embargo, dichos resultados apenas han llevado la calma al entorno de la selección, pues han venido acompañados de tres derrotas que han resultado cualquier cosa menos inocuas pese a tratarse de partidos amistosos.

Y es que España, que clamaba por rivales dignos de su jerarquía, ha caído en los tres amistosos que ha disputado desde septiembre hasta la fecha ante Francia, Alemania y Holanda. Dos veces por la mínima y la última, ante los Países Bajos, por 2-0.

El hecho de que España no haya logrado anotar un solo gol en los tres encuentros, ha repercutido más en la opinión de los aficionados y la prensa local que las tres goleadas en paritos oficiales.

Para los españoles cuenta más la mala imagen mostrada en esos partidos que en toda la clasificación europea, sobre todo, por esa "falta de gol", más si se tiene en cuenta que en total remató 29 veces, ocho al arco, en los tres encuentros y que desde 2001, con José Antonio Camacho al mando, España no hilaba tres derrotas consecutivas en juegos de preparación. Poco parece importar que en los últimos tres encuentros oficiales España haya logrado mantener su puerta a cero marcando, en total, ocho tantos, ante Luxemburgo, Bielorrusia y Ucrania. Será, quizás, por que el nombre de los rivales no inspira el mismo respeto.

La transición, el cambio generacional por el que clamaba media España tras el desastroso desenlace del Mundial para la Roja, ha resultado un calvario para el técnico Vicente del Bosque, cada vez más discutido por la afición y presionado por los altibajos que sufre su equipo. Sin embargo, el técnico no ha modificado el método con que suele probar jugadores; si acaso, ha incrementado ligeramente el número de 'futuribles', lo que ha resultado notorio en dichos partidos de preparación en los que se ha producido la mayor cantidad de debuts, nueve en total.

Con las participaciones de Juanmi y Vitolo ante Holanda, se han producido 15 debuts desde el pasado septiembre, lo que indica que podría cerrar el ciclo entre torneo y torneo con el mayor número de debutantes desde que tomara la selección en 2008, si bien mantiene eso no significa que la llamada 'revolución' en España vaya a ser total. En el periodo comprendido entre 2008 y 2010, Vicente del Bosque dio la alternativa a 15 jugadores, pero fueron de la mitad que llegaron al Mundial de Sudáfrica, siete en tota: Piqué, Mata, Busquets, Valdés, Pedro, Navas y Llorente. De camino a la Eurocopa 2012, se estrenaron 12 jugadores y esta vez sólo dos llegaron a la cita grande, Juanfran Torres y Jordi Alba. De camino a Brasil 2014, España vio 14 debuts pero solo tres, Azpilicueta, Koke y Diego Costa, encontraron hueco en el equipo mundialista. A ellos se unió, David De Gea, acudió como tercer portero pero no fue hasta septiembre que disputó su primer partido con España.

La derrota ante Holanda, sin embargo, ha provocado una protesta generalizada en primera instancia, hacia el tipo de jugadores que han tenido oportunidad en esta fase de preparación. Gente como Juanmi, Nolito, Callejón, Morata o Vitolo, "sobrevalorados" para el aficionado medio y quienes apenas han empezado a despuntar en la presente campaña - sin olvidar, la polémica que suscitó el acelerado llamado de Munir, jugador del filial del Barcelona y actualmente convocado con la sub-21, con la única intención de ganarle la partida a Marruecos. Todos ellos jugadores de ataque que en determinado momento pueden actuar como delanteros puros, lo que dada la irregularidad de Costa con la Roja, podría poner fin a esa "falta de gol" una vez consolidados.

Tampoco gustó que Albiol y Pedro se mantengan fijos en los llamados de Vicente del Bosque, sobre todo el segundo, suplente habitual en su equipo, Barcelona, y cuya actuación ante Holanda dejó mucho que desear. Lo mismo pasó con Mario Suárez, suplente de Tiago en el Atlético de Madrid, y quien se vio desbordado en Amsterdam.

En las tres derrotas en partido amistoso, Del Bosque ha utilizado un "equipo B", pues además de probar jugadores, gusta de dar oportunidad a todos los convocados en cada concentración. Para la afición española, sin embargo, han sido tres oportunidades desperdiciadas para que el cuadro titular afine motores de cara a la Eurocopa ante rivales que, además del anfitrión, muy probablemente, estarán presentes en la competición.