El 19 de marzo, después de una aparatosa derrota en Cleveland, los Brooklyn Nets tenían un 8 po ciento de posibilidades de clasificar para la postemporada, de acuerdo al Basketball Playoff Index de ESPN.
Desde entonces, tras ganar ocho de los siguientes 10 partidos, esas apuestas han subido considerablemente. De hecho, los Nets entran al partido reasignado frente a Portland en Barclays Center con un 70.2 por ciento de oportunidades de llegar a los playoffs.
Los Nets (35-41) ocupan actualmente la séptima plaza en la luchada Conferencia Este, a medio juego de Boston (35-42) y a juego y medio de Indiana (34-43) y Miami (34-43)
En este momento, restando seis partidos en la temporada regular, ellos controlan su destino. Todo lo que tienen que hacer es cerrar el trato.
Se supone que eso debe ser más fácil considerando que los Trail Blazers hicieron el viaje de costa a costa sin los pilares de la línea frontal LaMarcus Aldridge (esguince en el pulgar izquierdo), Chris Kaman (esguince en el pulgar derecho) y Nicolas Batum (dolor en la parte baja de la espalda).
Pero considerando cómo han jugado los Nets ante equipos heridos anteriormente, nada está garantizado.
Tras una victoria grande sobre Toronto el viernes pasado, los Nets fueron predeciblemente destruidos por los primeros sembrados Atlanta Hawks al fía siguiente, perdiendo por 32. Los Hawks lanzaron para 59.8 por ciento de campo, realizaron 40 asistencias y anotaron 17 triples.
Atlanta, por cierto, tiene el derecho de cambiar selecciones de primera ronda con Brooklyn en el próximo sorteo como resultado del cambio de Joe Johnson en 2012. Los dos equipos se vuelven a enfrentar el miércoles por la noche y los Hawks no tendrán a Paul Millsap (molestias en el hombro).
Brooklyn cierra la temporada de 2015 frente a Washington, Milwaukee, Chicago y Orlando. Entonces, quizás, algo de playoffs.
Las cosas lucen bien, ciertamente mejores que lo que se vieron en una ocasión.