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ESTAMBUL -- Luego de que su autobus fuera baleado el día de ayer y el conductor del vehículo resultara herido, el Fenerbahçe pidió que la Liga Turca se suspenda hasta que se encuentren a los culpables del atentado. "Creemos que hasta que no se aclare el asalto, una suspensión del campeonato es inevitable. Buscar y castigar a los autores de este acto es de vital importancia para el Fenerbahçe", compartió el club en un comunicado de prensa. La Federación Turca de Futbol (TFF) ha "denunciado en los términos más enérgicos" el incidente, solicitando que los autores sean "inmediatamente llevados ante la justicia y castigados". El ministro de Deportes, Cagatay Kilic, había asegurado que lo de ayer fue un "ataque cobarde e inhumano" y afirmó que estudiarían "una suspensión temporal de los partidos de futbol". El conductor del autobus fue llevado de inmediato al hospital, donde fue operado y su vida no corre peligro. Ningún jugador sufrió heridas en el ataque y el equipo regresó a Estambul, donde fue recibida por cientos de seguidores. LOS JUGADORES ESTÁN BIEN El internacional portugués Bruno Alves está psicológicamente "bien", a pesar de que el autobús en el que viajaba anoche fue blanco de un ataque armado, contó el padre del jugador, Washington Alves. "Bruno está seguro, tranquilo (...) Psicológicamente está bien", dijo al canal público luso RTP Informaçao el brasileño Washington, que ya ha hablado telefónicamente con su hijo, que comparte vestuario con otro conocido internacional portugués Raúl Meireles. El ataque se produjo este sábado a las 19.15 horas (GMT) cuando el equipo del club estambulí Fenerbahçe, uno de los más exitosos de Turquía, se dirigía al aeropuerto de Trebisonda, norte de Turquía, una vez terminado el partido contra el equipo local Çaykur Rizespor. El Fenerbahçe había vencido 5 a 1 en el encuentro contra el Çaykur Rizespor, en un partido disputado como parte de la Superliga turca. CON INFORMACIÓN DE EFE Y FP
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