Tlatoani Carrera 9y

El sube y baja del Chicharito

MÉXICO -- La fotografía de aquel 8 de abril de 2010 tuvo un flash que deslumbró al mundo del futbol. Javier Hernández, la joya verde de la cantera de Chivas; el último goleador del Bicentenario 2010; el Chícharo de sonrisa fácil, presumía en las gradas de Old Trafford su fichaje con el Manchester United. La cima del mundo parecía al alcance de un joven de 21 años. Sin embargo, su historia en Europa ha sido un sube y baja. Un camino con desniveles.

Pocos días después de contratarse con el Manchester, Javier voló a Sudáfrica con la selección, donde Javier Aguirre lo consideró para jugar sólo 98 minutos en cuatro partidos. Siempre a la sombra de Guillermo Franco, Javier anotó dos goles impulsado desde la banca. La prensa increpó la decisión y Aguirre se justificó tres meses después: "Javier está en un proceso. Alex Ferguson lo va llevando de a poquito y le está dando minutos, no lo ha soltado de titular salvo en dos o tres partidos y él está justificando esas entradas con ocasiones de gol".

Para entonces Hernández había sumado bastantes minutos en el Teatro de los Sueños. En su primera temporada con el uniforme del Manchester United había sumado 27 partidos de liga y 13 goles y se había hecho notar con goles en las Copas nacionales e internacionales. Su cuenta final de la temporada 2010-2011 se cerró con 45 juegos y 20 goles.

Su gran momento se confirmó con la selección al finalizar ese ciclo, en la Copa Oro 2011, donde anotó siete goles en seis partidos y se consagró como el goleador del torneo. Volvió a Old Trafford con más ases en su baraja. Era su momento más alto.

En la temporada 2011-2012 alineó 36 veces y anotó en 12 ocasiones y en la 2012-2013 venció a los porteros 18 ocasiones más, en el mismo número de juegos. La opinión de Javier Aguirre había cambiado radicalmente: "Chicharito es hombre de área, hombre gol. Lo veo como Falcao, con toda proporción guardada".

Cuando Hernández comenzaba a conquistar la cima de los equipos europeos, volvió a enfrentar un nuevo declive de su carrera. Sus malas noticias comenzaron con la renuncia de Alex Ferguson y la llegada de David Moyes. Los minutos de juego empezaron a bajar por el otro lado de la montaña que había escalado y los goles llegaron a nueve. Su salida de Old Trafford se convirtió en una urgencia para ambas partes.

Pero el nuevo declive del Chícharo repercutió nuevamente en la Selección Nacional. A pesar de que en pocos años se convirtió en el tercer mejor goleador con la camiseta verde, Miguel Herrera le había insinuado que no tenía la titularidad garantizada en el Mundial de 2014. Hernández lo tomó con la misma filosofía que en sus anteriores desaires. En la gira previa decía: "Nunca en mi carrera he tenido el lugar seguro, jamás me he sentido así". Tampoco lo tuvo en Brasil: jugó sólo 75 minutos.

La última parte del camino es engañosa. Tras llegar al Real Madrid, el tope del futbol mundial, Hernández ha encontrado pocos minutos en el pasto: 17 partidos, 360 minutos y cuatro goles. El único camino posible, volver a luchar.

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