<
>

United-City, derby siniestro para los sudamericanos

BUENOS AIRES -- El gran derby de Manchester salió fatal para los sudamericanos. Ni siquiera al Kun Sergio Leonel Agüero le deja buen sabor haberle marcado un doblete al United para alcanzar la histórica cifra de 100 goles vistiendo la camiseta del City. En clave celeste, la goleada (4-2) de los red devils deshilacha la soga que sujeta hasta el momento a Manuel Pellegrini en su cargo como director técnico de los Citizens y trasluce un rendimiento magro en defensa que también salpica a los argentinos Pablo Zabaleta y Martín Demichelis.

Manchester City arrancó mejor pero la sensación de superioridad fue un placebo. Duró 20 minutos. Kun Agüero colocó en ventaja al visitante a los 8 minutos, pero Ashley Young la enjuagó a los 14 y ya nada volvió a ser lo mismo. La capitulación del cuadro de Pellegrini no llevó demasiado tiempo. De paulatina, nada. Como si encajar un gol tan pronto hubiera deprimido al once del técnico chileno. Pellegrini coincide con el diagnóstico que hacemos en ESPN. Por eso insistió tras el encuentro en que "voy a dedicarme a trabajar en los próximos días sobre la mentalidad del equipo y la psiquis de los jugadores. No puede ser, ni comprendo, que hayan rendido por debajo de sus posibilidades en un partido tan importante".

El City de Manuel Pellegrini, que hace un par de meses era el único equipo capaz de sostener el tirón del Chelsea y seguirle la estela como si de una sombra pegajosa se tratara, ha quedado a 12 puntos del grupo dirigido por Jose Mourinho, y corre serio riesgo de quedarse incluso fuera de la próxima edición de la UEFA Champions League. La situación, impensable durante la mayor parte de la temporada, puede dejar a Manchester City en una posición muy desafortunada porque puede perder los ingresos millonarios que garantiza disputar la máxima competición continental, y habilitar el peor escenario posible. Alumbrar la necesidad de vender jugadores fundamentales para el proyecto como el propio Sergio Kun Agüero, para poder hacer frente a obligaciones y la reestructuración del plantel.

Esta razón primordial es la que coloca en el disparador al entrenador chileno. A Pellegrini le reclamaban un mayor protagonismo en Europa tras obtener la Premier League la temporada pasada, y ahora, después de haber quedado otra vez eliminado demasiado pronto de la Liga de Campeones, se le detectan falencias que antes lograba disimular la enorme jerarquía individual del plantel. El fracaso táctico del equipo, y su estancamiento actual retrasan el objetivo de la franquicia y el cumplimiento de las promesas de grandeza y gloria que le había hecho el director general Ferran Soriano al jeque y dueño de la franquicia Mansour bin Zayed. "La meta es instalar en el mundo la marca Manchester City", le había transmitido Soriano a su billonario jefe. El desplome del equipo habla de otra cosa muy diferente. Es más, alerta sobre cierta necesidad de efectuar cambios en el modelo para reducir la despareja relación entre resultados, rentabilidad y márketing.

Desde diferentes plataformas en Inglaterra se indica a Alejandro Sabella, exseleccionador argentino en la copa del mundo Brasil 2014, como probable sustituto de Manuel Pellegrini en breve. No sucederá antes del final de la temporada porque restan 7 jornadas de la Premier League y una decisión así se vería apresurada. Pero tal parece que la etapa del técnico chileno en el Etihad Stadium se encamina a su fin. El otro candidato a sucederle es el español Rafa Benítez, actual entrenador de Gonzalo Higuáin en el Napoli. El jeque no admite más reveses y sus ejecutivos se encuentran entre la espada y la pared. La historia del fútbol marca que el fusible a cambiar suele ser uno y siempre es el mismo.

En cuanto a Manchester United, Louis van Gaal sale reforzado tras el clásico, lo cual no es lo más conveniente para Radamel Falcao y Ángel Di María. Los roces del 'Tigre' con el entrenador holandés son de público conocimiento. 'Fideo' tampoco se encuentra cómodo a las órdenes del exDT de la selección holandesa y el FC Barcelona. Luego, Jorge Mendes, todopoderoso mánager de ambos, no ve la hora de sacarlos de Old Trafford y buscar nuevos negocios que continúen alimentando el flujo de sabrosos millones hacia las arcas de Gestifute, su empresa de representación.

Di María tuvo 9 minutos de acción después de reemplazar a Juan Mata, y Falcao dispuso de 7 tras hacer lo propio con Fellaini. Ninguno de los dos consiguió tener peso específico en ese lapso de juego. ¿Cómo tenerlo, verdad? De hecho, se podría pensar que ni uno ni otro habrán deseado de verdad entrar a la cancha de esa forma. Más como parte de cambios para perder tiempo, que como fruto de verdaderas decisiones técnicas.

Falcao llegó al United ansioso de reencontrarse con su mejor nivel tras la grave lesión que le dejó fuera del Mundial, y deseoso de retribuir la fe que depositaban en él. Pero dio con un técnico que no se involucra afectivamente ni le creía indispensable. Di María se marchó del Real Madrid buscando una plataforma que le brindara cariño y le garantizara un lugar, pero también, como el colombiano, se dio con un canto de piedra en los dientes. Una victoria como esta frente al máximo rival ciudadano, en la que se demostró que ninguno de los dos son necesarios en el esquema del equipo, significa otro paso hacia el exilio.

El caso de Marcos Rojo es diferente. Acaso por su menor necesidad de recibir confianza de parte del cuerpo técnico. El exdefensor de Estudiantes opta por el silencio, el trabajo y la constancia. No le cuesta tragarse la desilusión de jugar poco y busca aprender. El perfil de Falcao y Di María no casa con Van Gaal, a quien no le agrada tratar con figuras, sino fabricarlas. El ecuatoriano Antonio Valencia se parece a Rojo en ese sentido y por ello se acopla mejor a la filosofía del entrenador. Si no juega, acepta el reto y convierte la energía negativa en estímulo para ganarse el puesto. Por todo esto, la lectura post derby no amanece positiva para casi ninguno de los protagonistas sudamericanos.