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Eduardo Fernández, cancerbero mexicano entre dos selecciones

MÉXICO -- El fenómeno cada vez es más común cuando se trata de futbolistas mexicoamericanos. Pueden tener sangre mexicana, pero una vida en Estados Unidos y la posibilidad de jugar por el combinado nacional que les llame y que ellos decidan representar. Los casos más recientes fueron los de Ventura Alvarado y William Yarbrough, ambos recién convocados por la Selección de las 'Barras y las Estrellas' que se medirán al Tri en partido de preparación este miércoles.

Detrás de esos casos se avecinan muchos más para el futuro y uno de ellos es el del portero Eduardo Fernández, hijo del ex arquero de las Chivas del mismo nombre, quien juega en el Real Salt Lake de la MLS. Lalo es un guardameta de 22 años que en el pasado ya fue convocado Sub 17 por México y también lo fue para la Sub 20 de Estados Unidos. Ya sabe cómo trabajan en ambas Selecciones y ahora se prepara para primeramente ganarse un lugar en su club, y así luego pensar en algún combinado nacional. Por deseo, elegiría a México, pero si antes lo llama Estados Unidos, no se negaría.

"A una Selección Mayor ya no se le puede decir que no. Yo estaría muy dividido porque llevo viviendo en Estados Unidos prácticamente la mitad de mi vida. Tengo sangre mexicana y es lo más me gusta. Amo México, pero ya en oportunidades en el futbol, en lo profesional, ya depende más de quién es el que más te quiera", compartió en entrevista con ESPN.com.mx.

Fernández analiza que los casos de mexicoamericanos que a final de cuentas se decantan por jugar con la Selección de Estados Unidos normalmente pasa por una decisión profesional que simplemente tratan de aprovechar y no tiene nada que ver con lo que sientan por un país o por otro.

"Es una posibilidad que están brindando (en Estados Unidos). Son jugadores muy buenos que a lo mejor tuvieron que tomar la decisión de estar donde se sintieran más cómodos y donde tendrían más oportunidades. Es algo muy bueno para todos, porque tanto ellos como mucha gente son americanos y mexicanos", explicó, no sin antes exponer su caso, en el que tiene bien claro que elegiría a México.

"Yo nací en México, toda mi familia es mexicana, tienes un cariño mucho más especial hacia México, pero Estados Unidos es un país que le abre las puertas a todo el mundo. El país está basado en eso, en dar oportunidades y a mí me gustaría jugar en México, pero si no se puede, ya tomaría otra decisión porque donde te quieren es donde debes estar", expuso.

LE GUSTARÍA EMULAR A CARLOS SALCEDO
Fernández es un portero que después de un buen número de pruebas en Atlas y Chivas, además de un pasado por el Peñarol de Uruguay, ahora pelea por un lugar en la titularidad del Real Salt Lake, donde tiene a Nick Rimando como competencia. Su deseo es convertirse en un jugador constante en Estados Unidos y después pensar en venir a México a la Primera División. Justamente ahora ve cómo ha avanzado Carlos Salcedo, jugador del Guadalajara, quien llegó desde Salt Lake para reforzar al Rebaño.

"Salcedo es un claro ejemplo de alguien que vino a triunfar a Estados Unidos y que regresó a México ya como jugador más hecho. Es un gran jugador y va a llegar a ser todavía más grande de lo que ya es si le siguen dando oportunidades como las que ha tenido. Es el claro ejemplo de lo que todos quieren lograr a ser en algún momento", señaló.

El guardameta de 22 años sabe que primeramente debe ser paciente y no dejar de luchar por trascender. Su idea es triunfar en Estados Unidos y pensar en algún día jugar en el futbol mexicano, pero tampoco se apresura.

"Tampoco es nada más venir, triunfar y regresar. Tienes que ver las posibilidades, la Liga está creciendo demasiado. A lo mejor en unos cuatro o cinco años ya es una potencia mundial como Liga. Uno siendo mexicano tienes las ganas de algún día jugar ahí que es tu país y con la gente que te quiere", indicó.

TRAS LOS PASOS DE SU PADRE
Lalo Fernández entre otros tantos sueños, igualmente quiere seguir los pasos de su padre, Eduardo, quien fue portero del Cruz Azul, Chivas, Toros Neza, entre otros equipos, y en quien finalmente se fijó para desempeñarse bajo los tres postes desde temprana edad.

"Él me entrenaba cuando era chico. Siempre me entrenó para ser portero. Yo jugaba para un equipo, pero más que nada a mí me interesaba ser portero porque veía a mi papá ser portero. Todos los niños empiezan con que quieren ser delanteros o medios, y yo siempre quise ser portero. Me imagino que por mi padre, pero también porque naturalmente se me dio", recordó, al tiempo que compartió algunos consejos que le ha dado su padre para convertirse en guardameta.

"Me ayudaba más en lo mental, en pensar diferente, me aconsejaba mucho en cosas que a él le pasaban. Hablaba mucho conmigo, sobre todo en lo mental y en ser diferente.

"Me ha apoyado, está muy contento, lo que yo consiga siempre me apoya al igual que toda mi familia. Está contento por mi progreso, pero sabe que quiero todavía más y está ahí para apoyarme", apuntó.