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Messi va tras su gol número 400

BARCELONA -- Leo Messi ha jugado con la camiseta del Barça cuatro veces en Francia y no conoce la victoria. Empató dos veces en Lyon y otra en París, perdiendo la última, en septiembre de 2014. Este miércoles tendrá una nueva oportunidad en un partido que puede pasar a su pequeña historia de los records. Jugará su partido oficial número 470 con el Barcelona y si anota un gol llegará a la cifra redonda de 400.

Messi volverá al escenario del que tanto le habló en sus inicios Ronaldinho, el brasileño que le condujo en sus primeros años como profesional del Barça y que le explicó la magia que irradia el Parque de los Príncipes, un escenario en el que Ronnie explotó todo su potencial antes de fichar por el Barça en 2003.

En aquel entonces Messi era un proyecto de crack ávido de gloria. Los años se la dieron... Pero Francia se quedó, y permanece, como una prueba por superar. Olympique de Lyon y PSG doblaron la rodilla contra el Barça, sí, pero en sus estadios permanecieron y permanecen invictos frente al astro argentino. Tres goles en cuatro partidos es su saldo particular... Pero ninguna victoria.

Anotó en noviembre de 2007 en el estadio de Gerland (2-2) y volvió a hacerlo en septiembre de 2014 en el Parque de los Príncipes (3-2). La primera y la última vez que viajó a Francia sin olvidar la fatídica noche del dos de abril de 2013, en la ida de cuartos que empató el Barcelona 2-2. Marcó y se lesionó. Fue cuando comenzó su etapa más triste en cuanto a las lesiones que le persiguieron durante no pocos meses.

Este miércoles el reto de Leo Messi es doble. Busca su primera victoria en territorio francés y querrá, seguro, redondearla con al menos un gol que pase a la historia como el 400 desde que debutase en el primer equipo, el 16 de octubre de 2004 frente al Espanyol en Montjuïc con apenas 17 años.

Desde entonces la leyenda de la Pulga ha crecido de manera absoluta en goles, títulos y éxitos en una historia que sigue llenando páginas. Y que tiene en la ciudad de la luz, en París, el escenario perfecto para escribir otra página.