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La decisión correcta

"Es poco serio", dicen los hinchas de River. "Es un derecho lícito", afirman desde Tigres. Lo cierto es que la decisión del conjunto mexicano de poner suplentes para visitar a Juan Aurich, en la última jornada del Grupo 6 de la Copa Libertadores, sigue generando polémica en el mundo del fútbol.

River necesita ganar de local ante San José de Oruro, si es posible por una buena diferencia, y depende para avanzar a octavos de que Tigres no pierda ante Juan Aurich. Pero Tigres ya está clasificado como primero del grupo, y muy cómodo. Y decidió guardar a los titulares para el clásico por el torneo local ante Rayados de Monterrey: los dirigidos por Ricardo Ferreti vienen de perder ante Cruz Azul y no quieren seguir dando ventajas en el certamen doméstico.

Está claro que esa decisión perjudica a River, sin dudas: es cierto que el fútbol no tiene mucha lógica, pero las chances de ganar, o de no perder, del equipo B de Tigres ante Juan Aurich parecen menores a las que tendrían los titulares.

¿Está bien o está mal lo que hace el club mexicano? ¿Es desleal la decisión? Para nada. Tigres está en todo su derecho a elegir el equipo de acuerdo a su propia conveniencia y no pensando en lo que pueda necesitar River. Los mexicanos hicieron bien los deberes: sacaron una buena diferencia de puntos en un grupo que se presentó muy accesible y ahora buscarán sacar provecho de esa ventaja. El DT evitará hacer un largo viaje, les dará descanso a los jugadores titulares, los preservará de posibles lesiones...

Si gana o empata, podrá mantener el invicto y quedará todavía mejor posicionado para los cruces de octavos. Si pierde, podría encontrarse con un rival más complicado, pero al menos le quedará un consuelo: habrá ayudado a eliminar a River, un rival al que nadie le gustaría enfrentarse en un mano a mano a partir de octavos.

Nahuel Guzmán, Israel Jiménez, Hugo Ayala, José Arturo Rivas, Jorge Torres Nilo, Jesús Dueñas, Guido Pizarro, Edgar Gerardo Lugo, Damián Alvarez, Rafael Sobis y Joffre Guerrón serán algunas de las figuras que verán el partido por TV.

Pero esto no es todo: lo que más bronca generó en el mundo River fue que el plantel viajó a Perú con un total de 16 futbolistas, dos menos de los que se presentan habitualmente para completar con siete jugadores el banco de suplentes. Este hecho les hace pensar a los de Núñez que los mexicanos no harán demasiado esfuerzo para ganar el partido. Es cierto que resulta desprolijo, genera suspicacias, pero nadie puede decir que los jugadores que saldrán a la cancha ante Juan Aurich irán para atrás. En todo caso, habrá que esperar y sacar conclusiones.

River puso el grito en el cielo al conocer la noticia, pero sabe que no tiene mucho por hacer o reclamar. Tendrá que ganar su encuentro, y después apelar al profesionalismo de los mexicanos. "No creo que Tigres vaya para atrás", declaró Marcelo Gallardo, tratando de mostrar confianza. Confianza que sobra para medirse con San José: los bolivianos llegan con serios problemas internos, reclamando pagos atrasados y tan desanimados que su entrenador, el argentino Nestor Clausen, declaró: "Esto (ir al Monumental) es como ir a la guerra con un Tramontina".

El Muñeco sabe que si River se queda afuera de la Copa en primera ronda, la culpa no será de Tigres ni de Juan Aurich. El entrenador deberá buscar culpables puertas para adentro: jugadas cinco fechas de uno de los grupos más fáciles de la Copa, River no ganó ningún partido.

Perdió con este modesto San José en la altura, y luego empató con el humilde Juan Aurich tanto de local como de visitante. Tampoco pudo imponerse en su casa ante Tigres, y de milagro rescató un empate sobre la hora contra los mexicanos cuando estaba con un pie afuera de la Libertadores.

El reclamo del club argentino se entiende, pero la pregunta es: ¿qué haría River si la situación fuera a la inversa? ¿Pondría titulares si el fin de semana tuviera que enfrentarse con Boca por el torneo local, estando ya clasificado en la Copa? No, claro que no.

Como si todo esto fuera poco, esta definición tendrá un condimento especial: los hinchas de Boca estarán tan atentos a lo que pase en Juan Aurich-Tigres como los de River. Es que si Tigres gana o empata (se descuenta la victoria riverplatense), el millonario tiene muchas chances de ser rival del xeneize. Y no es lo mismo que el cruce por octavos de final sea frente a Juan Aurich, que ante River. Seguro que no es lo mismo.