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LONDRES - El pasado lunes, en el Centro de Deportes de Colovray en Nyon (Suiza), sede de la UEFA, el Chelsea ganó la Champions League en su versión sub 19 (liga de la juventud), con una ajustada victoria por 3-2 sobre el Shakhthar Donestsk. Isaías Brown anotó dos veces -cuatro de la competencia- y Dominic Solanke metió el otro, fue el máximo anotador con 12 goles en nueve partidos. Dos de las joyas del equipo de Londres, quienes no escatimaron en dinero para convertirlos en la base de la ofensiva. El propietario del club de Stamford Bridge, Roman Abramovich, gastó unos 100 millones de libras (148 millones dólares, aproximadamente) para hacer una revolución con el centro de entrenamiento en Cobham, una petición hecha por José Mourinho todavía en su primera etapa (2004-2007). Además del primer equipo, el sitio abierto desde 2007 -pero ya utilizado por el Chelsea como CT dos años antes- se preparó para recibir también las categorías inferiores y el Pabellón de la Universidad y la comunidad se completó en 2008. El centro moderno, entonces comenzó a dar sus frutos, y el Chelsea se convirtió en una máquina de la base inglesa, de 11 a 21 años. Los títulos comenzaron a brotar, y los jugadores se han convertido en miembros frecuentes de las selecciones. El delantero Dominic Solanke, de solo 17 años, por ejemplo, ya tuvo su oportunidad en el primer equipo con Mourinho, al entrar en el partido de la Champions League contra el Maribor. Isaías Brown -también es autor de cinco asistencias en la liga de la juventud- también ha llamado la atención del técnico portugués. Mientras tanto, Lewis Baker, cedido al Milton Keynes Dons, es la mayor esperanza de 'Special One'. "Si Baker no está en el equipo principal de Inglaterra bajo mi mando, me pueden culpar", llegó a decir el entrenador en 2014. Por ahora, Baker es parte de la selección sub 19 junto a otros cuatro jugadores del Chelsea; la sub 18 tiene tres, Solanke entre ellos. Abramovich, propietario del Chelsea desde 2003, tardó casi diez años en conquistar Europa. Con los niños más pequeños, el éxito no tardó en llegar.
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