BARCELONA -- Con la más que probable ausencia de Iniesta, la duda de Alves y el ánimo por las nubes, el Barcelona recibirá este sábado al Valencia en un partido que se entiende fundamental en la carrera por el título, consciente de la necesidad imperiosa de sumar los tres puntos para no correr el riesgo de perder el liderato en favor del Real Madrid.
Hace cuatro semanas, inmediatamente después de derrotar al equipo de Ancelotti en el Clásico, el vestuario azulgrana marcó de forma especial este tramo de la temporada en que la eliminatoria de Champions frente al PSG coincidía con tres duelos de Liga de máxima exigencia. Sevilla se saldó en falso y Valencia no permite un simple resbalón, como no podrá ocurrir en el próximo derbi frente al Espanyol, después de haber solventado con firmeza el primer asalto continental.
"La inmediatez de los partidos es una ayuda extra. Enlazas cada cuatro días y eso te obliga, y te permite, estar enchufado y concentrado continuamente" convinieron el jueves desde el cuerpo técnico barcelonista, donde se considera que la victoria, con exhibición, en París fue una inyección de moral enorme de cara al encuentro de este sábado.
El Valencia no es un rival cómodo para el Barcelona. Nunca lo ha sido y será especialmente difícil teniendo en cuenta que se juega en estos partidos su próxima temporada. Aspirando a ser tercero en lucha con el Atlético de Madrid, corre el riesgo de acabar quinto por detrás del Sevilla, y entrar en la próxima edición de la Champions se entiende fundamental en Mestalla.
Aunque el equipo che sólo ha ganado en una de sus últimas diez visitas al Camp Nou, es imposible olvidar que ésta se produjo hace apenas un año, en febrero de 2014 por 2-3, provocando que el equipo que dirigía Gerardo Martino perdiera el liderato en el campeonato en favor del Atlético de Madrid y siendo considerado al final de la temporada como uno de los resultados que marcaron la suerte de la Liga.
"Han dado un paso adelante. Si miras sus resultados te das cuenta que con un poco de fortuna tendrían cinco o seis puntos más y podrían estar peleando por el título", se refrescó desde el vestuario azulgrana, recordando que en el partido de la primera vuelta, en Mestalla, Busquets logró el gol de la victoria cuando el empate se daba por hecho en el último minuto.
El gol 400 de Messi, la racha de Suárez (11 goles en los últimos 11 partidos), la recuperada figura de Xavi (que se supone volverá al equipo titular) y el optimismo que rodea al equipo azulgrana apuntan como claves en un choque sin excusas tras el que se girarán los ojos hacia el Bernabéu, donde el Real Madrid recibirá al Málaga.
Falta por saber si será con la oportunidad de robar el liderato al Barcelona o con la necesidad de mantener la lucha en las mismas condiciones.