Carlos Irusta 9y

Lucas y Ruslan: Todo dicho

VERONA -- Todo parece muy claro: se tratará de una pelea entre dos guerreros y solamente uno quedará en pie. ¿Es tan asi? Desde un punto de vista dramático, sí. Desde un punto de vista técnico, no estamos tan seguros de que se trate solamente de "dos guerreros".

Aunque para la mayoría de los especialistas norteamericanos Lucas Matthysse es un noqueador, los que lo conocemos más de cerca estamos seguros de que, además, es un muy buen boxeador. Lucas Matthysse posee un record de 36 peleas ganadas, 3 perdidas. Definió 34 antes del límite y tiene un combate sin decisión. Ruslan Provodnikov, a su vez, suma 24 victorias y 3 derrotas con 17 KO a su favor.

Los números dan cuenta de que mientras "La Máquina" definió el 85% de sus peleas por fuera de combate, "El Rocky Siberiano" tiene un 62.06% de efectividad. Si bien el porcentaje de nocauts es mucho mayor para el argentino, hay un factor que nos números no puede detectar y es que más allá de la potencia de sus golpes, Lucas posee un estilo más depurado. Provodnikov es un boxeador de ataque, frontal y decidido, de esos que nunca dan un paso atrás. Peligroso por la cantidad de golpes que envía y por la presión que le da a su trabajo, es también permeable cuando se lo anticipa con la izquierda en punta como, por ejemplo, hizo Chris Algieri. El fallo fue muy discutido. Algieri ganó por puntos, pero sufrió dos caídas y terminó con el rostro desfigurado, prueba -si hace falta- de la potencia del ruso.

El equipo de Lucas ha trabajado en dos elementos claves: velocidad y potencia. Esto forma parte de las herramientas de Matthysse desde siempre. Solamente que, en este caso, la velocidad tendrá que ver con el lanzamiento del jab de izquierda y los movimientos de entrada y salida de la línea de fuego. Ante un peleador lineal y vigoroso como Ruslan, el trabajo no solamente tiene una clave en no retroceder en línea recta, sino en anticiparlo con golpes rectos. El tema es anular el ataque el ruso sin por ello entrar en el terreno que más domina: la pelea franca y abierta, fragorosa, en donde él se siente cómodo. Entrar y salir a los costados, mantenerlo a la distancia con la izquierda en punta y lanzar por sorpresa la derecha en cross cuando Ruslan avanza, es una de las claves del boxeador argentino.

Por supuesto que no será fácil y mucho menos en los primeros asaltos en donde, se supone, Provodnikov saldrá a definir la pelea, obligando a Matthysse no solamente a usar su jab, sino también a aplicarse en un elemento fundamental: el bloqueo y esquive de golpes para salir contragolpeando. Matthysse deberá tener los ojos bien abiertos y rotar su cintura todo el tiempo, saliendo a los costados, para evitar los golpes cruzados de Provodnikov, que son muy peligrosos.

A su vez, Ruslan deberá insistir con el trabajo al cuerpo, para anular las piernas del boxeador argentino. Matthysse ganó una batalla que fue considerada "La pelea del año", frente a John Molina Jr. en Carson, California, el 26 de abril de 2014. Esa noche anduvo dos veces por el suelo y debió superar un corte, pero sin embargo termino dándole una paliza a su valiente rival, quien sucumbió en el round 11 por KO técnico. Esa noche, demostró Matthysse que es capaz de soportar la adversidad. Recordar que iba arriba en las tarjetas cuando enfrentó a Danny García, por el campeonato mundial WBC, hasta que una lesión en el ojo cambió la pelea y terminó perdiendo por puntos.

Provodnikov es un rival que parece hecho a la medida para Lucas, quien seguramente deberá boxear más que nunca. Pero eso no significa que el combate pueda ser sencillo para él, porque el ruso es de los que dan batalla hasta el último minuto. Solamente que, a diferencia de Algieri o aún de Tim Bradley -ante quien perdió por puntos en el 2013, por la corona welter WBO en lo que fue "La pelea del año"-, Lucas hace mucho daño cuando conecta y esa puede ser la gran diferencia.

Arthur Pelullo, el hombre que conduce a Provodnikov desde que lo descubrió y lo trajo a Rusia a los Estados Unidos, fue quien más presionó para montar esta pelea. Y, aunque la gente de Golden Boy y el propio Mario Arano se movieron mucho para que fuera un combate por el campeonato mundial interino -Danny García es el campeón y anunció que dejará la categoría, pero en los hechos aún no hizo oficialmente su renuncia-, Pelullo se negó a pagar la sanción correspondiente al Consejo Mundial de Boxeo. La pelea, pues, es a 12 asaltos: suficiente para el aficionado, que verá una gran batalla. No del todo satisfactorio para el equipo argentino, ya que Arano quiere una corona para su boxeador.

Para Matthysse o Provodnikov, la victoria de todas maneras, le asegurará un lugar destacado en el firmamento. En el caso del argentino, su primera incursión en HBO le posibilitará, si gana, un contrato que desde el punto de vista económico puede ser muy ventajoso. No olvidar que, hoy por hoy, Al Haymon ha colocado a sus boxeadores en la televisión abierta y HBO tiene que mejorar su oferta para competir. Por supuesto que estas son especulaciones que giran alrededor de la pelea, pero que también hacen al panorama.

Desde el punto de vista de la táctica y la estrategia, y con los guantes puestos, solamente hay que sentarse y esperar, porque se viene una pelea que puede tener altísimo voltaje. Por un lado, la zurda de Matthysse para abrirle el camino a su destructiva derecha. Por el otro, el implacable Provodnikov, peleando hasta el último aliento. Sin dudas, un choque clásico, en donde aunque Matthysse parece tener muchos más elementos técnicos para ponerle al combate, todo puede suceder. Como en la vida...

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