Para Steve Kerr, fue una decisión muy fácil.
El nuevo entrenador de los Golden State Warriors sabía que era importante para la moral del equipo que su mejor jugador hiciera el trabajo sucio de jugar en la defensiva. Tenía un prodigio en el ataque decidido a convertirse en el mejor basquetbolista. Y contaba con la sabiduría de un gurú defensivo: el entrenador auxiliar Ron Adams.
"Ya era un jugador consolidado", dijo Adams sobre Stephen Curry. "Sin embargo, había un problema. Es decir, no tenía que defender su posición. Creo que si quieres ser el mejor -y él quiere ser el mejor- debes hacer ambas cosas".
Así que dos semanas después de su contratación, Kerr platicó con Curry mientras comían en la bahía y le explicó que la costumbre del equipo de esconder a su máximo anotador en la defensa había llegado a su fin.
Curry se vería obligado a aportar en defensa.
No era precisamente una obligación. "Quiere desafíos", dijo repetidas veces Kerr sobre la superestrella. El padre de Steph, Dell, le dijo a Kerr algo similar durante el verano y es algo que Kerr menciona siempre que habla de su crecimiento como base.
Y, para sorpresa de muchos, ha funcionado de forma extraordinaria. Gracias a algunos acertados y novedosos principios defensivos, y a pesar de su delgada complexión, Curry ha florecido y se ha convertido en uno de los defensas más efectivos de la NBA, al clasificarse quinto entre los armadores en el positivo-negativo real defensivo. Según Synergy Sports, los atacantes que defiende han tirado apenas el 36.8% en la temporada. Ha alcanzado el mejor promedio de su carrera en robos y el promedio más bajo en faltas.
Está incluso frenando a contrincantes de alto nivel. ¿Quién hubiera imaginado que Russell Westbrook, quien es aparentemente más fuerte, hubiera tenido problemas al enfrentarse a Curry esta temporada? En los tres juegos contra Curry, Westbrook tiró por debajo de su promedio -32.9% de canastas conseguidas, y 26.3% en triples-. Curry no parece un defensa prototípico. Es delgado, no es especialmente largo ni atlético, por lo que es una sorpresa cada vez que hace una clavada. Sin embargo, según el +/- real defensivo, tiene mayor impacto positivo que defensas más elogiados como Rajon Rondo, Avery Bradley, y su compañero de equipo Shaun Livingston. Y RPM sugiere que su defensa es la mejor en la liga y se encuentra entre los bases merecedores al MVP, por encima de James Harden, Chris Paul o Damial Lillard.
De acuerdo con las estadísticas, Curry impacta positivamente la eficiencia defensiva de los Warriors más que cualquiera de sus compañeros al fondo de la escuadra -sí, incluso Klay Thompson, quien estuvo encargado de las tareas más complicadas bajo la dirección de Mark Jackson-, y se clasifica segundo entre todos los bases de la liga en porcentaje de tiros de campo de oponentes. Todo surgió de algunos cambios sutiles en su juego defensivo. Esta es la historia de cómo lo está logrando.
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1. Manos altas
Al preguntarles a los scouts sobre las habilidades defensivas de Curry, las respuestas son siempre las mismas: manos altas. En el ataque, Curry tira el balón con tal velocidad que los oponentes no logran acercarse. Y es igual de rápido en la defensa, al usar sus reflejos de portero para interferir pases. Curry consigue muchos desvíos en las pantallas con giro en pases por encima de la cabeza. Es el tipo de pase que le gusta lanzar y el tipo de pase que, durante años, los defensas han aprovechado para conseguir robos. Y ahora le está dando a la liga una cucharada de su propia medicina.
"Peleo por encima de la pantalla y observo. En cuanto levanta el balón, aún tengo tiempo para reaccionar y levantar las manos", dijo Curry. "Es lo que me solían hacer cuando perdía la pelota todo el tiempo. Así que, ¿por qué no hacerles lo mismo?"
2. El robo
Esas manos que se elevan tan rápidamente en las líneas de pase regresan con la fuerza de un cuchillo de carnicero. Esto es visible cuando aquí despoja a Westbrook del balón:
En el pasado, Curry era demasiado rápido para intentar despojar balones, salirse de posición y estirarse. Hoy en día, Curry hace robos de forma efectiva, por lo general cuando está justo en frente del atacante. Los tiros son tan importantes para el ataque, como los robos para la defensa.
"Es simple trabajo de pies", dijo Curry. "Si puedes quedarte frente a él, usa el cuerpo. Solía meterme en problemas, perdía la paciencia a la hora de robar el balón, en lugar de jugar a la defensiva y forzar un tiro complicado. Aquí pude hacer el robo, pero no tengo que despojar o desviar la pelota en todas las posesiones. Es bueno si lo logro, como en esa jugada, pero si lo puedo mantener fuera de la pintura, o mantener mi cuerpo frente a él, obligándolo a tirar por arriba, los porcentajes disminuyen tremendamente".
3. Presión
Cuando se le preguntó cuál era el aspecto defensivo en el que más había mejorado Curry, Kerr rápidamente respondió, "presión sobre el balón". Lo que alguna vez fue una obligación, ahora está atacando cuando está defendiendo.
Según Curry, Adams subraya constantemente la necesidad de mantener al jugador de un solo lado de la cancha. Debes contener al jugador para presionarlo. (Es por eso que Lyndon B. Johnson arrinconaba a los políticos antes de inclinarse sobre ellos para obtener concesiones). En esta ocasión, Curry lo logra al llegar primero que Tony Parker a la zona de tiro cuando Parker intentaba atacar la pintura. "Una vez que eligen un lado, es más fácil defender media cancha que la cancha completa", dijo Curry. "Así que una vez que Parker se decide por un lado, parándose en la parte alta de la llave, le quitas opciones. Tuve suerte al alcanzar el balón. Tuve que actuar rápidamente cuando expuso el balón. Debes mantenerlo de un solo lado de la cancha".
4. Las anticipaciones
"Tienes que estar en una posición de asistencia", dijo Curry. "No puedes iniciar a la misma altura que el jugador al que estás defendiendo. Después, debes saber cuáles son las opciones del otro equipo".
Curry se refiere a una secuencia defensiva bien coordinada en la que Harrison Barnes afronta al poste y Andrew Bogut llega en el momento preciso en el que recibe el balón. Cuando la trampa está lista, las opciones son pocas.
"En cuanto ves la trampa y el jugador regresa a ti, este tiene pocas opciones y esperas acertar con la jugada correcta", explicó Curry. "Tiene solo dos opciones: lanzar el balón donde puedo hacer el robo, o devolvérselo a Bledsoe donde puedo acercarme y regresar a defender a mi jugador. Así que, en cualquier caso, estamos bien".
No es una apuesta si funciona. Los riesgos que Curry asume en la defensa son como contar cartas más que girar la ruleta. Como Andre Iguodala dijo de Curry: "Sabe que la pelota solo puede ir en ciertas direcciones".
El entrenador asistente Adams añadió: "Cuando tenemos dos contra uno, intentamos triangular detrás de la pelota. Curry está básicamente en la posición correcta, simplemente lee la jugada y lo intenta".
Adams tiene una visión particular para la defensa de Curry: Quiere que Stephen Curry sea el próximo John Stockton.
Adams comentó: "Stockton sabía lo que el otro equipo iba a hacer, sabía cómo impedir un ataque. Ya he hablado antes sobre esto con Steph. Tiene habilidades naturales con el balón y lejos del balón, y defendiendo jugadores que reciben y tiran después de un bloqueo. Es bueno para todas esas cosas. Ahora, si puedes sumarle la habilidad para comprender lo que los equipos están tratando de hacer en el momento oportuno, y cómo desarticula las jugadas en su cabeza".
Para dirigir a un jugador del pasado, Curry debe constantemente ver el futuro. Suena como un reto difícil, pero Iguodala prevé una elevada visión en el futuro de Curry: "Con más tiempo en la liga, aprendes los secretos del oficio. Vamos a ver más jugadas de pizarra. Su juego sigue evolucionado. Está mejorando".
5. La conexión
Pregúntale a Curry acerca de una jugada, prácticamente cualquier jugada, y la puede recordar, visualizar y explicar con extraordinaria facilidad. Le mostré este clip de vídeo en particular durante algunos segundos, y después accidentalmente cerré la ventana.
"No importa", dijo Curry antes de relatar inmediatamente la jugada: "Draymond impidió el desarrollo de la jugada, me dio tiempo de recuperarme, y, en ese momento, alcé las manos para que no pudieran mandar un pase rápido a la zona de tiro libre. Eso ocasionó que J.J. [Redick] se equivocara porque pensó que podría hacer un buen pase de apertura, pero le quité la oportunidad y después detuvo el drible y se acabó el ataque".
Los Clippers están usando el pase mano a mano sobre bote -una herramienta ofensiva cada vez más popular que, por lo general, los Warriors destrozan-. La relación entre Curry y Green es simbiótica en este caso.
"Sé que si peleo por encima de un pase mano a mano sobre bote, mi base debe frenar el esfuerzo y ayudarme durante un segundo y regresar a defender a su hombre. Supuestamente yo debo pelear y regresar delante de mi jugador", dijo Curry. "Si Draymond no hace su trabajo aquí, J.J. puede salir a la esquina y atacar el aro, y después podrían decir que soy un defensor malo porque dejé que J.J. anotara".
Green tiene expectativas similares de Curry en estas situaciones. Green, candidato esta temporada al mejor defensor del año, defiende que la función de un base es la más importante a la hora de defender un pase mano a mano sobre bote: "Lo primero es que el base se quede pegado. Cuando el base está pegado, te dejan mucha libertad".
Esta jugada es una situación especialmente precaria para los Warriors. Si Curry sale tarde del bloqueo, a Redick se le presenta una buena oportunidad para un triple. Si Green no sigue a DeAndre Jordan, es un globo para un jugador de mucho mayor tamaño. Todos deben desempeñar su papel, hasta Harrison Barnes en el lado débil, quien está atento para coger un pase errado después de cerrarle el paso a Jordan. Curry ha mejorado defensivamente, pero esas mejoras no pueden existir en el vacío.
6. La fragilidad como poste
De acuerdo con la jugada anterior, dijo Curry: "Puedes usar el brazo, siempre y cuando no lo extiendas y solo intentes evitar que llegue al centro, porque, la mayoría de las veces, la ayuda llega de la línea de fondo".
En Synergy, Stephen Curry se sitúa en el percentil 98 en la defensa del poste. De un modo u otro, fue el defensa en dos posteos de Dirk Nowitzki, y cada vez el tiro resultó en un intento fallado. El tamaño de la muestra es pequeño y Curry ciertamente no es un defensa confiable contra los Enes Kanters de este mundo, pero cuando se pone a prueba en el poste, está listo. Está listo en parte porque a él le han hecho esto mismo durante mucho tiempo. "En mis primeros dos años, incluso los bases intentaban postear si tenían una pequeña ventaja basada en el tamaño", recordó Curry. Sin embargo, la mayor parte de la defensa del poste de Curry es preventiva. Es muy hábil al enfrentarse a jugadores más grandes y desviando el balón. "Simplemente espero, y me aseguro de que sea un pase complicado por arriba. Cuando me estoy enfrentando, supuestamente en la parte de atrás hay un pívot que puede mostrar los brazos y cuerpo para impedir el pase".
7. Los giros
Esta jugada parece absurda antes de convertirse en un robo.
La primera vez que vi a Curry intentando esto, lo califiqué de mala defensa. Estaba girando en los bloqueos, lo que equiparé a estarse perdiendo. Después siguió sucediendo. Una y otra vez. Y todavía más extraño es que estas jugadas funcionaban para la defensa, mucho más de lo que hubiera imaginado.
"Darren Erman me lo enseñó, para serles sincero", dijo Curry, haciendo referencia al experto en la defensa de Golden State, para entonces ya destituido. (Erman y Adams apoyan el giro. Erman había sido amigo y admirador de Tom Thibodeau, y Adams era la mano derecha de Thibodeau en Chicago).
"Si te golpean directamente en un bloqueo, es un recorrido mucho más largo ir por arriba, en lugar de girar por debajo. Es una jugada más eficiente también, porque o te sujetan y es una pantalla ilegal más evidente, o pasas por debajo y te liberas rápidamente". Los ajustes defensivos y el posicionamiento importan en este caso. Los giros pueden funcionar si estás suficientemente lejos y si tu hombre no es capaz de tirar rápidamente por encima de la pantalla.
El giro nunca debe ser el Plan A, pero, según las enseñanzas de Adams, es mucho más aceptable que morir en una pantalla cuando no puedes lanzar por encima. (Este es el motivo por el que Kirk Hinrich, famoso porque es imposible hacerle una pantalla y antiguo alumno de Adams, tiende a girar con frecuencia. Es parte de una filosofía: Nunca puedes ceder en una posesión defensiva. Nunca.)
"Es similar a los rebotes", dijo Adams. "Si me bloqueas, puedo estar satisfecho con quedarme atrás de ti y oler tu desodorante, o puedo elegir girar y liberarme. Y girar, en la mayoría de los casos, te colocará en una posición casi igual". Es ahí donde Adams, normalmente tranquilo al hablar, recurre a la doble negación y levanta la voz. "Ese giro es parte de esa mentalidad de: no existe un momento en el que no estés a la caza. No existe un momento en el que no puedas estar en la jugada".
La acción toma un segundo y contiene multitudes. Girar no es ideal, es ceder, una evasión, una aceptación estoica de responsabilidad, y una sorpresa, todo en un mismo giro. Lo que inicia mal se transforma en algo bueno. En el mundo de Adams, el 360 literal es el 180 metafórico.
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Los Warriors retaron a su mejor jugador y funcionó. Estamos siendo testigos de la mejor temporada regular -en términos de diferencial de puntos- desde los Bulls de Jordan.
La idea de Curry como una estrella defensiva puede ser subversiva, pero, tal vez, no tan subversiva como la siguiente declaración: Curry mejoró no solo porque quiere ser el mejor jugador activo, pero también porque cree que está a su alcance. "Quiere ser el mejor", dijo Kerr. "Sabía que para ser el mejor tenía que mejorar en ese aspecto".
Incluso ahora que Curry es favorito a ganar un premio MVP, el concepto de un armador delgado de 1.91 cm como alfa de la liga parece extraño. Ese puesto está por lo regular reservado para gigantes como LeBron James y Kevin Durant. Todo esto tiene un fuerte olor a herejía basquetbolística.
No obstante, la estrella de Curry continúa en meteórico ascenso en contravención de lo convencional. Por algo se llama a sí mismo "el santo patrono de los más débiles". Curry no parece un buen jugador defensivo, aunque nunca se vio como un jugador de la División I, nunca se vio como un jugador elegible para el draft de la NBA, y nunca se vio como una superestrella de la NBA. Pero ha logrado todas esas cosas. Si la reputación con frecuencia se basa en apariencias, Curry se ha propuesto forjar una reputación como alguien que trasciende estas expectativas. Y su puntería es extraordinaria.